Fue una de las modelos más top de los 90, dejó todo atrás y ahora dedica su vida a la jardinería: “Quería ser famosa y lo logré”
Paula Colombini tuvo un radical cambio de vida y, hoy, a sus 49 años, su presente gira en torno a la naturaleza y su bienestar.
Al igual que varias modelos, Paula Colombini decidió dejar de lado la moda y el mundo del modelaje, y su vida dio un giro inesperado. A sus 49 años, está mejor que nunca y dedica su vida a la jardinería y a la naturaleza.
Así como un día fue una de las modelos más top de los 90, hoy, Colombini estudia jardinería y tiene una huerta espectacular. Luego de trabajar varios años con su belleza, decidió cambiar su destino, ya que se aburrió de la moda. "Un día dije “ya no quiero más esto” o “no lo quiero de esta manera”. Yo pensaba que en el reconocimiento del otro estaba el éxito”, confesó.
Durante cinco años, Paula vivió en Nueva York, trabajó en Miami, en Canadá, e Italia. Asimismo, fue contratada por grandes empresas internacionales y llegó a desfilar con las modelos más importantes del mundo. Sin embargo, luego de alcanzar sus metas más altas, Colombini dejó de estar interesada en el mundo de las cámaras, los flashes y las pasarelas.
Una vez que volvió a la Argentina, la top inició su propio emprendimiento de ropa, aunque, luego de un tiempo, terminó desapareciendo por completo de los lugares que frecuentaba. “Quería ser famosa y lo logré”, confesó, tras explicar por qué fue que se inició en el modelaje, y agregó: “Pero comencé a sentirme incómoda, a no reconocerme, ni en mi voz, ni en mi imagen. Empecé a darme cuenta de que no sentía admiración por lo que hacía”.
El radical cambio de vida de Paula Colombini
Luego de replantearse su vida, ya que lo que su profesión no la hacía realmente feliz, la ex modelo realizó una introspección para ver qué era lo quería para su vida: “La moda no me provocaba interés. Entonces, empecé a buscar qué era lo que quería hacer. El tema es que en ese querer reacomodarme ya tenía 35 años”.
A pesar de que tuvo muchas dudas, Paula decidió transformarse en muchos aspectos de su vida. Aunque el miedo casi la paraliza, terminó buscando lo que sabía hacer y, a su vez, aquello que le daba mucho placer. De esa manera, encontró su gran pasión: plantar.
“Cada vez me gustó más y de la huerta pasé a plantas medicinales”, contó Colombini, y agregó: “Tengo algunos proyectos para el futuro. Uno tiene que ver con hacer talleres de cocina con lo que se coseche en la huerta, con un chef y una sommelier. Y el otro es tener una marca muy sintética de productos que tengan que ver con el descanso”.