Gustavo Rey fue uno de los actores más reconocidos durante la década de los 80 y la de los 90. Realizó diversas películas, obras de teatro y novelas que impulsaron su carrera al máximo, como es el caso de "Inolvidable" (1992) y "Celeste, siempre Celeste" (1993). Sin embargo, el tiempo pasó y su vida fue dando diversos giros.

En la actualidad tiene 68 años y se considera un "tipo con suerte", ya que pudo lograr diversos proyectos y salir adelante. Piensa que es afortunado y siempre recuerda su pasado: por momentos trabaja de su profesión y, por otros, brinda capacitaciones diversas, motivo por el cual nunca se quedó sin un ingreso económico.

Si bien algunos proyectos no resultaron como él deseaba, pudo "reflotar" algunas propuestas actorales y siempre intenta seguir apostando a la actuación. De acuerdo a sus dichos en una entrevista, se siente orgulloso de haber podido formar parte de elencos estelares y de haber conocido a otras figuras importantes del espectáculo.

La carrera actoral de Gustavo Rey, el momento en el que abandonó su profesión y sus recuerdos laborales

El actor considera que "la vida siempre fue muy amorosa" con él, ya que pudo trabajar en el ámbito actoral desde joven. Constantemente recuerda sus comienzos en la película "No toquen a la nena" (1976), una comedia que fue protagonizada por Luis Politti y María Vaner.

"Hubo épocas en que trabajé muchísimo y casi no paraba, terminaba una novela y empezaba otra. Ahora no hay nada, es una tristeza. En las épocas en que había poco, vendí seguros de vida", contó en referencia al momento más "complicado" que le tocó atravesar. En 1998 se separó y dejó la profesión hasta 2003.

Después de cinco años, le pidió "a Dios" conseguir trabajo pronto, puesto que no tenía cómo pagar el alquiler del departamento en el que estaba viviendo. Piensa que tiene "suerte" porque, después de ese pedido, le surgió la oportunidad de formar parte de "Rincón de luz" (2003). Más tarde, pudo integrar el reparto de "Padre Coraje" (2004).

"Soy un tipo con mucha suerte", agregó al respecto. Consiguió algunos empleos sin buscarlos, le dieron personajes sin asistir a las audiciones, y cuando tuvo "problemas" se los generó "solo", según él. En No toquen a la nena conoció a Lautaro Murúa, Pepe Soriano, Norma Aleandro y Julio De Grazia, además de a Politti y Vener: "Por eso digo que soy afortunado", sumó.

Y contó: "Siempre la pasé bien y tuve buenos compañeros. Me divertía mucho, aunque el éxito no me gustaba tanto porque era casi acoso. No podía estar en la playa tomando sol porque de pronto veía que se oscurecía todo, abría los ojos y tenía a veinte personas alrededor. Fui parte de los 'galancitos' gracias a Raúl Taibo, con quien hice 'Señorita Andrea' (1980), con Andrea Del Boca. Se extraña ese momento de tanto trabajo. Lo último que hice en televisión fue hace mucho, creo que 'Herencia de amor' (2010) con Sebastián Estevanez".

Qué es de la vida de Gustavo Rey

Hasta antes de la pandemia estaba trabajando en el teatro y "se volvía loco" llevando a cabo tres obras a la vez. Sin embargo, su mamá se enfermó y falleció en 2019, por lo que su vida dio un giro: varios proyectos laborales no se concretaron. Ahora está jubilado, alquila una casa familiar y tiene ahorros que le permiten vivir.

"Hace años que doy capacitaciones en empresas y hago dirección de castings", reveló. Vive con su hijo Ignacio, quien tiene 27 años, es periodista deportivo y vende relojes. "Somos un desastre. Entre los dos cocinamos, limpiamos, ordenamos. Más yo que él, pero bueno, nos llevamos muy bien", explicó sobre la relación que poseen.

Hace años que no está en pareja y tampoco se encuentra "apurado": "Soy muy enamoradizo, pero ahora tengo un poco de miedo porque este se rompe siempre", detalló en referencia a su corazón. En el mismo sentido, recordó a la actriz Déborah Warren, con quien se casó en 1981 y estuvo en pareja durante cuatro años.