Víctor Laplace fue uno de los actores más importantes en televisión, cine y teatro durante las décadas del 80 y 90. Gracias a su talento y simpatía, logró posicionarse ante el público y cosechó grandes éxitos, pero a pesar de la fama, la vida le puso difíciles pruebas que pudo superar gracias a su hijo. Poco a poco se fue alejando de la industria artística y encontró la tranquilidad que durante tantos años busco.

Nació en mayo de 1943 en la localidad bonaerense de Tandil. Pertenecía a una familia clase media (papá joyero relojero, mamá ama de casa), por eso desde pequeño aprendió a trabajar duro. Hasta sus 14 años fue obrero metalúrgico en su ciudad natal, pero se dio cuenta de que quería otra cosa para su futuro y decidió perseguir su sueño que era la actuación. Siendo muy joven, viajó a Buenos Aires para profesionalizarse y además, aprovechó el momento para aprender más de la política que era otro de sus hobbys. 

Cuando llegó a Capital, trabajo en publicidad. 

Tiempo después de que llego a Ciudad de Buenos aires, comenzó a estudiar actuación. Debido a sus grandes dotes para interpretar y a su belleza, consiguió ser conocido entre los productores rápidamente. Su primer trabajo profesional fue en el cine para 1971. La película se llamó "Argentino hasta la muerte" y fue coprotagonista. Luego, su carrera siguió avanzando a paso firme y constante. Su trabajo como actor fue variado y excesivo, fue protagonista y participó de innumerables títulos aunque se desarrolló principalmente en la pantalla grande. 

Desde sus inicios, supo mezclar la política y sus proyectos laborales. Así llego a 1996 en el rol de Juan Domingo Perón en la película Eva Perón de Juan Carlos Desanzo. También se pueden destacar otros films como: "Lola Mora", "Un amor en Moisés Ville", "La guerra del cerdo", entre otras. No se puede negar, que este actor se volvió reconocido por su gran versatilidad, ya que podía desarrollar desde un drama, una comedia o un policial. 

Uno de los personajes más destacados de la carrera de Laplace es el de Perón. 

En 1971, en pareja con Renata Schussheim, fue padre de Damián, su único hijo. Para 1975, Laplace y Nélida Lobato (quien era paraje en ese momento) debieron exiliarse a México por la amenaza de la Triple A. Este fue uno de los momentos más difíciles para el actor. Según comento en distintas entrevistas, estaba muy triste no solo por estar lejos de su familia sino que también porque había dejado mucho trabajo en Argentina sin saber si algún día volvería. Toda esa angustia, la canalizo con el alcohol que poco a poco fue desgastando su salud y bienestar"Estaba muy triste y muy angustiado así que todo lo que venía yo me lo tomaba", dijo el actor en el programa PH en 2021.

Durante varios años estuvo preso de esta adicción a la bebida. Un día, mientras seguía lejos de Argentina, se planteó que no quería estar más en este mundo y estaba a punto de cometer un gran error, sin embargo, en ese preciso momento pensó en su hijo y se salvó. Tiempo después, con la llegada de la democracia, logró volver al país y se puso la meta de consolidar su carrera como acto actor. 

Hoy, su hijo y su nieta forman parte del sostén del actor. 

Por otro lado, la pantalla chica fue otra de sus grandes casas. Participo de ficciones que fueron muy exitosas entre el 95 y 2000. Algunas de las más conocidas son: "Por ese palpitar", "Gasoleros" donde le dio vida al personaje de Piccolo y Poliladron que hizo el papel de Ponce. En sus más de 30 años de carrera, realizo un sin fin de actuaciones en la televisión argentina. 

El teatro fue un gran amigo, sobre todo en los últimos años. A lo largo de su carrera hizo arriba del escenario desde dramas hasta comedias musicales, acompañado de los músicos, actores y cantantes más importantes de la región. Algunos de los proyectos más destacados por la crítica fueron "Los de la mesa diez", "La mar estaba serena", "Timón de Atenas", "Un día en la muerte de Joe Egg", entre muchas otras obras. 

Laplace se destacó en decenas de proyectos.  

En estos últimos años, algo en la vida de Laplace cambio. Decidió que era tiempo de descansar y se volvió a su Tandil natal. Según contó no le falta trabajo, sin embargo, por cuestiones propias de la edad siente que ya no puede tomar la misma cantidad de empleos que cuando era joven. "Ya no tenés la misma memoria que antes, entonces te cuesta mucho aprender los textos", dijo en una entrevista donde le preguntaron por qué ya no se lo ve en las pantallas. 

Asimismo, resaltó que no es el fin de su carrera, de hecho, tiene planes a futuro porque al fin y al cabo la actuación le da vida. Con 53 años de carrera, se consagró como uno de los actores más queridos por el público argentino, además, sigue demostrando su talento en la interpretación. En total, se estima que tiene más de 60 películas hechas, decenas de ficciones televisivas y muchas obras teatrales de renombre. 

A pesar de los años, Víctor Laplace continua vigente.