Por Francisco Nutti
@franNutti

Las frutas y verduras aumentaron significativamente en las últimas semanas en gran parte del país, de hecho, algunos productos hasta duplicaron su precio en relación con el mes de diciembre. Sin embargo, con el correr de los días algunos valores se fueron "acomodando". ¿Por qué suelen darse estas subas y cuáles son las próximas a aumentar? Crónica dialogó con comerciantes y productores, quienes manifestaron sus opiniones al respecto

Ante la pregunta de este medio, los trabajadores del sector sostienen que el aumento es temporal y que lo que influye es el calor, la lluvia o la sequía. Cabe destacar que hoy por hoy un kilo de tomates cuesta más de $250, una de las verduras de estación más consumidas.

"El precio de la fruta y la verdura tiene que ver con la estacionalidad y con la distancia. No es lo mismo un tomate producido en Buenos Aires en plena estación que un tomate de Salta, donde tenés costo adicional de fletes", dijo a cronica.com.ar Agustín Suárez, miembro de la coordinación Nacional de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT). En esa línea aseguró que "también está la especulación, y así es como se conforma el precio de cualquier producto".

"El precio de la fruta y la verdura tiene que ver con la estacionalidad y la distancia", dijeron desde la UTT.

"Las que son próximas a subir o próximas a bajar tiene que ver con la estacionalidad. Se puede dar que el tomate tendría que estar barato y está caro pero por una cuestión climática", continuó y explicó que tiene en mente un plan para que el Estado intervenga en la planificación de la producción de frutas y verduras. Entre las propuestas, detalla: adelantar o atrasar los períodos de cosechas, la promoción a través de la comunicación y la multiplicación de hectáreas de la agroecología. "La acroecología es un término económico, si aumentamos la producción agroecológica nos independizamos del dólar", dijo. 

A su vez, un puestero que trabaja en el Mercado de Abasto señaló queEl precio impacta pero a nosotros nos llega así; compramos por mayor y revendemos pero llegan a la verdulería con un aplicación de un 40% o más, eso ya depende de los verduleros. A nosotros nos llegó el tomate a más de $1.500 y lo tenemos que revender y así es la cadena. La banana $3.500 el cajón y si usted lo divide saca el kilo a precio de costo, a eso se aumenta mucho más”.

“El verdeo es lo más caro. Lechuga, brócoli, espinacas, los cajones que son chicos llegan a más de $1.700. Es impresionante cómo aumentaron pero es la época y el clima, nada podemos hacer. Aquí la gente común puede encontrar más barato, pero desde aquí llevan mucho los verduleros, entonces aplican ellos hasta un 50% más, todo depende”, indicó a El Ancasti.

En el Mercado Central se puede conseguir con precio diferencial y lo aprovechan quienes más temprano llegan, ya que el lugar a las 5 de la mañana está trabajando a pleno. Quienes llegan más tarde y, según los mismos puesteros, ya consiguen la verdura a otro precio.

Si bien todos conocen que el aumento es momentáneo y a diferencia de otros productos alimentarios, la fruta y la verdura tienen precios de estación. Lo que sí preocupa es el aumento a quienes a diario acuden a las verdulerías de barrios a comprar, no solo porque nadie regula el precio sino porque existen precios exorbitantes que nadie comprende, porque por un kilo de bananas se debe pagar hasta $280 o la manzana a $200.

Fuertes aumentos

Carolina, quien tiene una verdulería ubicada en Avenida Santa Fe al 5036, en el barrio porteño de Palermo, coincidió en que los precios de su mercadería se fueron por las nubes. "Con la falta de regulación, no hay forma de tener precios bajos en productos de estación", expresó y detalló que "lo que sigue estando barato es la naranja, a $70 el kilo".

"La fruta de carozo no baja de los $300, el melón que fue de estación estuvo carísimo todo el verano y el tomate hoy está por las nubes. Tendríamos que tener un tomate a $100 y está a $350", aseguró la comerciante y aclaró que si bien "la lechuga bajó un poco, igual está cerca de $500, cuando antes como cara rondaba en los $200".

"Hoy no tenés fruta barata, la manzana sigue subiendo, la banana por la cotización del dólar, también. El morrón está caro y ya la gente consume poco y nada", agregó. Asimismo, por otro lado, reconoció: "Nos cuesta vender algunas cosas como el zapallito y la berenjena e incluso los zucchinis que no son tan caros, lo mismo el puerro y el verdero que está $400 el kilo y el pepino que vale $220".

"Por lógica todo tendría que empezar a disminuir el precio pero no baja nada, el brócoli y el colifllor, carísimos. Una espinaca cuando a veces la tenemos 2x100 hoy está a $180 el atado. Está todo por las nubes, la gente cada vez compra menos y creo que una vez que se llega a un precio después los productores y el Mercado Central no los bajan. Yo vendo huevos y el maple está $400, cuando hace un mes estaba a $250", cerró la trabajadora. 

En las provincias

El sector se encuentra en una situación compleja, ya que el calor ha pegado duro en lo que es la producción, explicó hace unos días Omar Carrasco, presidente de la Unión Frutihortícola Argentina en declaraciones radiales. 

El aumento de precios es, entonces, provocado por la ola de calor extrema en todo el país, especialmente en las zonas hortícolas de Buenos Aires, Mendoza y Santa Fe. Las altas temperaturas tienen como consecuencia frutas y verduras de baja calidad, así como pérdidas a la hora de la recolección", remarcó y concluyó:  En el caso de la papa, al faltar el agua, la planta “se marchita y absorbe el agua de la papa que está bajo tierra. Y en Buenos Aires en los últimos días (especialmente en la zona de Tandil), las abundantes lluvias impidieron la cosecha de la papa, lo que generó menor oferta y un consecuente aumento de precios.