A 40 años del hundimiento del crucero ARA General Belgrano durante la guerra de Malvinas, el rompehielos ARA Almirante Irízar viajó hasta el sitio en que ocurrió la mayor tragedia de la historia naval de la Argentina durante el conflicto bélico con Inglaterra. El Grupo Crónica estuvo allí y realizó una cobertura especial.

La Armada Argentina realizó esta mañana en la base naval de Puerto Belgrano un acto en homenaje a las 323 víctimas del ataque con torpedos por parte del submarino británico Conqueror el 2 de mayo de 1982.

Verónica Benaim, enviada especial del Grupo Crónica embarcó en el rompehielos ARA Almirante Irízar en Ushuaia para compartir desde adentro todos los detalles del viaje de 24 horas para llegar hasta el lugar donde el buque argentino fue hundido.

“Desde que subimos el domingo por la tarde en Ushuaia no paro de impresionarme”, comenzó relatando la periodista. “Me siento muy emocionada como fueguina de tener la oportunidad de navegar por territorios de mi provincia que pensé que nunca iba a conocer, es más otros no sabia de su existencia”.

Cerca de las 16 embarcamos en el Irizar. Al alejarnos de la costa ushuaiense llegó un mensaje de la compañía de mi teléfono celular avisándome que el roaming se había activado: "Bienvenido a Chile", decía el mensaje. También me había cambiado el uso horario, pasamos a estar una hora atrasados”, continuó.

La visita a uno de los sitios más emblemáticos de la guerra dejó ver el funcionamiento de las Fuerzas Armadas mar adentro. “La Marina es un mundo desconocido para mí, desde la embarcación, las relaciones humanas entre tripulantes y la belleza del Atlántico Sur. En el buque más importante de su clase por operar en la Antártida somos en total 283 tripulantes. La mayoría está de regreso a casa, luego de haber estado 4 meses embarcados abocados en la campaña antártica”, contó la enviada especial.

Verónica Venaim, enviada especial del Grupo Crónica embarcó en el rompehielos ARA Almirante Irízar en Ushuaia.

Sobre la labor militar en el barco Benaim destacó: “La organización que tienen y el respeto con el cual dirigen entre ellos me sorprende. Cada uno tiene su rol en este barco que es una mini ciudad y los horarios de desayuno, almuerzo, merienda y cena están bien establecidos. A las 20 cenamos. Un plato de fideos con estofado nos esperaba en el comedor. De postre durazno con dulce de leche. El comedor está al lado de la cocina y es amplio. Tiene una sala de estar con sillones una televisión con antena satelital y hasta una playstation”.

El momento de la cena se prestó para intercambiar experiencias con algunos de los asistentes y parte de la tripulación. “Al estar tanto tiempo en altamar la comida es a base de lata o alimentos perecederos. En la cena intercambiamos charlas con muchos de los tripulantes. Arriba del Irizar hay médicos, ingenieros, cocineros, pilotos de helicópteros, contadores y hasta un cura. También uniformes de todos los colores dependiendo la fuerza a la que pertenecen: mamelucos blancos, azules, verdes”, detalló Verónica.

La jerarquía en los cargos es fundamental, aseguró. “Al de mayor rango se le dice "señor" nos comentan. Todos esperan volver a sus casas. En la Armada hay más gente del NOA y en la Fuerza Aérea pertenecen al centro del país. Se podría decir que el 30% son porteños, un 20% de la zona de Punta Alta, Bahía Blanca, Mar del Plata y el resto de distintas provincias, dijo la periodista.

Durante la cena la enviada especial pudo intercambiar experiencias con tripulantes de todo el país.

La noche

"Antes de acostarme a dormir, no pude evitar salir a cubierta a disfrutar de la noche. Pese a las bajas temperaturas sin ninguna interrupción de luz, la visión nocturna en el océano permite disfrutar del cielo explotado de estrellas. Una imagen muy difícil de captar con la lente de una cámara pero que sin dudas quedará en mi memoria", relató emocionada.

Conciliar el sueño en medio de semejante experiencia y con los movimientos típicos del océano no es tarea fácil. "Dormí en el camarote 407 en la cubierta 04. La cama es muy cómoda aunque cuesta lograr el sueño cuando la embarcación está moviéndose de un lado a otro. A las 7 de la mañana me despierto al escuchar por altavoz tres veces la palabra Diana. Y es que Diana era la trompeta que se utilizaba para levantar a la tropa. Cosas que uno va aprendiendo. Es momento del desayuno. De cargar energías para un día que estará lleno de emociones", contó Benaim.

"Es 2 de mayo y después de 40 años estamos yendo por primera vez a la zona donde el ARA General Belgrano fue atacado por el submarino nuclear inglés HMS "Conqueror" en momentos en que navegaba a 35 millas al sur de la zona de exclusión determinada por Gran Bretaña alrededor de las Islas Malvinas", explicó la enviada especial de Crónica antes de cubrir el homenaje en el lugar del crimen de guerra.

Una zona de dificil acceso

En exclusiva para el medio, el ministro de Defensa Jorge Taiana comentó que hubo dos intentos de llegar hasta este lugar: uno aéreo y otro con barco, pero "son zonas inhóspitas complejas para la navegación".

En el hundimiento de los 1.093 tripulantes que tenía a bordo, murieron 323, casi la mitad del total de muertos argentinos en la guerra; y unos 770 lograron sobrevivir en balsas inflables, pero debieron esperar varios días en el mar, con temperaturas bajo cero, para ser rescatados.

Esta tarde serán recordados con un acto oficial en el que además participarán tres sobrevivientes de ese día. "La emoción está a flor de piel", concluyó Verónica.

En el interior del rompehielos ARA Almirante Irízar sintonizan Crónica HD.

Seguí en vivo la transmisión exclusiva del Grupo Crónica

El minuto a minuto, las notas, imágenes y videos del acto podrán compartirse desde el Grupo Crónica, integrado por el canal Crónica HD, los diarios Crónica y Bae Negocios, y el Grupo La Opinión Austral, que estarán presentes en exclusiva.

Además, seguí toda la información desde las páginas web de laopinionaustral.com.ar, cronica.com.ar y baenegocios.com.