Este es el presente de Paula Colombini: fue una "modelo top" en los '90, pero abandonó su carrera para dedicarse a su verdadera pasión
La modelo generó mucha repercusión durante su etapa de fama, pero hace varios años decidió dejar de lado esa profesión para ocuparse de la naturaleza. Paula Colombini tiene 51 años y actualmente está "orgullosa" de "poder elegir" su trabajo.
Paula Colombini fue una de las modelos más reconocidas en los '90, cuando se dedicaba a las pasarelas y a la moda. Sin embargo, decidió alejarse del rubro para dedicarse a otra de sus pasiones, la cual despertó en ella un nuevo estilo de vida que la hace sentirse "orgullosa".
A los 18 años comenzó a estudiar Diseño de Imagen y Sonido en la Universidad de Buenos Aires (UBA), pero dejó la carrera porque le surgió la oportunidad de modelar en distintas ciudades internacionales, incluyendo Nueva York (Estados Unidos) y París (Francia).
De todas formas, la pandemia por la Covid-19 hizo que materializara uno de sus más grandes pasatiempos en un emprendimiento. Además, se mantiene activa en las redes sociales, donde comparte consejos sobre la naturaleza y recomendaciones sobre el mundo de las plantas.
Paula Colombini: su carrera como modelo y un deseo que la llevó a cambiar su vocación
Paula tuvo mucho éxito durante su etapa de modelaje, trabajando en diferentes agencias y llevando a cabo campañas variadas. No obstante, abandonó esa profesión y apostó por el diseño y la indumentaria, llegando a abrir un negocio de ropa y a tener su propia marca.
"Fui muy feliz, me encantó lo que hice y creo que parte de lo que soy hoy es parte de lo que fui. No reniego para nada porque tuve una carrera excelente, donde hice lo que quise, con las cosas que salieron y las que no", contó en referencia a esa época de su vida.
En 2020, durante el aislamiento, se propuso dedicarse a la huerta y a la naturaleza, cuestiones que le despertaban interés desde hace tiempo pero que nunca salieron del círculo personal y hogareño. Así, lo transformó en un estilo de vida irreversible, el cual continúa llevando en el presente, a sus 51 años.
Lo curioso es que hace más de 20 años comenzó su huerta. "Para mí es un proyecto de vida. Siempre estuve vinculada al tema, pero la pandemia me atravesó completamente y quería hacer algo que realmente me llamara la atención. Empecé a pensar y dije: 'Yo sé cultivar, sembrar'. Fue como la punta del iceberg. Sentí como si hubiese explotado el cuerpo y no paré", contó recientemente.
El presente de Paula Colombini: un pasatiempo que se convirtió en su estilo de vida
La marca de la "modelo top de los '90", como se define en su cuenta de Instagram "colombinipaula", está dedicada a los cursos de huerta orgánica y a las recomendaciones varias. Además, tiene una tienda de macetas y cajas para realizar compost.
La firma invita "a poner las manos en la tierra y explorar la sustentabilidad para enraizarnos", tal como lo indica. En el mismo sentido, la modelo considera que "el lujo está en la naturaleza" y su interés surge del bienestar que le produce trabajar la tierra. "Yo me levanto muy temprano, tipo 5, 5 y media de la mañana, y a veces me prenden la luz porque se hace de noche y sigo en la huerta", contó.
"Es un lugar donde soy muy reflexiva. La huerta para mí es una manera de comunicar y poner las manos en la tierra es muy sanador", añadió. Sobre su emprendimiento, reveló que al principio no se animaba a lanzarlo: "Me daba inseguridad no tener un título, pero mi entorno me acompañó y me impulsó. Ahí dije: 'Tengo mucha experiencia y voy a hablar desde ahí'. Y en el camino me encontré con gente que estudió un montón, que es muy generosa y que quiere compartir lo que sabe. Todo eso me dio la confianza para empezar", detalló.
Se capacitó por su propia cuenta y cada vez se metió más en el tema. Ahora estudia paisajismo con plantas nativas, hace un curso de suelo, composta y hasta va de oyente a la facultad de Botánica de Luján. "Encontré mi pasión y me siento muy afortunada", aseguró Paula.
El comienzo de un gran proyecto: la marca de Paula Colombini
"Empecé con dos talleres de huerta orgánica y armado de bancales, una tienda de productos amigables con el ambiente y una sección de diálogos en la que converso con los que más saben. Además, hay una parte de servicios a través de la cual llevo adelante varios proyectos", señaló sobre su firma.
Se llama "Betarraga", un nombre que significa "remolacha". Le puso así porque le resulta "muy simpático y musical", y porque le gusta tanto por "su color" como por su sabor. "Es conectar huerta y ambiente, poner las manos en la tierra, explorar la sustentabilidad", expresa la descripción de la marca.
"Estoy superorgullosa porque con las necesidades básicas totalmente cubiertas, siempre sentí que podía elegir. Y así como un día no elegí más eso (el modelaje), hoy elijo esto. Es re importante esa posibilidad... Mi gran transformación empezó las 35, cuando se supone que tenés que seguir con lo que venís haciendo, más si te va bien... Pero simplemente hay que animarse y no frustrase", finalizó.