Los viajes relámpago han conquistado mucha popularidad dentro de la sociedad argentina, dado que son mucho más económicas y hasta se pueden disfrutar de otra manera aquellas "joyitas" que fueron adquiriendo mucho reconocimiento y halagos porque combinan a la perfección el turismo con la naturaleza.   

Si querés aprovechar al máximo del fin de semana extra largo o seguís en la búsqueda de un destino bueno, bonito y barato para pasar tus próximas vacaciones, hoy te presentamos un pueblito de solo 400 habitantes que está "escondido" en medio de las sierras y es decorado por magníficas postales donde las "playitas" se llevan todas las miradas. 

Un rincón detenido en el tiempo para conectar con la naturaleza. 

Un pueblito "escondido" en medio de las sierras 

La Higuera es una pequeña localidad "escondida" dentro departamento Cruz del Eje, noroeste del territorio de Córdoba. Dada su ubicación, se encuentra inmersa en medio de los llanos que se forman entre las sierras y delimitado con las aguas del río Pichanas. Asimismo, vale la pena destacar que, sus añosos árboles, regalan tonos verdes por doquier y pintorescos balnearios para disfrutar de los días cálidos.

En cuanto a su acceso, también es sumamente sencillo porque está a la vera de la Ruta Provincial 15, encargada de unir del sur al norte todas las localidades del oeste de la provincia. Desde la capital regional, tendrás que recorrer unos 180 kilómetros, es decir, unas 3 horas de viaje a través de un hermoso camino natural que atraviesa los cerros.

Por otro lado, hay que mencionar que está en la cercanía de famosos pueblos turísticos como es el caso de Mina Clavero (92 kilómetros); Villa de Soto (22 kilómetros); San Carlos Minas (20 kilómetros); entre muchos otros sitios que entremezclan una gran variedad de actividades al aire libres y paisajes de película. 

Un rincón soñado para disfrutar en cualquier momento del año. 

Paisajes de película para desconectar de todo

El pueblo de La Higuera está emplazada entre las localidades de Villa de Soto y San Carlos Mina, sitio donde estaban asentados los pueblos originarios de Córdoba, Comechingones. De hecho, se auto-reconoce como el primer pueblo de la provincia que declara su existencia prehispánica, es decir, antes de la llegada de los colonizadores españoles. Pese a la inevitable llegada de los extranjeros, nunca perdieron las raíces originarias. 
Rodeado de tullidos árboles, este rincón ofrece postales que parecen salidas de cuentos de hadas, aunque también se asemeja a aldeas pueblitos del norte argentino. Por otro lado, las sierras regalan espléndidos miradores y recreos, ideales para disfrutar los mates de la tarde, donde se puede conectar con la fauna y flora. 
Uno de los mayores atractivos de la localidad cordobesa es el río Pichanas, él cuál es famoso por tener aguas completamente cristalinas. En este sentido, a lo largo de la región, se pueden encontrar playitas y, a la altura del puente, el curso se encajona entre las piedras y forma piletas naturales con cascaditas

La cultura como atractivo 

Este encantador pueblo se desarrolló alrededor de la Iglesia Nuestra Señora del Rosario, que fue erigida sobre los restos de su predecesora y se destaca por su pintoresco color rosa, él cuál la distingue de otros edificios de la zona. Muy cerca de este punto, se puede visitar el Museo Popular de Historia Regional Macat Henen, cuyo nombre hace referencia al cacique Macat. 

En relación con la cultura de sus pobladores originarios, cada agosto, se realiza en su plaza principal el ritual ancestral en agradecimiento a la Pachamama. Esta típica celebración es sinónimo de mucha alegría y orgullo. Además, se realizan diversas actividades culturales y espectáculos artísticos.

Por otro lado, La Higuera es el punto de partida del camino religioso de la "Estancia Jesuítica  La Candelaria". Sus rincones guardan la magia de ser la más solitaria y lejana de las edificaciones de este grupo e incluso aún conserva su paisaje tal como lo vivieron los aborígenes. 

Un recorrido histórico por La Higuera.