Escapada: el pueblito cerca de CABA que espera a los visitantes con paisajes de película y mucha tranquilidad
Esta pintoresca localidad cuenta con una laguna espectacular que cautiva tanto a grandes como a chicos. Además, se destaca que posee distintas ofertas y planes para pasar una estadía única.
A pesar del comienzo de las clases y el retorno a la rutina, cualquier fin de semana es una ocasión ideal para emprender alguna escapada gasolera cerca de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Ya sea que cuentes con vehículo propio o tengas que tomar trasporte público, a poquitos kilómetros de las principales urbes, hay alternativas para todos los gustos y presupuestos.
En esta oportunidad, te presentamos un pueblo "poco conocido" que reúne paisajes de película gracias a su bella laguna de aguas celestes que es hogar de exótica fauna y atardeceres alucinantes. Asimismo, se destaca que cuenta con un complejo termal perfecto para descansar de la rutina.
Un destino cerca de CABA para desconectar de todo
Melincué es una pequeña localidad, cabecera del departamento General López, ubicada al sur del territorio santafesino. Su peculiar nombre, deriva de uno de los principales atractivos del lugar: la laguna de aguas celestes, que ocupa unos 95 kilómetros, y es casa de una gran diversidad de fauna y flora regional.
Dada la ubicación de este pueblo, él cuál cuenta con solamente 2200 habitantes, se posiciona como un destino ideal para visitar en cualquier momento del año porque está situado en la proximidad de importantes destinos turísticos y de la propia Capital Federal. En este sentido, Rosario se encuentra a solo 120 kilómetros; la capital provincial a unos 290 kilómetros y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a poco más de tres horas de viaje (337 kilómetros).
Asimismo, se destaca que su acceso es sumamente fácil, ya sea que viajes desde CABA o desde cualquier lugar de la Región Mesopotamia, ya que se encuentra a la vera de la Ruta Provincial 90, la cual nace gracias a la intersección de la Ruta Nacional 9 a la altura de Villa Constitución, y próxima a su cruce con la Ruta Provincial 93, conocida por unir Santa Fe con Córdoba.
Una laguna con paisajes de película
La laguna y Reserva Natural del Humedal de Melincué está alojada en una pequeña zona de depresión tectónica. Como el fondo de este caudal está por debajo del nivel del mar, sus aguas tienen sedimentos minerales que son muy beneficiosos para la biodiversidad de la región y el turismo en sí, ya que sus paisajes invitan a reconectarse con la preciosa naturaleza.
La fisonomía del lugar representa particularidades completamente únicas porque tiene forma ondulada. La vegetación es de carácter pampeano, como es el caso de las herbáceas, praderas y estepas. En tanto, la fauna es netamente de gran riqueza y abundancia, de hecho, se pueden encontrar aves acuáticas, tanto residentes como migratorias de nivel regional y hemisférico.
Este espacio paradisiaco no solo impresiona por su belleza natural, sino también por la pureza de su aire. Además, ofrece una experiencia de tranquilidad y conexión con la naturaleza que pocos sitios pueden brindar. Por este motivo, se pueden realizar numerosas actividades náuticas y observar el despliegue de los exóticos flamencos o animales típicos de la región en los atardeceres anaranjados.
Un sitio con rica historia
Como otros pueblos de Argentina, Melincué nació por la gran importancia que cobraron las aguas termales de la laguna. De esta manera, a principio de los años 1930, con la máxima bajante del caudal de agua, una compañía construyó un majestuoso hotel sobre una de las seis islas naturales que conformaban el lugar. Sin embargo, años más tardes, la misma naturaleza provocó el desborde, y el agua ingresó al pueblo.
Actualmente, hay un sector de la localidad que permanece bajo el año y parece "detenido en el tiempo" dado que cumple con la típica estética de los años 30. Para conocer más acerca de su pasado, los mismos vecinos encabezan sorprendentes recorridos por estas áreas que deja a todos sin palabras.
Para culminar el paseo, no se puede dejar de recorrer el Museo Histórico de Melincué, que resulta un lugar clave en lo que refiere a la cultura de sus habitantes y un viaje al auge de este pueblo que pretendía ser una potencia del turismo de salud. Aquí, encontrarás desde objetos que fueron hallados con la bajada de las aguas y hasta testimonio de los primeros pobladores.
Un pueblo para relajarse de todo
Continuando con las virtudes curativas de las aguas de la laguna de Melincué, para aquellos que buscan un fin de semana de descanso y desconexión, pueden visitar el complejo termal. Este sitio cuenta con fascinantes piscinas de cara a las aguas celestes del espejo, solarium para aprovechar el aire tranquilo y amplios corredores naturales para que te adentres dentro de la flora y fauna.
Por otro lado, el resort garantiza una experiencia excepcional tanto con su hospedaje como con los restaurantes que sirven platos típicos de la región como pescados frescos y fiambres caseros. Además, si querés disfrutar al 100% de cada uno de los rincones de la localidad, se dan bicicletas para paseos y otros servicios que completan la oferta de actividades, como es el caso de las canchas de tenis, pádel, golf y muchas otras.