Dentro de los atractivos más imponentes de la provincia de Buenos Aires se encuentran la Costa Atlántica, que recibe miles de visitantes todo el año, sin embargo, hay pequeñas joyitas "escondidas" de las grandes muchedumbres que invitan al turista a desconectarse de todo. Si tu objetivo para estas Pascuas es descansar de la agitada rutina, no podés dejar de conocer estos dos pueblos con playas solitarias

Desde el jueves 6 y hasta el 9 de abril tendrá lugar un nuevo fin de semana extra largo y, con el fin de impulsar el turismo local, desde el Ministerio de Turismo y Deporte impulsaron nuevos beneficios en el marco del Previaje 4.

Desconéctate en las playas bonaerenses. 

En esta oportunidad, el programa no solo incluirá el reintegro del 50% de los gastos efectuados en el viaje y el 70% de devolución para jubilados que poseen Pami, sino que se incorporó precios máximos a los servicios hoteleros y cuotas sin interés en Aerolíneas Argentinas. Teniendo en cuenta este anuncio, ya no tenés excusas para no viajar. 

Las escapadas cerca de CABA son un excelente plan para implementar durante estas Pascuas, ya que no solo se encuentran a poca distancia del hogar, sino que también no se necesita de grandes presupuestos. Asimismo, se destaca que tienen variedad de actividades para hacer en familia, a pesar de que son "poco conocidas"

Dunamar

Es un pequeño poblado que está ubicado dentro del partido de Tres Arroyos. Si bien es "poco conocida" limita con el conocido balneario de Claromeco y se encuentra a unos 565 kilómetros de Capital Federal.

Llegar hasta allí es sumamente fácil, ya que simplemente se sale por la Riccheri hasta la Autopista Ezeiza-Cañuelas. Luego, tomar la Ruta Nacional 3 hasta el kilómetro 492 donde se toma la Ruta Nacional 228 y finalmente, doblar por la Ruta Provincial 73 que conduce a la entrada de la localidad.  

Durante el verano lo que más se destaca son sus playas que se caracterizan por ser prácticamente virgen, de hecho, las arenas son claras y la contaminación sonora no existe. Otro de los puntos más lindos es el frondoso bosque que posee acacias, tamariscos, pinos y eucaliptus que cambian de color con cada estación. 

En este circuito natural se pueden realizar desde caminatas, paseos en bicicleta, cabalgatas, pícnics al aire libre y mucho más, sin embargo, vale la pena destacar que lo más preciado es la tranquilidad

Descansa y diviértete en Dunamar. 

En Dunamar se practican numerosos deportes acuáticos como surf, kite surf, kayak, entre otros. Además, fue bautizado como el paraíso de la pesca debido a sus tranquilas aguas de mar y arroyo. Por otro lado, si el clima no se presta para ir a la playa, en la plaza central hay variedad de actividad y juegos para los más chiquitos de la familia.

Camet Norte

Es una pequeña localidad balnearia que está "escondida" a pesar de que se encuentra al lado de Santa Clara del Mar y dentro del  partido de Mar Chiquita a unos  400 kilómetros de la capital. Llegar a este pintoresco sitio lleva cuatro horas, ya que se debe salir por la Balbín y empalmar con la Ruta Provincial 2. Continuar por dicha ruta hasta el kilómetro 387, donde se dobla por la Avenida Atlántida que conduce hasta el ingreso del lugar.
El principal atractivo de este pueblo radica en que está alejado de la locura de los populares balnearios y  aún conserva una tranquilidad envidiable. Las viviendas del sitio no solo se destacan por la baja altura, sino que también se caracterizan por ser coloridas, ya que mantienen la estética campestre. 
Aprovecha la tranquilidad de Camet Norte para desconectarte de la rutina. 
En cuanto a sus playas se distinguen por las arenas doradas, las aguas son claras y las barrancas que son protagonistas de maravillosos atardeceres. En la zona también se ubica una zona de acantilados donde se pueden disfrutar de los mejores paisajes.
Camet Norte es elegido principalmente para desconectarse del estrés de la cotidianeidad debido a que el descanso en este lugar está asegurado. Asimismo, posee otros atractivos que son perfectos para hacer en familia, como el paseo temático por los acantilados que muestran vestigios de la historia y la buena oferta gastronómica, donde se destacan principalmente las casas de té