Punta Alta es una ciudad ubicada en el municipio de Coronel Rosales, al sur de la provincia de Buenos Aires. Se encuentra a 675 kilómetros de Capital Federal y posee increíbles paisajes que vale la pena conocer. Sus playas tranquilas y de aguas claras hacen de este destino una excelente opción para realizar una escapada de fin de semana largo y disfrutar en familia o con amigos.

A solo 40 minutos de la ciudad de Bahía Blanca, se trata de una región de aproximadamente 60 mil habitantes que ofrece una amplia oferta turística. Los balnearios son ideales para quienes buscan conectarse con la naturaleza y, los museos, imperdibles para conocer la historia de la región.

Para llegar se debe salir desde la Ciudad de Buenos Aires por la Autopista Riccheri y tomar la Autopista Ezeiza-Cañuelas, seguido de la Ruta Nacional 3. En el kilómetro 671 se ubica el cruce con la avenida Tucumán, a la cual se debe acceder para dirigirse a la zona urbana. Sin embargo, para ir directamente a la costa, hay que seguir por la ruta durante unos minutos más.

La historia de Punta Alta

La región se fundó el 2 de julio de 1898, cuando comenzó la construcción de un Puerto Militar. Una gran cantidad de trabajadores se asentaron en el lugar mientras prestaban mano de obra en la edificación de la futura ciudad. Su nombre se debe a un accidente geográfico, a una "lengua" de tierra que se encontraba en el mar y que tenía una llamativa punta.

El lugar comenzó a ser reconocido de esa forma, por lo que la estación del ferrocarril que se construyó tiempo después llevó el mismo nombre. Históricamente, los habitantes se dedicaban a pequeñas actividades industriales y a otras tareas vinculadas con el desarrollo rural.

Debido al puerto y a las oportunidades de trabajo que este ofrecía, muchas personas decidieron vivir en Punta Alta y, rápidamente, ocuparon alrededor de 15 manzanas. En la actualidad, quienes viven allí se dedican a la industria metalmecánica, a las reparaciones navales, a la ganadería, a la agricultura y a la pesca. 

Turismo en Punta Alta

Además del balneario que lleva el mismo nombre, también se encuentran los llamados Arroyo Pareja y Punta Ancla. Son muy visitados por los turistas que buscan tranquilidad pero sin perder las comodidades: hay negocios, mesas, bancos, baños públicos, estacionamientos y hasta actividades para los más chicos de la familia.

De día, el mayor atractivo es la vegetación que rodea la zona. Cuando se va el sol, la región está muy iluminada, por lo que los visitantes tienen también la opción de concurrir de noche. La entrada a estas playas es gratuita.

Allí se puede acampar y los amantes de la pesca pueden asistir a algún club náutico. Además, hay diversos museos destinados a conocer la historia de la ciudad, así como a entender la composición de la tierra local. En ellos se pueden observar piezas fósiles, maquetas, moldes y otros elementos.