En el centro-sur de la provincia de Buenos Aires se esconde una pintoresca localidad llamada Laprida, que además de ser la cabecera del partido homónimo es un punto turístico sumamente atractivo porque reúne la tranquilidad del campo, las pacíficas aguas de la laguna y una serie de construcciones históricas que te llevan a un interesante viaje al pasado del país. Asimismo, los visitantes encuentran en este lugar la posibilidad de descansar y degustar ricos platos tradicionales. Si estás buscando un sitio que se adapte a distintos presupuestos y gustos, sin dudas esta es tu escapada ideal

La ciudad de 8 mil habitantes se encuentra a 458 kilómetros de Capital Federal y 150 de Azul. El viaje hasta allí lleva más o menos 5 horas, sin embargo, a pesar de la distancia es un plan perfecto para conocer otros pueblitos de la zona. Simplemente, salir por la Richerri, empalmar con la Autopista Ezeiza-Cañuelas y tomar la Ruta Nacional 3. Conducir por dicho camino hasta el kilómetro 300, doblar por la Ruta Nacional 266 y luego dirigirse por Ruta Provincial 51. Finalmente, manejar por la Ruta Provincial 86 que pasa por la puerta del paraje. 

Un repaso por la historia de Laprida 

A diferencia de muchos sitios de Argentina, esta ciudad nació en 1889 cuando el gobernador de la provincia de aquel entonces, Máximo Paz, promulgó una ley en la que se fomenta la creación de la localidad y el establecimiento de autoridades locales. Fue así que los terrenos que pertenecían a Pedro Pereyra fueron entregados para el establecimiento de los primeros edificios y calles. Poco a poco el proyecto fue tomando forma y se convirtió en un paraje agroganadero. 

 Para culminar con el proceso de fundación, en 1903, llegó el servicio público de transporte. En ese momento se inauguró el ramal Olavarría-Bahía Blanca de la línea General Roca. Con la consolidación de la zona, se bautizó la ciudad en homenaje al sanjuanino Francisco Narciso Laprida, quien fue presidente del Congreso de Tucumán de 9 de julio del 1916. Asimismo, se impulsó el crecimiento poblacional y se consolidó su economía. 

Laprida tiene mucha historia para contar. 

¿Qué se puede hacer en Laprida? 

Si bien la localidad posee gran variedad de atractivos y cuenta con todos los servicios, lo que más llama la atención a los visitantes que llegan a sus pintorescas calles es la tranquila y seguridad. Es cotidiano entrar en las veredas las bicicletas sin cadenas en las veredas, los negocios con las puertas abiertas de par en par, la calidez de su gente y lo lento que pasa el tiempo. 

En primer lugar, se destaca el llamativo circuito histórico que está compuesto por la plaza central que se encuentra rodeada de árboles y flores. En frente de este sitio se ubica el Edificio Municipal que fue diseñado por el reconocido arquitecto Francisco Salamone. Continuando con el camino se llega a la acogedora parroquia del pueblo y las casas antiguas que tienen la peculiaridad de ser bajas y modernas. Asimismo, el cementerio es un paso obligado para los amantes de la historia. 

Los edificios de Francisco Salamone son sumamente asombrosos

Para aquellos amantes de la naturaleza, no pueden dejar de visitar el complejo Laguna El Paraiso. Este lugar es ideal para todo la familia no solo por su belleza, sino que también reúne una serie de actividades gratuitas que son aptas para todo público. Este complejo cuenta con una pileta con distintas profundidades, zona de fogones y campamento, un anfiteatro rodeado de naturaleza donde se hace presentaciones artísticas, juegos para niños, una cantina y un restaurante con comidas caseras.  

En el mismo predio y a pocos metros del complejo termal está la laguna, donde se pueden practicar deportes acuáticos como remo, kayak, entre otros. Además, es una zona muy elegida para pescar y observar aves típicas de la región. Asimismo, a lo largo del espejo de agua hay un tranquilo paseo con un pequeño muelle que es ideal para tomar unos mates mientras cae el colorido atardecer que caracteriza a Laprida. 

El complejo El Paraiso tiene actividades para todas las edades. 

Cabe destacar que Laprida tiene todas las comodidades para que el turista pase un día de descanso o aventura. También es importante mencionar que tiene variedad de locales gastronómicos que se destacan por los menús tradicionales y los platos de autor. Por último, posee opciones de hospedaje para todo tipo de presupuesto que tengan las familias.  

Cada fin de semana la ciudad se convierte en un atractivo turístico para cientos de personas. En dichas jornadas, se hacen visitas guiadas por la localidad y se puede subir la alta cúpula del edificio municipal. Además, se ofrece realizar un circuito en rural bike o participar de competencias deportivas locales. En cuanto a los espectáculos culturales, se organizan eventos gratuitos en el Parador Cultural y en el anfiteatro de la laguna.

Las mejores imágenes de Laprida desde las cúpulas.