Escapada: el pueblito "mágico" y poco conocido de Córdoba que es ideal para descansar
Un lugar ideal para pasar un fin de semana a puro disfrute, rodeado de mucha historia, perfecto para descansar y con mucho río de por medio. Conocé todos los detalles de esta escapada, en la nota.
No existe mejor plan que comenzar 2023 viajando, no importa si es a un lugar lejos o cerca, lo ideal cuando llega el momento de las vacaciones es poner el foco en el disfrute y simplemente gozar.
En esta oportunidad, presentamos un lugar hermoso, digno de ser visitado por los amantes de la historia y de los lugares que parecen salidos de cuentos de hadas.
Fue en 1940 cuando un empresario cordobés se enamoraba de esta región. Solo existía Amboy, con menos de 100 habitantes. Hasta que la empresa Bellca (de Bell Ville) adquirió unas tierras cercanas y, con algunos socios, inició la venta del loteo el 10 de octubre de 1947, lo que se recuerda como la fecha fundacional de Villa Amancay.
Desafortunadamente, para el empresario, no salió todo como esperaba y el emprendimiento no funcionó. Luego de una crisis económica, la empresa dejó de administrar la zona en 1957, por lo que se conformó una pequeña comisión de fomento para continuar con la gestión del lugar.
Sin embargo, en 1979 todo cambió, cuando comenzó la construcción de Complejo Hidroeléctrico Río Grande, que está a solo 9 kilómetros. Para llegar al mismo es indispensable pasar por esta comuna reconocida como tal en 1993.
Este hermoso lugar está ubicado a 120 kilómetros desde Córdoba y se puede arribar por dos trayectos distintos. Por la ruta 5, pasando por Alta Gracia y Villa General Belgrano, es la opción más común. La vía alternativa, más alejada, pero más rápida, es por la ruta 36 hacia Río Cuarto, tomando el desvío a Embalse. Entre esa localidad y Santa Rosa de Calamuchita está el camino que lleva hasta Villa Amancay y Amboy.
Por su parte, la villa se encuentra a 18 kilómetros de Embalse y a una distancia similar de Santa Rosa de Calamuchita. Está prácticamente unida a la más conocida, Amboy, pero actualmente la duplica en población.
Amancay ha venido creciendo fuertemente según lo muestran los últimos censos. En 2010 ya vivían allí 426 personas, mientras que la localidad vecina no llega actualmente a 200 habitantes permanentes.
Como mencionamos anteriormente, el paso por el pueblo conjunto es obligatorio. La comuna data del siglo XIX y cuando uno la visita siente que viaja en el tiempo. Allí se encuentra el comité radical, la iglesia, la pulpería y el almacén de ramos generales, todo esto parece salido de una película que muestra el siglo pasado. Siguiendo por el camino que lleva a Villa Amancay, se pasa por el Museo Dalmacio Vélez Sarsfield, otro símbolo de esta parte de Calamuchita.
Una escapada para los amantes del agua
La Villa está atravesada por el arroyo Amboy, que cuenta con dos hermosos balnearios de fácil acceso. La Cascadita tiene una inmensa sombra con mesas y asadores, además de los piletones y saltos de agua que le deben su nombre. También hay una ciclovía pavimentada que bordea el río. El mejor plan para realizar en estos espacios es circular, tanto en bicicleta como a pie, para disfrutar del paisaje.
Por su parte, el balneario La Ollita es una opción más que interesante. Aunque el camino para acceder no se encuentra en las mejores condiciones, es una alternativa atractiva para bañarse en verano.
Para los amantes del ciclismo o simplemente los que quieran pasear en bicicleta, existe el complejo Hidroeléctrico Río Grande. En el trayecto se observan varios ciclistas, quienes confirman que este es un importante circuito para ese deporte. El complejo es la obra más grande de la provincia y se ubica, precisamente, en el río Grande. El camino asfaltado termina en una estación de la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC) y se puede continuar en auto o a pie por una senda de ripio.
El complejo está conformado por dos embalses: Cerro Pelado y Arroyo Corto. Ambos están separados por un camino de 12 kilómetros que atraviesa Amancay. A solo 400 metros desde la estación de EPEC se llega al primero, Cerro Pelado, de 1.240 hectáreas. Allí adentro se puede practicar buceo o pesca.
Al volver por el camino hacia Villa Amancay se encuentra el desvío hacia el otro embalse, Arroyo Corto. Es una presa de 44 metros de altura y 750 metros de longitud y 357 hectáreas, mucho más pequeña que Cerro Pelado aunque también bella.
Cerca del lugar se puede acceder al nacimiento del río Grande, convirtiendo la visita en un recorrido lleno de matices. Este sitio es ideal para los amantes de la naturaleza y de las creaciones del hombre y la tecnología.