Escapada: el pueblito escondido en medio de las sierras donde la paz y la seguridad son el principal atractivo
Este impactante lugar es un viaje a través de los sentidos, pero sobre todo un oasis donde el descanso está asegurado. Los detalles del lugar, en la nota.
Calmayo es una comuna muy pequeña que pertenece al departamento Santa Rosa de Calamuchita, Córdoba. Es reconocido principalmente como el rincón escondido de la provincial, ya que está rodeado por un río y altas sierras, además, se destaca que la tranquilidad de sus paisajes invita a ejercitar la calma interior. Si estás buscando un lugar para descansar de la rutina, este precioso paraje es tu plan ideal para estas vacaciones.
No se puede negar que la zona serrana de nuestro país sigue siendo uno de los destinos más elegidos en esta temporada 2023 debido a que ofrece opciones para todos los gustos y presupuestos. Carlos Paz, La Falda, Villa General Belgrano son algunos de los centros más conocidos, sin embargo, a menos de dos horas de la capital cordobesa (87 kilómetros) se esconde una perlita que vale la pena conocer y disfrutar en pareja.
Si bien para llegar al pueblo hay que tomar la Ruta Nacional 36, que se dirige hacia el sur de la provincia, a la altura de San Agustín, hay que conducir por un camino de tierra por unos 13 kilómetros. El viaje hasta allí es sumamente atractivo porque se pueden disfrutar de grandes extensiones de campos sembrados, inmensos árboles que hacen como un túnel natural a la calle y se comienzan a distinguir los cordones serranos. Para muchos este recorrido es conocido, ya que por allí se corre el Rally Dakar.
Un rincón donde la naturaleza enamora
El nombre Calmayo deriva de Cala-Mayo que significa Arroyo del Tala y fue formado por un volcán cuyo magma se solidificó. Pese al crecimiento de las localidades aledañas, este paraje conserva curiosas tradiciones y parece detenido en el tiempo. A raíz de estas características, muchos turistas aseguran que es un lugar mágico que acoge maravillas históricas y geológicas únicas en la región. A pesar de su gran riqueza natural y cultural, muchos eligen este punto por su increíble paz que se presenta a través del silencio.
El Río Soconcho es uno de los protagonistas del poblado porque traviesa toda la comunidad y en sus orillas de aguas claras, se encuentran pequeñas playas naturales donde el mejor plan es tomar mates. Junto a él se ubica un bosque nativo de pinos, arbustos y flores silvestres. Por otro lado, las sierras son uno de los puntos más especiales por el hecho de que sus miradores regala una postal única.
Un lugar para descansar
La siesta serrana reina en la localidad desde las 13 horas y en esos momentos solo se ven unos pocos pobladores, por este motivo se recomienda aprovechar esas horas para descansar o disfrutar del silencio que muchos aseguran que traslada al turista a un viaje interno en el que prevalecen la serenidad y la introspección. Continuando con esta actividad, no se puede dejar de aprovechar el turismo religioso tiene como punto clave el Monasterio Nuestra Señora de La Paz, que fue el hogar de monjes benedictinos durante mucho tiempo.
Además de desconectarse de la rutina, hay variedad de opciones para aprovechar. Los recorridos en mountain bike, cabalgatas, senderismo y paseos son inolvidables. La zona era reconocida por sus minas de cobre, que actualmente no funcionan y donde hoy se puede conocer en profundidad la historia del lugar. Toda la región está rodeada de asombrosas energías y anécdotas paranormales con objetos no identificados, por ello muchos visitantes se internan en una odisea de otro mundo.