Argentina tiene un sinfín de maravillas para visitar durante todo el año. Sin embargo, en época en donde los días cálidos de verano piden un poco de desconexión de la ciudad, no hay mejor opción que pasar unas lindas vacaciones o realizar una interesante escapada de pocos días a alguna de las maravillosas playas que se extienden a lo largo del territorio nacional. 

Aunque la Costa Atlántica sigue siendo uno de los destinos principales durante la temporada estival, la provincia de Buenos Aires posee una región sumamente llamativa que es reconocida como "La Patagonia bonaerense", dado que es protagonista de postales alucinantes donde las amplias arenas son bañadas por el agua celeste. 

Dentro de esta bonita área, se destaca un pequeño pueblito pesquero que no solo cuenta con una atractiva historia, sino que también reúne un entorno natural único que se presta para la aventura con la familia. Además, cuenta con todos los servicios necesarios para que la visita sea llena de confort. 

La Patagonia bonaerense 

Bahía San Blas es una pequeña localidad "escondida" en el extremo sudeste de la provincia de Buenos Aires, más precisamente dentro partido de Patagones y sobre la ribera del mar argentino. Dada su ubicación, compone el grupo de pueblos de la Patagonia bonaerense, los cuales comparte características geográficas de las principales zonas del sur de nuestro país.

Pese a que el viaje hasta allí lleva unas 10 horas en vehículo, ya que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se ubica a unos 900 kilómetros de distancia, no hay dudas que es una buena experiencia para realizar, sobre todo si sos un aventurero o amante de la adrenalina. Además, a lo largo del camino, podrás conocer un sinfín de postales espectaculares que te van a "volar la cabeza". 

En este caso, para poder llegar hasta este bonito paraje en vehículo, deberás salir por la Riccheri para empalmar con la Autopista Ezeiza- Cañuelas. Luego, tomar la Ruta Nacional 3 hasta el kilómetro 918 donde se toma un camino local de unos 60 kilómetros que conduce hacia el lugar. 

Un paraíso natural 

La Bahía de San Blas es en sí es una isla conectada con el casco geográfico bonaerense a través de diversos puentes. Por este motivo se asegura que posee salida directa a las turquesas aguas de mar abierto, lo que significa sus playas no solo son arenosas, sino que también tienen pintorescas piedras de colores que son atraídas por la corriente.

El relajado oleaje es perfecto para las familias que llegan con hijos pequeños, aunque hay que destacar que el viento siempre está presente. Por otro lado, si sos un fiel amigo de la aventura, los desafiantes médanos te regalan paisajes hermosos y una escena ideal para la práctica de diferentes actividades. 

Desde hace algunos años, la localidad fue declarada “Reserva Natural de Usos Múltiples”, un espacio protegido que está compuesto por la Isla del Jabalí (donde se encuentra la localidad en sí), la Isla del Sur, la Isla Flamenco, la Isla Gama, y otros territorios menores que son prestados para que el turista conozca la importancia del cuidado de la diversidad regional. 

Esta zona es el hábitat de una variada fauna marina, entre la que podemos encontrar pulpos, corvina rubia, delfines franciscanos, peces elefante, cangrejos, entre otros. Además, en el área terrestre, hay vizcachas, tortugas, jabalíes, avestruces, zorrinos y mucho más. También vale la pena destacar que es un reservorio de aves autóctonas muy importante.  

¿Qué hacer en la Bahía de San Blas? 

La bahía es conocida como "El paraíso de los pescadores", ya que durante todo el año posee buen pique de diferentes especies marinas como pescadillas, corvinas, gatuzos, pez palo, chuchos y rayas. Además, se ofrece la práctica de esta actividad tanto en tierra firme (playas o muelles) como también desque pequeñas embarcaciones que son alquiladas e introducen al visitante a las profundidades del mar. 

Por otro lado, Bahía de San Blas, un pueblo ideal para los fanáticos de la adrenalina y aventura porque la zona está acondicionada para hacer diferentes deportes acuáticos o expediciones por las dunas naturales. Asimismo, posee distintas áreas de descanso en las que los paisajes son los protagonistas, como es el caso del camino de la costa.

Vale la pena destacar que la villa turística cuenta con alojamiento para todos los gustos que van desde hoteles, departamentos, cabañas, casas para alquilar y campings, mientras que la gastronomía se extiende a restaurantes, rotiserías y confiterías que tienen precios muy accesibles.