El periodista y politólogo Ceferino Reato presentó su libro sobre el Padre Mugica, una figura central de la política argentina y de los convulsionados años 70,ante un colmado salón de actos de la UOM en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Reato define la figura de Mugica como de gran carisma y simpatía y destaca que en esa época, “la Iglesia trata de adaptarse un poco a los nuevos movimientos que van emergiendo, que, con esfuerzo quieren traccionar hacia ese espacio de curas progresistas. Pero aun así, dentro de esta institución, hay resistencias y adhesiones”.

En la presentación, Reato estuvo acompañado por el editor general de Clarín, Ricardo Roa y el dirigente gremial Antonio Caló.


El libro fue presentado al cumplirse medio siglo del asesinato del sacerdote – la fecha exacta será el 11 de mayo- , y aborda no solo la turbulenta vida social y política de los 70 sino el desacuerdo acerca de quién ordenó su asesinato, si Montoneros o la Triple A. El trabajo periodístico disecciona la vida, la muerte y los usos políticos que se hicieron de la leyenda del padre Mugica.

En este salón donde tuvimos el honor de recibir al general Perón, hoy abrimos las puertas para presentar el libro de Ceferino Reato, sobre el padre Mugica.

En la presentación, Caló tuvo palabras emotivas sobre el rol del padre Mugica, quien contó que al ser derrocado Juan Perón en 1955, quien reconoció que un cartel cambió su mirada favorable al drrocamiento. “Sin Perón no hay patria ni Dios. Abajo los curas”, decía el cartel en el conventillo que lo hizo tener una nueva mirada no solo sobre el peronismo sino sobre la Iglesia a la pertenecía.

Según indicó Caló: “Desde ese momento la Lealtad con el general sólo fue creciendo. Esa misma Lealtad se mantuvo hasta su último día de vida. La lealtad que tenía el padre Mugica con Perón sólo es comparable con la que tuvo el compañero José Ignacio Rucci”.

La última nota periodística publicada por Mugica salió un día después de su muerte bajo el título: “Reafirmando el liderazgo de Perón. El Movimiento del Tercer Mundo pide a la juventud que no deserte del actual proceso”.

En esa última nota publicada, Mugica le habló a esa juventud que estaba inclinada por la lucha armada y les dijo: ´“La juventud está en una encrucijada: Optar por la revolución nacional que se nutre de nuestra esencia cristiana y popular. O hacerlo, por el socialismo dogmático, es decir por un modelo ideológico colonial´”.

Por último, concluyó: “Esa semilla que se llamaba Carlos Mugica, brotó en los miles de curas villeros que están por todo el país recorriendo los barrios populares y nosotros desde la Unión Obrera Metalúrgica estamos sumamente comprometidos ayudando a los comedores y parroquias y a todo el pueblo trabajador”.