En el séptimo aniversario de la marcha que tomó el país, las mujeres vuelven a movilizarse por las calles de Argentina bajo el grito de Ni Una Menos. Este viernes por la tarde, la Ciudad de Buenos Aires volverá a ser el escenario de un reclamo milenario y más actual que nunca, por el que protestantes caminarán desde Plaza de Mayo hasta el Congreso de la Nación.

Después de dos años de pandemia que impidieron este tipo de movilizaciones callejeras, el movimiento busca "recuperar las calles" en protesta por los femicidios y la violencia de género, volviendo a marchar otro 3 de junio bajo la consigna "¡Vivas, libres y desendeudadas nos queremos! El Estado es responsable".

Para entender el origen del movimiento que volverá a tomar las calles de Buenos Aires, Télam elaboró una cronología de los hitos logrados por los movimientos feministas y LGTBIQ+ que precedieron el "Ni Una Menos", una historia que continúa escribiéndose en nombre de un cambio hacia la igualdad y la justicia.

La semilla de las sufragistas

El voto femenino en Argentina, la primera de tantas luchas feministas.

Para cuando Julieta Lanteri decidió que se convertiría en la primera mujer en ejercer el derecho a voto en Argentina, el Código Civil de nuestra joven nación todavía la consideraba "incapaz" y "menor" por su condición de mujer. Pero los movimientos feministas ya trabajaban en favor de la igualdad: asociaciones de mujeres de cualquier posición socioeconómica pidiendo por igualdad de derechos, educación laica y mixta, igualdad salarial, derechos laborales para las trabajadoras, derecho al divorcio y al voto.

La iniciativa que dejó el nombre de Lanteri en los libros de historia comenzó cuando la inmigrante italiana tramitó su ciudadanía y se dio cuenta de que el documento no distinguía géneros al hablar de derechos y obligaciones. Como la ley no lo prohibía, exigió que la anotaran en el padrón electoral de la Ciudad de Buenos Aires. La Ciudad rechazó su pedido, pero la Justicia le dio la razón, y en 1911, se convirtió en la primera mujer en sufragar en Argentina.

La hazaña de Lanteri no se podría repetir, ya que en 1912, la ley Sáenz Peña del voto "universal", secreto y obligatorio excluyó deliberadamente a las mujeres. No conforme, Lanteri continuó su labor en la política y en 1919 presentó su candidatura a diputada nacional frente al Partido Feminista Nacional, consiguiendo menos de 2 mil votos. 28 años después, la semilla que plantó junto a las demás sufragistas dio su fruto: la Ley 13.010 garantizó el voto femenino y las mujeres pudieron ejercer su derecho por primera vez en 1951.

La lucha contra la violencia de género, cuando la violencia de género no estaba en el diccionario

En 1980, Argentina se sumó, a través de la ley 23.179, a los 99 países firmantes de la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer: un tratado internacional adoptado en 1979 por la Asamblea General de las Naciones Unidas que define en sus 30 artículos, de manera explícita, en qué consiste la discriminación contra las mujeres y las acciones que el Estado debe tomar para poner fin a tal discriminación.

El 23 de mayo de 1986, se llevó a cabo el primer Encuentro Nacional de Mujeres de Argentina celebrado en el Centro Cultural General San Martín de la Ciudad de Buenos Aires, al que asistieron 1.000 participantes. En 1996, Argentina adhirió a la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, conocida también como Convención de Belém do Pará, el primer tratado internacional de Derechos Humanos en abordar específicamente la temática y la violencia contra las mujeres y su derecho a una vida libre de violencia tanto en el ámbito privado como en el público.

La ola verde que inundó el continente

El derecho al aborto legal, seguro y gratuito es una de las luchas más importantes del movimiento feminista.

En 2003, durante la edición número 17 del Encuentro Nacional de Mujeres (ENM) celebrado en Rosario, se realizó un taller, una asamblea y una marcha exigiendo la legalización del aborto y se establecieron estrategias de incidencia. Además, surgió el pañuelo verde como símbolo de lucha, aportado por Católicas por el Derecho a Decidir (CDD), que identifica a Argentina a nivel mundial y tiene un impacto social como "ola verde".

En 2005, se lanzó la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, y se juntaron firmas para la entrega de un primer proyecto al Congreso de la Nación. En 2006, a través de la Ley 26.150 se creó el Programa Nacional de Educación Sexual Integral, que busca garantizar el derecho a recibir educación sexual integral en todos los establecimientos educativos del país, niveles y modalidades.

En tanto, la Ley 26.364 de Trata de Personas fue sancionada en 2008 con el fin de implementar medidas destinadas a prevenir y sancionar la trata de personas, asistir y proteger a sus víctimas. Un año después, se promulgó la ley de Protección Integral a las Mujeres, que busca prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos que desarrollen sus relaciones interpersonales, y enumera la violencia doméstica, institucional, laboral, obstétrica y mediática.

Igualdad para todes

Argentina fue el primer país en América Latina en legalizar el matrimonio igualitario.

El 15 de julio del 2010, Argentina dijo "sí" a la Ley de Matrimonio Igualitario, convirtiéndose en el primer país de América Latina en contar con un marco legal que amparase la unión entre personas del mismo sexo. A través de un nuevo Código Civil y Comercial de la Nación, todos los derechos y obligaciones que deriven de la unión marital (incluida la adopción) aplicarán para todas las uniones, sin importar su orientación sexual o composición.

También en ese año se aprobó la Ley de Identidad de Género: esta norma otorga a los argentinos, ya sean niños o adolescentes, así como a las personas migrantes, el derecho a modificar con un trámite muy simple y gratuito su identidad y su género en todos sus documentos. Se trata de la primera ley en el mundo que no patologiza las identidades trans y permite el reconocimiento de identidades de género autopercibidas.

Ni Una Menos

Frente al aumento de violencia de género nace el " Ni Una Menos".

En 2014, la Corte Suprema creó el registro de femicidios, cuyo objetivo es visibilizar las consecuencias letales de la violencia de género y aportar al diseño de políticas públicas orientadas a la prevención de esta problemática. En la actualidad también incluye datos de travesticidios y transfemicidios.

En 2015, más de 200.000 personas se concentraron en las inmediaciones del Congreso de la Nación bajo la consigna Ni Una Menos, para exigir la implementación de políticas integrales entre todos los poderes y jurisdicciones del Estado con el propósito de luchar contra los femicidios y la violencia de género. La protesta tuvo réplica en 70 ciudades de todo el país.

Pero los números siguieron creciendo, y las fotos de mujeres asesinadas sostenidas en las marchas se continuaron multiplicando. El 19 de octubre de 2016, bajo el lema "Nosotras paramos", cientos de personas colmaron el Obelisco para marchar hacia Plaza de Mayo, en un contexto donde los registros marcaban un femicidio por día. Un año después, el 8 de marzo de 2017 se realizó el primer Paro internacional de Mujeres y miles salieron a las calles vestidas de negro.

Lo que tenemos, y lo que nos falta

Este viernes 3 de junio regresa la marcha del Ni Una Menos.

La igualdad de género en la política continúa creciendo en el país: en 2017 se sancionó la Ley de Paridad de Género, que fijó la obligatoriedad de intercalar candidatos de ambos sexos en las listas de legisladoras y legisladores nacionales y también incorporó la igualdad de género a nivel partidario. En 2019, se promulgó la Ley Micaela (27.499) de capacitación obligatoria en género para todas las personas que integran los tres poderes del Estado nacional. Ese año también se creó el Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidad.

En 2020, se aprobó la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, que despenaliza y legaliza el aborto en las primeras 14 semanas de gestación, y cuya sanción transformó el aborto clandestino en seguro, legal y gratuito. Y en 2021, a través de la sanción de Ley 27.636 de promoción del acceso al empleo formal para personas travestis, transexuales y transgénero, se busca garantizar el cupo laboral a partir del piso del 1% de la dotación de la administración pública para esa población.

Aun así, desde el 3 de junio de 2015 al 27 de mayo de 2022 se produjeron 1.990 femicidios, 51 trans-travesticidios y 191 femicidios vinculados de varones, según un nuevo informe del Observatorio de Femicidios en Argentina "Adriana Marisel Zambrano". El año pasado, se cometieron un total de 251 femicidios, 20 de ellos vinculados y 5 trans-travesticidios.