La declaración del economista Alberto Benegas Lynch, durante el cierre de campaña del candidato presidencial de La Libertad Avanza, Javier Milei, acerca de "suspender las relaciones diplomáticas con el Vaticano", causó conmoción y sorpresa en la esfera del catolicismo, que inmediatamente se manifestó al respecto, y no tardó en responder. Es que el arzobispo de Buenos Aires Jorge Ignacio García Cuerva dijo este jueves estar "azorado y sorprendido" por los dichos. 

"Lo escuché y quede azorado, sorprendido, en un momento en el que tratamos de pedir una Argentina unida", dijo el arzobispo porteño esta mañana en declaraciones a radio Perfil, tras las declaraciones mencionadas sobre cortar relaciones diplomáticas con el Vaticano, mientras el argentino Jorge Bergoglio sea el Papa, las cuales fueron expresadas el miércoles durante el cierre de campaña de La Libertad Avanza. 

Además, en un mensaje de cara a las elecciones presidenciales del próximo domingo, el católico exhortó a "no dejar el Evangelio en la puerta del cuarto oscuro".

¿Cuáles fueron las declaraciones de Alberto Benegas Lynch?

En el marco del cierre de campaña que realizó anoche el candidato presidencial de LLA, Javier MIlei, en el estadio Movistar Arena del barrio porteño de Villa Crespo, el economista Alberto Benegas Lynch pidió "cortar relaciones con el Vaticano".

"Por consideración y respeto a mi religión católica creo que habría que imitar lo que hizo el presidente Roca y suspender las relaciones diplomáticas con el Vaticano mientras allí prime el espíritu totalitario", afirmó Benegas Lynch, quien es calificado por Milei como "un prócer del liberalismo".


En respuesta, García Cuerva dijo este jueves: "Nos encontramos azorados con este cierre de campaña en el que propone alguien en nombre de 'mi religión católica', debe tener una religión privada, propia".

"Para los católicos la figura del Santo Padre, más allá de quien sea porque convencidos estamos de que acá interviene el Espíritu Santo, no es solamente una autoridad sino que es nuestro pastor, nuestro referente universal. Es por lo menos como impactante" la propuesta, consideró el arzobispo en sus declaraciones de esta mañana.


Destacó también que, en un momento como el que están viviendo los argentinos, "yo quisiera romper las relaciones con la inflación, con la marginalidad", y aseguró que "hay que buscar puntos de encuentro", en lugar de este tipo de declaraciones "en las que nos encontramos con una nueva grieta".

García Cuerva recordó que en el ejemplo que Benegas Lynch usó, en 1884, cuando se promulgó la Ley de Educación N° 1420, si bien el presidente Julio A. Roca le había retirado el permiso diplomático al nuncio apostólico de ese entonces, "fue el mismo Roca quien restableció la relación diplomática 16 años después", y agregó que "tenemos que aprender de la historia" porque "este tipo de enfrentamientos no nos sirve".

"Respeto cualquier motivación que tenga la gente para votar a su candidato
", dijo el arzobispo porteño y agregó: "Pero lo que me impactó fueron los aplausos y gritos de vivando con que respondieron a la propuesta de romper relaciones con la Santa Sede" y que eso lo hagan "en nombre de la libertad".

"Como argentino me asusta que en nombre de la libertad podamos aplaudir romper relaciones, quebrar vínculos, dejar de tender puentes", afirmó.

En un mensaje de cara a los comicios del domingo, García Cuerva expresó: "Hay que animar a que vivamos el proceso eleccionario con esperanza. Votar con los valores del Evangelio".

"No hay que dejar el Evangelio en la puerta del cuarto oscuro, sino que también votar con los valores del Evangelio. Votar pensando en la solidaridad, los que más sufren. Votar pensando en que Argentina tiene que salir adelante. Para ello, propongo esto de que no dejemos el Evangelio en la puerta del cuarto oscuro, que también seamos cristianos a la hora de elegir", concluyó.

En esa línea, García Cuerva, optó por hablar de "herida" entre los argentinos y "no de grieta".

"Tenemos una Argentina que nos duele profundamente y por eso hablo más de herida que de grieta, porque duele en las entrañas de nuestro pueblo y sangra. La herida, a diferencia de la grieta, me da la esperanza de cerrarse, como una cicatriz", puntualizó.

El arzobispo porteño confió en que el año próximo el Papa visitará la Argentina.

Por último, al ser consultado sobre la visita del Sumo Pontífice al país, el entrevistado remarcó su seguridad de que la misma podría concretarse el año próximo. "El Santo Padre tiene que venir a la Argentina para encontrarse el pastor con su pueblo. El pueblo quiere ver a su pastor y a su referente, más allá del presidente de turno", dijo. 

"Así como me parecía que no valían esos análisis de cuánto tiempo recibía el Santo Padre al presidente de turno, o si le sonreía en la foto, de la misma manera el Santo Padre tiene que encontrarse con su pueblo que lo está esperando, más allá del presidente que salga elegido. Sigo pensando lo mismo: que sea quien sea, me encantaría que el papa Francisco venga a la Argentina", concluyó.