Día de la Virgen de Luján: ¿Por qué se celebra hoy y cuál es su misterioso origen?
Cada 8 de mayo se conmemora el Día de la Virgen de Luján para recordar su llegada a la Argentina y el milagro que permitió que se quedara en la Provincia de Buenos Aires.
Este domingo 8 de mayo se festeja el Día de la Virgen de Luján, patrona de la República Argentina, y miles de fieles se movilizan hacía la basílica que se encuentra en la ciudad homónima en la provincia de Buenos Aires y a unos 70 kilómetros al oeste de Capital Federal.
La Virgen de Luján no sólo es patrona del país, sino que también lo es de la provincia de Buenos Aires y de la Policía Federal, sólo por mencionar algunos porque su patronazgo abarca mucho más.
Sin dudas que la imagen de la Virgen de Luján es uno de los símbolos que representa a Argentina en el mundo, como lo son Lionel Messi y Diego Maradona. Aunque sea una figura popular entre los fieles católicos y los no creyentes, pocos saben cuál es su misterioso origen.
Historia de la Virgen de Luján
Muchos creen que el famoso milagro de la aparición de Nuestra Señora de Luján ocurrió en la ciudad que lleva su nombre, pero fue en la localidad de Zelaya, perteneciente al partido de Pilar.
El milagro tuvo lugar en la estancia de Rosendo de Trigueros, pero todo empezó cuando Antonio Farías Sáa, un hacendado portugés que vivía en Sumampa, Santiago del Estero, envió traer en 1630 desde Brasil la imagen de la Inmaculada Concepción de María para construir en su estancia una capilla en honor a la virgen.
Así fue como un compatriota de él le envió dos imágenes de la Inmaculada Concepción de María para que eligera cuál sería la mejor. Las figuras llegaron al puerto de Buenos Aires en mayo de 1630 y debían ser llevadas en carretas desde esa locación hasta su destino final en Sumampa.
Tres días después de iniciado el viaje, la caravana que transportaba a ambas imágenes paró a unas 10 leguas de la actual ciudad de Luján y se quedaron a dormir en la estancia de Trigueros. A la mañana siguiente debían seguir con su misión, pero los animales que tiraban de la carreta no lograban moverla.
No había ningún equipaje de más y aún así los bueyes no podía mover la carreta. Intentaron varias veces y no había manera de moverse. Entonces, decidieron bajar uno de los cajones y los animales lograron seguir su marcha sin problemas.
El contenido del cajón generaba curiosidad y al abrirlo encontraron una imagen de 38 centímetros de altura. Era la Inmaculada Concepción, allí las personas creyentes aseguraron que se trataba de un milagro.
La figura se quedó en la estancia de Trigueros y junto a ella se quedó un esclavo llamado Manuel, hoy es conocido como "el negro Manuel" y su causa de canonización ya empezó, para que la custodiara y protegiera. La otra imagen que siguió su viaje era la Virgen con el Niño en brazos, la cual hoy es conocida como la Virgen de Sumampa y es venerada en dicho paraje de Santiago del Estero.
¿Por qué la Virgen de Luján es la patrona de Argentina?
El primer lugar para orarle a la Virgen de Luján fue una habitación pequeña que se encontraba en la estancia de Rosendo. Se adornó el lugar con todo lo necesario para venerar a la imagen que recién tuvo su primera capilla en 1633, en la misma propiedad donde ocurrió el milagro.
La santa imagen permaneció allí por muchos años, Rosendo había puesto a Manuel al cuidado de la virgen y este debía cuidar la lámpara de Nuestra Señora, la cual ardía incesantemente. Los años pasaron y el camino de las carretas se cambió de lugar. Así la estancia se fue vaciando y sólo quedaba Manuel al cuidado de la capilla.
Tras la muerte de Rosendo de Trigueros, una mujer muy acadaulada de Buenos Aires llamada Ana de Matos compró la estancia con Virgen y todo. La imagen fue trasladada a la propiedad de la nueva dueña, ubicada a la vera del Río Luján, y mientras se construía la nueva capilla para depositarla permaneció en una de las lujosas habitaciones de la millonaria.
Sin embargo, la imagen de la Virgen de Luján desaparecia en más de una ocasión y milagrosamente volvía a aparecer en el primer lugar donde sucedió el milagro. La figura regresaba a Zelaya e incluso Manuel fue acusado de robarla.
Finalmente, la imagen fue trasladada desde la capilla de Zelaya hasta la casa de Ana Matos el 8 de diciembre, pero esta vez Manuel venía con ella. También participó el Obispo de Buenos Aires Cristóbal de la Mancha y Velazco, el gobernador y otros miembros del Cabildo.
La actual basílica de Luján empezó a concretarse en octubre de 1682 con la donación que hizo Ana Matos de sus tierras a la imagen de la Virgen, la única condición era que ella siempre debía permanecer allí.
En 1685 la Virgen fue colocada en la Capilla Montalvo, a unos metros de la actual basílica. El padre Moltavo murió en 1701 y Manuel alrededor del 1686, ambos permanecen enterrrados en el templo, cerca del altar donde se veneraba a la Virgen.
Un segundo santuario empezó a construirse en 1754 y su inauguración oficial fue el 8 de diciembre de 1763. Por él profesaron la fe y pasaron gran parte de los proceres del país durante la etapa de lucha por la Independencia Argentina: Manuel Belgrano, José de San Martín, Cornelio Saavedra, Domingo French, Nicolás de la Quintana, José Rondeau, Juan Martín de Pueyrredón, Ramón Balcarce, Martín Rodríguez, Estanislao Soler, Manuel Dorrego, Juan Manuel de Rosas, entre otros.
Finalmente, la actual basilícia se construyó entre 1887 y 1935. Los encargados de dicha obra fueron los ingenieros Alfonso Flamand y Rómulo Ayerza, y los arquitectos Ulrich Courtois, Ernesto Moreau, Francisque Fleury Tronquoy, Sombru, Trouve y Laspe.