Los viernes son de fiesta en la casa de Gran Hermano y, si bien no pueden beber alcohol, los participantes encuentran la forma de exceder los límites a su manera. 

Esta semana hubo fiesta de disfraces y a cada hermanito le asignaron un traje diferente. A Isabel De Negri le tocó ser "Campanita", el personaje de Disney, mientras que Sabrina Cortéz recibió el vestuario de Margot Robbie en la película de Barbie. 

Debido a los conflictos crecientes entre el bando de Sabrina y el de Juliana Scaglione, apodada “Furia”, gran parte de la noche de la “Barbie camionera” consistió en hacer campaña para que sus compañeros la ayuden a pedir que expulsen a Furia. 

Además, se ve que sus aliados en la casa la ven un poco desorientada en el juego, porque Isabel no fue la única que le dio consejos durante la fiesta. Parece que con la música de la celebración los participantes piensan que no se puede escuchar lo que dicen al micrófono. 

Martín Ku, apodado “el Chino”, se acercó a Sabrina mientras bailaban y le dijo: "Yo sé que estás más cag… que la m..., pero hacete la linda frente a la cámara, posta te digo, no sigas haciendo bo... en la cámara y mirándote en el espejo. Podés hacerte la linda, tenés con qué". 

Sabrina se encuentra nominada esta semana y Furia, su mayor contrincante en el juego, ya fue salvada dos semanas seguidas. Lo que estaría implicando Martín es que “hacerse la linda” podría ser una buena estrategia para que la salven. 

Isabel fue un paso más allá, y le aconsejó que se acerque a las cámaras, baile y se mueva con sensualidad, aparentemente por el mismo motivo que el “Chino”. Sin embargo, las sugerencias que siguieron despertaron la indignación del público. 

“Desabrochate el corpiño, sacate la bombacha”, siguió y se acercó a bailar con ella para “mostrarle” cómo se hace. “Bajá, subí”, le ordenó mientras meneaban. En la lectura que están haciendo estos participantes del afuera, creen que lo que la audiencia valora es el capital estético y sexual de los jugadores, más no la estrategia o el entretenimiento. 

El termómetro afuera parece indicar lo contrario. De hecho, los comentarios de Isabel no fueron bien recibidos. “Ni los dinosaurios se animaron a tanto”, sentenciaron en relación a lo machista del acercamiento. 

Implicar que Sabrina, por ser atractiva, tiene que capitalizar su imagen para ganar, de alguna forma, anula sus otras capacidades y dimensiones como ser humano, alimentando una perspectiva misógina de la feminidad. 

Si bien a un reality como Gran Hermano no se lo consume específicamente por su habilidad para problematizar las relaciones de poder entre hombres y mujeres, y no se le exige que sirva como ejemplo de conducta para la sociedad, hay una tendencia creciente en el público argentino a penalizar las actitudes políticamente incorrectas, aunque de forma selectiva. 

Aquellos personajes que no son de los más queridos y simpáticos, sufren de forma aumentada el peso de la moral, mientras que otros que se posicionan como favoritos para el público, pueden cometer errores que pasan más desapercibidos. 

La misma dinámica se da hacia adentro. Gran parte de los participantes están a la espera de que Furia cometa errores para que la expulsen, o desde afuera dejen de quererla. Un claro ejemplo fue el del presunto cachetazo a Williams.

De todas maneras, el comentario de Isabel no le cayó muy bien a los seguidores del programa, y aseguran que ni bien llegue a la placa de nominaciones será eliminada con el 80% de los votos.