Las distancias las separan pero la misma realidad las unen a Carolina y a Vanesa, mamás de dos pequeños que padecen enfermedades no evolutivas y por lo tanto requieren de asistencia social. Sin embargo, acudieron a las autoridades de Florencio Varela, distrito en el que residen, y no recibieron respuestas favorables o satisfactorias, no sólo respecto de la provisión de insumos médicos y materiales de construcción, sino también en las mejoras de las calles y servicios públicos para garantizar que ambos pequeños puedan continuar internados, pero en sus casas.

Diversas patologías sufre Mateo, de 5 años, siendo la principal de ellas microcefalia. Por dicho cuadro su estado de salud fue empeorando, y en consecuencia está conectado a través de una traqueotomía a un respirador artificial y dispone de un botón gástrico. En consecuencia, el niño permanece internado en un centro de salud de la localidad bonaerense de Quilmes, a pesar de que cuenta con el alta médica.

Pero continúa hospitalizado porque su vivienda, situada en Ingeniero Allan, partido de Florencio Varela, no reúne las condiciones higiénicas que garanticen su tratamiento en forma domiciliaria. En primera instancia, su mamá, Vanesa Sánchez, reconoció que "vivimos en una casilla, y los médicos me dicen que donde vivo no es confortable para él, sino que corre mucho riesgo de sufrir una enfermedad que ponga en peligro su vida". Por esta razón, se dirigió al municipio, cuyo intendente es Andrés Watson, para solicitar la provisión de materiales de construcción. Pero "los representantes de la Secretaría de Desarrollo vinieron y me trajeron membranas nada más, y dicen que no me pueden proporcionar más materiales porque no tienen más recursos", agregó Sánchez.

Sin embargo, no sólo la dificultad de que Mateo retorne a su casa radica en un déficit habitacional, sino también en el estado de las calles y veredas de la zona. En este sentido, su madre reconoció que "vivo frente a un zanjón, que por falta de mantenimiento cada vez que llueve se inunda. Fui varias veces a la municipalidad y sólo me dijeron que iban a taparlo con tierra y nada". A su vez, el mejorado de la calle 1213, donde se asienta el inmueble familiar, constituye otra dificultad. En referencia a ello, la mujer describió que "vivimos en una calle de tierra, y acá los autos no pasan, y pido que me hagan un mejorado para que puedan entrar las ambulancias. Hace más de un año que lo vengo pidiendo, pero la respuesta es siempre la misma: hay que esperar".

Una panorama similar afronta Carolina Barraza, quien también acudió al Municipio de Florencio Varela con el fin de que le suministren asistencia médica y habitacional. Un requerimiento que la mujer realizó ante los representantes municipales para facilitar el retorno de su hijo, Antuan, de 6 años, a su casa del Barrio San Nicolás.

El niño nació con una encefalopatía crónica no evolutiva, que derivó en hidrocefalia, y en parálisis cerebral, y por lo tanto también fue sometido a una traqueotomía, y se abastece a través un balón gástrico. Por esta sucesión de afecciones, se encuentra internado en el Hospital El Cruce.

No obstante, también recibió el alta médica, pero para regresar a su hogar necesita de equipamiento médico, principalmente de una maquina de aspiración, sea mecánica o manual, cuyo valor asciende al medio millón de pesos. Al mismo tiempo, insumos médicos como una cánula, un balón gástrico y leches especiales, que consume dos cajas diarias, y equivalen a 40.000 pesos por día.

Por si fuera poco, materiales para reparar las perforaciones del techo del dormitorio de Antuan, y el sistema eléctrico dado que debido a las goteras y al ingreso de agua de lluvia durante las precipitaciones, se producen cortocircuitos. La gravedad de ello se profundiza al tratarse el menor de un paciente electrodependiente.

Por las carencias mencionadas, su mamá le solicitó a la intendencia los insumos y los materiales, pero "me respondieron, en un papel, con la negativa a darme lo que pedí sin ningún argumento", reconoció Barraza. Por lo tanto, ella misma consideró que "hay una terrible indiferencia del municipio. Nadie se fijó cómo está mi nene, ni se acercó al hospital".

Ante semejante situación, la madre de Antuan implora recibir una acción solidaria, que puede concretarse llamando al 11-5623-2890.