Existen varios motivos por los cuales Luca Prodan fue un mito en vida y una leyenda tras su muerte. El “pelado" líder de Sumo dejó su huella en distintas partes del mundo, en los orígenes del punk rock argentino, y en toda una generación cansada de las imposiciones y las injusticias de quienes ejercían el poder.

Nació en 1953 en una casa adinerada en Europa y falleció solo y sin un mango en una habitación de un conventillo marginal en el barrio porteño de San Telmo. Sin embargo, esa es la vida que había elegido la estrella más grande del punk rock argentino de la generación del ochenta. Ese era su espíritu rebelde. Esa era su loca filosofía. Ese era Luca.

Autor de "No tan distintos", "La rubia tarada", "Heroína" y tantos otros clásicos del rock que siguen vigentes en el ADN del rock nacional.

Este sábado a las 21:30 se estrena otro episodio de Las nuevas tragedias de los famosos por Crónica HD con el homenaje a las celebridades, deportistas o artistas que marcaron a una generación con su talento y que partieron de este mundo de un modo catastrófico.

Historias como las del “Tano” que conmocionaron cientos de miles, volverán a la pantalla del noticiero en el programa conducido por Chiche Gelblung y la participación especial de Marco Bustamante.

Consumido por la heroína y la ginebra, la última vez que el cuerpo del cantante de “Estallando desde el océano” pudo mantenerse en pie sobre el escenario fue en el estadio del Club Atlético Los Andes, en la localidad bonaerense de Lomas de Zamora, el 20 de diciembre de 1987. Asistieron unas 500 personas.

Además de la borrachera, Roberto Pettinato, Ricardo Mollo, Diego Arnedo, Alberto Troglio y Germán Daffunchio, miembros de Sumo, lo vieron muy flaco y pálido. "Tenía el mismo corazón, pero no el mismo cuerpo. Le costaba afinar. Hasta el último día dio todo. Es lindo entregar tu vida por la pasión. Pero ese día yo sabía que se iba a morir en cualquier momento", expresó Daffunchio, el guitarrista, durante una entrevista.

Luca Prodan junto a los integrantes de Sumo.

Dos días después, el cuerpo sin vida del mítico artista de 34 años fue encontrado en la habitación del edificio de Alsina 451, en San Telmo. Fue un momento de mucha tensión y afloraron distintas versiones sobre su muerte.

Cuenta el baterista del grupo musical que ese mediodía, un periodista de Crónica llegó al conventillo para sacar algo de información y tener la primicia. “No sé cómo carajo se habrá enterado, supongo que alguno buchoneó”, explicó Troglio según el libro Luca Prodan: libertad, divino tesoro, de Oscar Jalil.

En tiempos donde no había WhatsApp, mensaje de texto, o Internet, la noticia de su muerte impregnó los medios de comunicación velozmente y conmocionó a cientos de miles de fanáticos de la estrella de rock.

La puerta de la casa donde vivió Luca Prodan en San Telmo sus últimos días de vida fue grafiteada por cientos de miles de admiradores de todos los tiempos.

Desde que había llegado a la Argentina en plena dictadura, el inmigrante italiano no tenía ningún documento que validara su identidad. Se dificultaba el proceso del entierro, y por poco su cuerpo pudo haber ido a parar a una fosa común, pero por fortuna le encontraron un espacio en el Cementerio de Avellaneda, en el conurbano bonaerense. Años más tarde, sus restos fueron trasladados de lugar dentro del mismo cementerio y hoy yacen debajo de una enorme piedra que mandaron a traer de Nono, Córdoba, un lugar amado por Luca, y donde llegó de la mano de su amigo Timmy MacKern.

Nació el 17 de mayo de 1953 en Roma, en el seno de una familia de mucho dinero y poder que años más tarde se trasladó a Escocia, donde iniciaría sus estudios en un prestigioso y costoso colegio de la alta sociedad, donde se cruzó al príncipe Carlos de Inglaterra.

Su espíritu rebelde y su actitud díscola lo acompañó desde muy joven, siendo que a los 17 años se fugó de la escuela y vagó por distintas ciudades europeas sin mantener contacto con su familia, hasta que lograron dar con su paradero. Más tarde, la aventura y una foto de su querido MacKern lo trajo a la Argentina, donde cargado con una mochila llena de conocimientos en música psicodélica, punk-rock inglés y mucho más, inició el camino que hoy muchas otras bandas de nuestro país continúan enalteciendo.