Ricardo Fort tuvo un rápido ascenso a la fama gracias a una extrovertida personalidad y una vida marcada por los lujos y excesos. Sin embargo, a pesar de haberse consagrado como uno de los mediáticos más carismáticos y aclamados de la farándula nacional, el empresario se sumó a la lista de los famosos que fallecieron en trágicas circunstancias.

A la edad de los 45, en la madrugada del 25 de noviembre de 2012, “el Comandante”, como solían llamarlo sus fanáticos en las redes sociales, murió en la más desgarradora soledad, internado en el Sanatorio de la Trinidad de Palermo, debido a una sepsis generalizada que terminó en un paro cardiorrespiratorio.

El mediático hijo de Carlos Augusto Fort dilapidó hasta el último centavo de la fortuna que había heredado.

La conmovedora historia de vida del multimillonario fue contada por Crónica HD en el programa “Las nuevas tragedias de los famosos”, el regreso del segmento informativo que se emite los sábados a las 21:30, conducido por Chiche Gelblung, y con la participación especial de Marco Bustamante.

A pesar de haber nacido en cuna de oro por ser el nieto de Felipe Fort, el fundador de la empresa de golosinas FeltFort –que años más tarde heredaría Carlos Augusto Fort, su padre-, lo que a Ricardo siempre le hizo falta fue el amor y la contención de una familia funcional.

A raíz de las conflictivas relaciones que tuvo con su padre y sus hermanos, al terminar la secundaria, viajó a Estados Unidos, donde vivió durante 15 años. “Tenía 20 años, me encantaba Estados Unidos, me encantaba Miami, y quería, de una forma también, desprenderme un poco de mi familia para crecer yo como ser humano, como identidad”, reconocería el magnate mucho tiempo después en una entrevista.

No obstante, con más frustraciones personales y emocionales que antes, regresó a la Argentina y comenzó a trabajar en la empresa familiar. Su paso por la compañía chocolatera fue un acierto a nivel comercial, ya que es a él a quien se le atribuyó el haber incorporado al mercado argentino en 1997 las barritas de cereal. La idea la copió de las que veía en Estados Unidos, aunque adaptadas al gusto local.

Muchas parejas pasaron por la vida del hijo de la vedette y cantante Marta Campa de Fort, tanto mujeres como hombres. En 2011 habló públicamente sobre su bisexualidad y el conflicto que eso había generado con su padre, quien lo desaprobaba.

Según sus declaraciones, el gran amor de su vida fue Virginia Gallardo, en cuanto a su relación más importante fue con Gustavo Martínez, ya que lo acompañó en la decisión de tener a sus hijos, los mellizos Felipe y Marta, nacidos el 25 de febrero de 2004. Sus nombres fueron elegidos en honor al abuelo del empresario y su madre, respectivamente.

Sin escuchar el mandato de la familia de dedicarse por completo a la empresa, Ricardo Fort eligió la carrera artística, teniendo la ambición de hacer carrera como cantante. A partir del año 2009, Fort logra entrar en el mundo del reconocido presentador Marcelo Tinelli, primero como participante de “El musical de tus sueños”, y después directamente, en “Showmatch”.

Años posteriores, la revista Forbes tomó como parámetros su convocatoria, su empresa, su repercusión en las redes sociales –uno de los primeros en explotar las plataformas virtuales para posicionarse en agenda- para considerarlo una de las personas más influyentes en el negocio del espectáculo local.

Así todo, las inseguridades personales y los trastornos por su imagen se convirtieron en el mal peor del “Comandante”, que en su corta vida, se había sometido a más de 27 cirugías estéticas solo para mejorar su apariencia: pera, pómulos, torso, y hasta los talones. Fueron sus dolencias en las rodillas y la columna las que lo hicieron sufrir en los últimos años de su vida.

Ricardo Fort junto a Marcelo Tinelli en "El musical de tus sueños".

En marzo del 2010 le colocaron 6 tornillos de titanio y dos espaciadores en la rodilla izquierda. En junio de ese año, fue internado por fuertes dolores en la columna. En septiembre del 2011, volvió a ingresar al quirófano para revisar 15 clavos que tenía en su columna vertebral. Para cubrir el insoportable dolor corporal, tomaba morfina diariamente.

A raíz de estos síntomas, Ricardo aseguraba que se iría joven de este mundo. No se imaginaba llegando a los 60 años de vida, y es seguramente esa sensación de que su paso por la tierra sería breve, lo que lo llevaba a despilfarrar el dinero para darse los gustos que él quería, y hasta llegó a pensar con tiempo en quién cuidaría a sus hijos en su ausencia.

Las últimas horas de Ricardo fueron dramáticas. Si bien el mediático estaba internado en la Trinidad desde hacía días, 24 horas antes de su muerte había sido pasado a una sala de terapia intensiva.

En ese momento, su novio, Rodrigo Díaz, no estaba a su lado, ya que se encontraba en Miami grabando un disco. El empresario murió en soledad en el Sanatorio de la Trinidad, en Palermo, a los 45 años debido a una sepsis generalizada que terminó en un paro cardiorrespiratorio. Esa misma noche, realizó un video casero desde el sanatorio para transmitirle tranquilidad a sus seguidores, y quien sabe, tal vez para despedirse.