En un estado de preinfarto, la noche anterior a su trágica muerte, Leo Mattioli había realizado tres recitales seguidos en ciudades distintas. Aunque sabía que su corazón no daba para más, el cumbiero aseguraba que su “mejor remedio” era cantar en el escenario frente a su público.

A casi 10 años de su prematuro deceso, el ídolo santafesino es recordado con un inconmensurable cariño entre la gente por su gran carisma y el enorme legado que dejó en la música tropical. Al día de hoy, sus canciones siguen acompañando a sus fieles seguidores y permanecen en cada baile nacional.

Leo Mattioli debutó como cantante a los 20 años en el Grupo Trinidad.

Historias como la del trágico fallecimiento del “León Santafesino”, que fueron contadas por Crónica HD regresarán desde este sábado a las 21:30 en “Las nuevas tragedias de los famosos”, un espacio conducido por Chiche Gelblung que tendrá la participación especial de Marco Bustamante, donde se repasarán las muertes más insólitas e inesperadas del mundo del espectáculo que más conmovieron y marcaron en los últimos tiempos.

Leonardo Guillermo Mattioli fue un cantante y compositor que marcó un antes y un después en el mundo del espectáculo con su innovador estilo, por el cual se lo consagró como ‘el rey de la cumbia romántica’.

Al igual que a muchos otros artistas de su mismo rubro que murieron a una temprana edad por distintas circunstancias -en su mayoría, accidentes automovilísticos-, el destino no dio tregua a la salud del intérprete de “Llorarás más de diez veces”, que desde hace años llevaba arrastrando numerosas y severas enfermedades.

"El León" falleció a los 38 años, a seis días para el gran concierto que realizaría en el teatro Gran Rex para la celebración de sus 39 años. Su muerte ocurrió un 7 de agosto del 2011, provocando una gran conmoción en el país. La primicia estuvo a cargo de Crónica TV, que anunció su partida a las 12:45 del domingo.

El rey de la cumbia romántica estaba muy enfermo, siempre rondándole la muerte. Pero como seguía de pie en los escenarios, a los 38 años, hasta él creyó que era inmortal.

“Ustedes no se imaginan lo feo que es estar en un escenario y tener problemas buenos de salud, y sin ánimo, fuera de broma, estoy fajado porque tengo un dolor impresionante en el estómago, y muchos problemas de presión. Pero, ¿saben qué? ¿Qué remedio más grande que este?”

Con 17 discos editados y 6 premios Gardel, el ‘León Santafesino’ integraba el codiciado podio de los ídolos populares.

La última noche fue terrible. Al borde del infarto, ofreció tres recitales seguidos, en tres ciudades distintas: Mar del Plata, Balcarce y Necochea. Dicen que antes del primero, Leo sintió el dolor en el pecho, se compró un calmante en una farmacia, y le dijo que no a sus hijos cuando quisieron suspender los shows para llevarlo al médico.

Llegó al Club Rivadavia a las 5 y media de la mañana. Subió cuatro pisos hasta llegar al escenario, y casi sin aire, cantó como pudo apenas seis temas. Algunos lo silbaron por ese final anticipado, por el que pidió disculpas. Se murió seis horas después, solo, en la habitación 311 del hotel Gala de Necochea. Su hijo Nicolás pidió ayuda, pero ya era tarde. Los médicos informaron que sufrió una insuficiencia cardíaca mientras dormía.

Miles de personas llegadas de todo el país lo despidieron en el hall del centro cultural donde funcionaba la estación de trenes Manuel Belgrano, en la ciudad de Santa Fe, en una peregrinación cálida y conmovedora, matizada por los aplausos, las lágrimas y las canciones. Leo Mattioli se había despedido del mundo por Twitter, unas horas antes de morir, con esta frase: “Dos recitales más y cerramos la noche con el amanecer. Beso y abrazo a todos por la fuerza y el apoyo incondicional, estoy en deuda”.