Hace algunos días, Andrea Rincón hizo una confesión íntima que sorprendió a todos. Según explicó, con su futuro esposo decidieron no tener más sexo con el objetivo de conservar su vínculo y mejorar la pareja.

La actriz se casará próximamente con Mauricio Corrado y en diálogo con un programa de streaming del canal "Blender", aseguró que la práctica del “ayuno sexual” los ayudó a “empezar a fortalecer” su vínculo.

Con la frescura que la caracteriza, Rincón detalló cada uno de los hábitos que eliminó al iniciar este peculiar ayuno: “Alcohol, afuera; cigarrillo, afuera; y, por último, sexo, afuera”. Ante la mirada atenta de sus compañeras, explicó que al principio no fue una tarea sencilla.

Las técnicas para lograrlo fueron diversas: “Primero pusimos una cosa de almohadas para dividir, después empezamos a dormir vestidos. Y no funcionaba. Hasta que en un momento dijimos 'bueno, te vas a dormir abajo'".

La actriz aseguró que el ayuno sexual la ayudó a fortalecer el vínculo con su pareja.

La artista también contó que incluso pensaron en atarse para poder lograrlo. Pero una vez concretado el objetivo, señaló, todo fue éxito y beneficios: “Se empezó a fortalecer la relación. Era algo que yo desconocía”. Para ella, el motivo de esta drástica modificación en el vínculo fue claro: “Empezó a cambiar el porcentaje”.

Qué es el ayuno sexual

“Se denomina ayuno sexual al período de tiempo que una pareja acuerda no tener encuentros sexuales”, explica  médico psiquiatra y sexólogo Walter Ghedin. Los límites pueden resultar difusos, pero con el consenso como punto de partida, son establecidos por ambos protagonistas.

El especialista mencionó que actualmente el ayuno sexual es una práctica llevada a cabo por muchas parejas que intentan poner la libido en otras actividades “con la esperanza de que la distancia de los cuerpos y el paso del tiempo provoque un incremento del deseo”. Lo que buscan, añadió, es una suerte de “explosión cuando los cuerpos vuelvan a encontrarse”.

La realidad es que existen diferentes modalidades a la hora de entregarse a esta técnica: “Sin ningún contacto, con masturbación, sin penetración, con prácticas como sexo oral pero sin penetración”.

En ese sentido, Ghedin se refirió al coitocentrismo, un concepto obsoleto que afecta a la sexualidad y al placer: “Muchos creen que el ayuno es sólo cuando dejan la penetración y optan por otras formas de erotismo, como si el sexo fuera únicamente el coito y, el resto, una mera previa”. La penetración no debiera ser un mandato, ni es lo único ni tampoco tiene por qué ser lo mejor para todos y todas.

Pese a la popularidad del ayuno sexual, el médico aclaró que “en sexología no existe ninguna terapia con aval científico que recomiende esta práctica para incrementar la libido”. Aun así, si la decisión de las parejas es llevar a cabo esta propuesta, su recomendación es que “no dejen de tocarse, de expresar afecto con caricias o besos; es decir, mantener la sensorialidad abierta a los estímulos”.