Por Juan Bernardo Domínguez 
@juanbjd

La caída del consumo es brutal y parece no tener piso. En términos interanuales, fue del 9,3% en supermercados el pasado marzo, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Los datos oficiales mostraron también una retracción del 10,7% en el sector mayorista y una baja del 11,3% en los shoppings.

Y ocurrió en uno de los períodos históricamente de mayor nivel de ventas por la vuelta a las clases, con el agregado de que este año además tuvo las festividades de Pascua.

Los números de abril pasado del sector privado muestran incluso una caída más profunda. Según la consultora Scentia, registró el mayor derrumbe en lo que va del año para el canal self service (supermercados, súper chinos y autoservicios), con una retracción del 13,8%, casi el doble que en marzo pasado (7,5%).

Un relevamiento del Banco Provincia de Buenos Aires (BAPRO), en tanto, también reflejó la nueva merma de abril último. Su IBP (que indica el gasto de consumo por cliente con tarjetas de crédito, débito y la billetera Cuenta DNI de la misma entidad) marcó una caída promedio del 35,3% interanual para el mes pasado.

Al verse el desglose puede observarse que las compras en supermercados y alimentos se retrajeron un 21%. “Esta significativa contracción se debió a salarios con poco poder adquisitivo, el deterioro incipiente de las condiciones sociales (suba de la pobreza y todo lo que ello conlleva) y firmas que intentan evitar incorporar fragilidad a sus hojas de balance bajando precios”, detalló el BAPRO en un informe.

Almaceneros y supermercadistas: “Lo que no vendiste, lo tenés que tirar”

El vicepresidente de la Federación de Almaceneros de la provincia de Buenos Aires (FABA), Fernando Savore, reveló este lunes en diálogo con crónica.com.ar que, producto del derrumbe del consumo, hay "alimentos acumulados en los mayoristas, mercaderías a punto de vencer y baja de precios en algunos productos".

“Están todos con mucha mercadería atascada. Entonces, no es el momento para aumentos; al contrario. La semana pasada, nos reunimos con mayoristas preocupados porque las ventas se desplomaron, y nos están ofreciendo ofertas y bonificaciones”, dijo.

El vicepresidente de la FAB manifestó que “hay que tener cuenta” que los productos alimenticios tienen “una cuenta regresiva”. Y pronosticó: “Va a pasar lo mismo que en marzo último, cuando todos empezaron a vender con precios bajos porque la mercadería estaba a punto de vencer”.

El secretario de la Cámara de Supermercados y Autoservicios de Rosario y la Región (CASAR), Sergio López, por su parte, registró una situación similar. “Muchos productos alimenticios se van quedando en depósitos de mayoristas y góndolas de los supermercados con vencimientos cortos por la falta de consumo”, indicó en contacto con este medio y lamentó: "Lo que no vendiste, lo tenés que tirar".

López argumentó que gran parte del empresariado, a fines del año último, compró en grandes cantidades y se stockeó por “temor a una eventual hiperinflación”.

“Los productos de consumo masivo que se compraron en octubre y noviembre estaban con un precio bajo. Y la mayoría de esos artículos tiene vencimiento para junio próximo”, alertó el supermercadista, quien dijo que los mayoristas "extendieron las fechas de pago para facilitar sus ventas".

¿Qué productos bajan el precio?

López, al ser consultado sobre en qué productos notó una reducción de precios en las últimas horas, respondió: “En lácteos”.

Savore especificó en ese sentido que recibió una bonificación de un proveedor del 40% en el queso cremoso, por lo cual podrá venderlo al público con una baja proporcional.

Agregó que otro artículo con desplome de valores fue el azúcar. “De costo, el kilo de primera marca lo llegamos a pagar en diciembre último entre $1.300 y $1.400; hoy, está en $900. Bajó mucho. Lo vendemos al público ahora a $1.200 y, al de marca pyme -o segunda marca-, a $900”, manifestó el almacenero.

Aseguró además que este lunes recibió una lista de precios de parte de un proveedor en la que el comino bajó un 10%. 

Por J.B.D.