En medio de la ola de calor nunca antes vista en el hemisferio norte y  el sur con uno de los inviernos más cálidos de la historia, en la Antártida se produjo un desprendimiento de hielo marino de proporciones alarmantes, equivalente en tamaño al territorio de Argentina. Esto generó preocupación en la comunidad científica, quienes se expresaron sobre el tema.

Cabe destacar que la Antártida posee el 90 por ciento del hielo del mundo y sin dudas su escasez y protagonismo con el calentamiento global genera preocupación. A pesar de que el principal factor es la elevación de las temperaturas en todos los continentes, los especialistas tratan de saber porque se aceleró el deshielo en los últimos años en comparación con los primeros 45 cuando se inició con la revisión de la superficie de la Antártida.

Según explicó a Télam, Juan Manuel Lino, geólogo del Instituto Antártico Argentino, en esta época del año “lo que tenemos es una menor superficie de mar congelado de lo esperado. No es que desapareció en la Antártida algo del tamaño de la Argentina, sino que no se formó el promedio habitual de hielo marino, y estamos por debajo del promedio” y agregó: “Las dimensiones que no se formaron sí son del tamaño aproximado de Argentina”.

"Marambio", la base argentina en La Antártida. 

Por su parte, el climatólogo, doctor en Ciencias de la Atmósfera y los Océanos por la Universidad de Buenos Aires (UBA) e investigador del Conicet, Leandro Díaz, indicó que “para esta época del año se esperan 17 millones de kilómetros cuadrados de mar cubierto con hielo alrededor de la Antártida que en promedio es lo que habitualmente pasa desde 1979″ y, de esos 17, “estamos teniendo más o menos 14,5 (millones de kilómetros cuadrados). Esa diferencia de 2,5 millones de kilómetros cuadrados es como más o menos la superficie de Argentina”.

El hielo marino no regresó a los niveles esperados. De hecho, está en su nivel más bajo para esta época del año desde que comenzaron los registros hace 45 años. “Digo que no al alarmismo, pero hay que vigilar la situación”, explicó la glacióloga del Instituto de Oceanografía y Geofísica Experimental (Ogs) de Trieste, Florence Colleoni. “El hielo marino estaba ‘bajo’ en 2022, en 2023 está ‘muy bajo’, muy por debajo de 2010 o antes, pero eso no permite decir si la situación será igual o peor en 2024″, comentó ante la noticia.

Colleoni completó dos misiones de investigación a la Antártida a bordo del buque de investigación ‘Laura Bassi’. A diferencia del Ártico, para el que existe un caso de estudio que muestra una clara tendencia acerca de la pérdida de hielo, para la Antártida es “difícil decir que se está produciendo el mismo fenómeno”. “Pero podemos afirmar que observamos algo extraordinario”, explicó Colleoni.