Mónica Guido era una de las artistas más populares de las décadas del 80 y 90. Supo ser una de las mujeres más exuberantes y admiradas por el público, no solo por su carisma y por su trabajo junto a capocómicos reconocidos como una de las vedettes de elite, sino que también se destacó como actriz de cine, teatro y televisión. A raíz de una enfermedad, hoy su realidad es muy distinta, ya que vive alejada de los medios y la esfera pública. Pese al éxito que tuvo, actualmente se gana la vida como vendedora de ropa.  

Nacida en la localidad santafesina de Arequito, a 80 kilómetros de Rosario, desde que era chica soñó con poder ser parte del ámbito artístico del país. Cuando cumplió la mayoría de edad, se vino a vivir a Buenos Aires, donde comenzó a prepararse profesionalmente.

Para 1983 consiguió su primera participación en la pantalla grande en la película "Los reyes del sablazo" junto Alberto Olmedo, Jorge Porcel y gran elenco. Tiempo después, continuo con el film "Camarero nocturno en Mar del Plata", en donde compartió set con Tristán, Susana Traverso, Rolo Puente y Noemí Alan.

Sus personajes eran pequeños, pero no dejo de luchar. 

La consagración de Mónica Guido

Gracias a su belleza, pero sobre todo por el talento, Guido se posicionó como una de las mujeres que más trabajan en la industria para aquel entonces. A pesar de que empezó en la pantalla chica en 1986, se distinguió al año siguiente cuando comenzó a ser parte del elenco estable de "Las gatitas y ratones de Porcel". Se lució en distintos personajes hasta que en 1994 se consagró en la serie de "Brigada cola" junto a Guillermo Francella, Emilio Disi y Fernando Lupiz. Allí supo interpretar a una sensual psicóloga llamada Guinda, que prestaba sus servicios ante la disparatada aventura del equipo de humoristas. Debido al éxito del programa, llevaron a cabo obras de teatro y una película.

Asimismo, desde los 23 años actuó en más de una decena de revistas y comedias en compañía de famosos actores y artistas en teatros tanto de la Calle Corrientes de Buenos Aires, como de Mar del Plata y otros centros turísticos de Argentina. Durante su época de oro, fue un icono de sensualidad y realizo producciones muy jugadas para las tapas de populares revistas para adultos como Playboy

Mónica Guido y Guillermo Francella en Brigada Cola. 

Durante su época más mediática, se la relacionó sentimentalmente con distintos hombres como el cantante JAF, el exfutbolista Adalberto Aschucarro y hasta con el hermano de Ricardo Fort. En esos tiempos, también se la vinculo con el expresidente de la nación, Carlos Saúl Menem, sin embargo, ninguna de esas relaciones fue confirmada por los protagonistas. 

En general, su vida personal fue siempre perfil bajo. Se casó en 1988 con el empresario Andrés García, pero poco después se separaron. Tiempo más tarde, formó pareja con Javier Caminotti, hijo de un exministro de economía cordobés, y tuvieron a su única hija, Giuliana en 1994. Luego, en 2005 se casó de nuevo, esta vez con un joven de 30 años. Sin embargo, este matrimonio no duro mucho.

Un problema de salud que terminó su carrera 

Guido tenía mucho trabajo, pero de un momento al otro salió de la pantalla. Por lo que se sabe, este cambio de vida comenzó a principios de los noventa, cuando se mudó de su departamento en la calle Jorge Newbery a uno en Las Cañitas. Durante el traslado de sus objetos, hizo un mal esfuerzo y se desgarró el hombro. Este accidente le ocasionó una tendinitis grave que debió ser medicada con medicamentos muy fuertes. 

Aunque algunos recuerdan su paso por "Casados con Hijos" en el 2005 y en algunas ficciones de Canal 13, poco se supo de la actriz hasta que algunos años atrás reveló el problema de salud que padece desde aquel momento. Si bien se sometió a una cirugía para restablecer la movilidad de los huesos, el resultado no fue bueno y se vio complicada hasta de hacer pequeñas actividades cotidianas como limpiar o manejar.

Mónica Guido se fue retirando poco a poco de la profesión. 

Su presente lejos de los medios 

En la última entrevista que dio la actriz, sostuvo que en estos años recibió propuestas de trabajo en la pantalla chica y en teatro, pero ella decidió rechazarlas porque no se sintió en condiciones para llevar una vida agitada en conjunto con los dolores que le ocasionan la enfermedad ósea. Actualmente, vive de vender ropa en cabarets, restaurantes y countries, aunque reconoce que trata de comerciar en donde puede.

Pese a que su salida del arte fue abrupta, Guido sostiene que hoy está feliz y no tiene intensiones de volver. Asimismo, vive con su hija, que recientemente se recibió de médica en la UBA, y con sus perros. Su familia es su gran sostén y compañía en los momentos de mayor dolor. Si bien se alejó por completo, sigue manteniendo relación con sus fans a través de su cuenta de Instagram, donde muestra el día a día como también las actividades que realiza.