De cara a lo que será un nuevo Día Internacional de la Mujer, el Centro de Economía Política (CEPA) realizó un informe sobre la situación económica con respecto al mercado laboral de las mujeres, en relación a lo que fueron los últimos dos años en Argentina.

En torno a este tema, CEPA resaltó las desigualdades que persisten entre hombres y mujeres, en las estadísticas referidas a la tasa de desocupación, la desigualdad económica estructural,  los niveles de desocupación y la tasa de informalidad, entre otros campos.

Al respecto, cabe destacar que la tasa de desocupación general del mercado de trabajo continúa manteniendo un muy preocupante 8,2% al tercer trimestre del 2021, aunque este ha sido el nivel más bajo para un tercer trimestre de los últimos cinco años y se ubica 1,5 puntos porcentuales por debajo a los niveles pre pandemia.

En torno a la tasa de desocupación según género, los valores indican que para las mujeres fue del 9% en el tercer trimestre del 2021, mientras que la reducción de esta tasa para las mujeres (1,9%) respecto al tercer trimestre de 2019 fue mayor que la de los varones (1,2%).

La diferencia en la desocupación abierta entre varones y mujeres se mantiene vigente como una desigualdad estructural, aunque con leves reducciones recientes. En el tercer trimestre de 2021 la brecha fue de 1,3 puntos (9% mujeres versus 7,7% varones),

A su vez, para el año 2021 la recuperación económica permitió la reducción de la tasa de desocupación en las mujeres jóvenes, alcanzando el dato más bajo de los últimos cinco años. Al tercer trimestre de 2021, para las mujeres de 14 a 29 años la tasa alcanzó el 18% y para los varones 16,6%.

Sin embargo, una estadística que preocupa es la tasa de informalidad, ya que para las mujeres, este indicador volvió al mismo punto que en 2019, al registrarse un 36% de informalidad, mientras que, para los hombres, la tasa de informalidad se recortó con respecto a niveles pre pandemia (30,6% en el tercer trimestre de 2021 contra 34,2% en el mismo periodo de 2019).

En ese sentido, no solamente se sostuvo el nivel de informalidad, sino que se profundizó el diferencial entre la informalidad de varones y mujeres, ascendiendo de 1,8 puntos a 5,4 puntos.

Por último, respecto de las brechas de ingreso en el 2021 se observa que, al igual que la tasa de informalidad, las brechas en el ingreso personal e ingreso por ocupación principal se mantuvieron en niveles similares a los del 2019. 

Al analizar los ingresos por ocupación principal (aquellos ingresos que corresponden a la actividad laboral principal) los varones percibieron un 25% más de ingreso que las mujeres. 

Esta brecha se profundiza a 28,4% cuando se observa el ingreso personal (ingresos laborales y no laborales como pensiones, jubilaciones, cuotas alimentarias, entre otros), aunque es levemente inferior a la que se registraba en el tercer trimestre de 2019 (29%).