Por Gabriel Arias
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Si bien la infidelidad es una situación que atravesó todos los tiempos de la humanidad, sin importar guerras, epidemias o formas de gobiernos, en la actualidad y con la presencia del coronavirus, esta situación sufrió modificaciones. De hecho, la tecnología pudo haber ayudado a que se mantenga presente. De todas maneras también algo que se ha visto en estos últimos tiempos es la microinfidelidad, que no llega a ser una infidelidad explícita, pero que puede transformarse en una si no se atiende el tema.

Para desandar todas las dudas que pueda generar este tipo de situaciones, Mauricio Strugo (psicólogo y sexólogo, especialista en vínculos y M.N. 41.436) dialogó con "Crónica", y comentó que "en principio, todo esto parte de lo que es la infidelidad y la infidelidad en sí, tiene que ver con la desconfianza en la pareja, una situación donde una de las dos personas está siendo deshonesta en cuanto a la manera de elegir al otro, es decir, que de alguna manera no está pudiendo ser fiel a la elección de esa persona, esto es lo primero para explicar. Cuando hablamos de microinfidelidades estamos hablando de situaciones que no llegan a ser infidelidades como la infidelidad clásica, pero que bordean o están casi al borde de ser infidelidad y depende de los códigos que maneje cada pareja que estas situaciones puedan repercutir en mayor o menor grado".

Ingrediente clave

El profesional agregó: "La clave de este concepto radica en que tiene que ver con el ocultamiento, cuando una persona tiene conductas que necesitan ocultarse a la pareja esto genera desconfianza, porque, si no, es algo que uno no necesita ocultar, entonces no tiene nada de malo, pero si necesita ocultarlo es porque hay algo ahí que no es correcto o que, en todo caso, la pareja se enoja y por eso se le oculta. Puntualmente, la microinfidelidad tiene que ver con, por ejemplo, una persona que sigue a un influencer y le pone un corazón o me gusta a las publicaciones o manda chats a algún/a compañero/a de trabajo donde insinúa o manda indirectas. No es una infidelidad, en el sentido de que no se consuma la infidelidad como cuando pasó en un encuentro cara a cara, porque una cosa es un caso de infidelidad claro, donde hay contacto entre personas, relación sexual o un encuentro romántico".

A la hora de diferenciar una micro de una infidelidad, Strugo relató que "hoy en día con la virtualidad, lo que se pone en tela de juicio es hasta dónde es infidelidad el hecho de fantasear con otras personas, el hecho de utilizar aplicaciones de búsqueda de pareja, que son infidelidades pero donde haya acuerdos que existan en cada pareja, porque por ahí puede ser que una pareja pueda decir 'a mí no me molesta' que flirtees con otras mujeres, pero si no haces nada y esto no se lleva al acto y es para pasarla bien un rato y nada más, o que mires pornografía, pero otras personas pueden sentir que esto es una microinfidelidad".

Tecnología, presunta aliada

Consultado sobre qué pasa en la actualidad, el profesional (@mauriciostrugo) sostuvo que "en este momento, estamos en una situación de bastante vulnerabilidad emocional y de hartazgo, y entonces hay gente que busca refugiarse en este tipo de prácticas, en vez de, quizá, ser honesto con la pareja y aprovechar esta situación, lo que muestra en principio que hay algo que no está funcionando y por eso aparecen estas situaciones, como síntomas de que trabajamos en eso escapándonos por la vía de la infidelidad. Cuando aparece una infidelidad se puede detectar que tiene que ver con algo que no está pasando en la pareja o que está pasando en sentido negativo; entonces, una opción deshonesta e irresponsable es la infidelidad. Por ahí, lo mejor es poder conversar con el otro, y si se descubre una microinfidelidad puede ser una oportunidad, sin llegar a ser una infidelidad, de poder hablar de esto y aprovechar la crisis como una oportunidad".

"Muchas veces sucede que las parejas están juntas por costumbre o porque tienen hijos, o porque es mucho lío separarse; son parejas en donde quizás la sexualidad quedó a un costado o quizás ya el vínculo entre ellos ya no funciona, y hay de ambas partes, o de alguna, una situación de microinfidelidad donde uno va por fuera expresando este tipo de cosas, tirando, probando, sin hacerse cargo de que esto no va más y tengo que soltarlo", finalizó diciendo Strugo.

G.A