¿Qué es la endometriosis, cómo se manifiesta y qué tratamientos existen?
Se puede diagnosticar de manera indirecta con ecografías, resonancias, o marcadores en sangre. Muchas veces, cuando se realiza una cirugía por otra patología o se hace una laparoscopía, se puede llegar a percibir.
La búsqueda de un embarazo suele ser un objetivo en alguna etapa de la vida de una mujer, pero en ese camino para lograrlo aparecen diversas enfermedades que inciden en la calidad de vida de la misma.
Una de ellas es la endometriosis, que puede producir dolor de distinta intensidad durante el ciclo de la mujer, hasta llegar a ser incapacitante y por ende, en algunas pacientes, incluso afecta la reproducción.
La endometriosis se define como la “presencia de tejido endometrial activo fuera de la cavidad uterina y los sitios más frecuentes son los órganos pélvicos y el peritoneo. El tejido puede estar en diferentes lugares del cuerpo y algunas veces es posible que tenga implicancias clínicas”.
Endometriosis: diagnóstico
Un punto a tener en cuenta es que la endometriosis se diagnostica haciendo una biopsia, en la cual, se constata tejido endometrial en un lugar que no debería estar. De todas formas, también se puede diagnosticar de manera indirecta con ecografías, resonancias, o marcadores en sangre. Muchas veces, cuando se realiza una cirugía por otra patología o se hace una laparoscopía, se puede llegar a ver.
“Los síntomas asociados incluyen dolor pélvico crónico, sangrados irregulares e infertilidad. También es muy frecuente dolor al tener relaciones sexuales. En algunos casos, la endometriosis se diagnostica recién en aquellas personas que consultan por tratamientos de fertilidad”, explicó la Dra. Doris Raso, especialista en Medicina Reproductiva de WeFIV.
La profesional detalló que, si el tejido está ubicado en los ovarios, puede generar adherencias, o pequeños focos de tejido inflamatorio que afectan la reserva ovárica. También es posible que se formen endometriomas, que son quistes producidos por la endometriosis, que comprometen la reserva ovárica y la calidad de los óvulos.
Preservación de fertilidad
En la actualidad se apunta a la protección de la reserva ovárica, ya que la endometriosis suele diagnosticarse entre los 25 y 35 años y es posible que afecte la reserva ovárica de las pacientes, reduciendo la cantidad y la calidad de los óvulos. La preservación de la fertilidad es altamente recomendable en mujeres que tienen esta patología, antes de someterse a la cirugía.
“Antes se tomaba una conducta mucho más agresiva y se trataban de sacar los focos que uno pudiera encontrar. Ahora se sabe que lo ideal es no tocar los ovarios para no afectar la reserva ovárica y dejar el tratamiento quirúrgico para pacientes que tengan sintomatología, como por ejemplo dolor”, expuso Raso.
En tanto, la doctora Bárbara Lotti, especialista en reproducción asistida, agregó que “también hay tratamientos médicos que van a depender de si la mujer está buscando un embarazo o no. Hoy en día para la búsqueda de embarazo, dependiendo de la gravedad de la endometriosis, tenemos los tratamientos de reproducción asistida que van a mejorar el pronóstico reproductivo de las pacientes”.
Técnica de vitrificación
En los casos de pacientes con endometriosis que requieren de intervención quirúrgica, la vitrificación de óvulos está indicada previamente a la realización de la cirugía, especialmente en pacientes con más de 35 años. De ese modo, al guardar óvulos, se preserva la fertilidad y aumentan las tasas de éxito posteriores.
La técnica de vitrificación de óvulos permite diferir el embarazo hasta el momento en que la paciente decida ser madre, con el pronóstico reproductivo que tenía al momento de preservar sus óvulos antes de iniciar el tratamiento. Los resultados son similares a los conseguidos con óvulos frescos. Si bien la endometriosis es una enfermedad progresiva que no tiene cura, hay diversos tratamientos para aliviarla. Hoy es posible mejorar la calidad de vida y tomar las mejores decisiones en materia de salud reproductiva.
Siguiendo con la enfermedad, hay que decir que hay tres cuadros clínicos, el más notorio son los dolores, de los cuales hay tres: el de la menstruación (algomenorrea), el de tener relaciones sexuales (dispareunia) y el dolor pelviano crónico, es decir dolores que no están asociados al ciclo menstrual.
El segundo cuadro es la esterilidad, o sea la dificultad para quedar embarazada, y el tercer cuadro es asintomático, o sea mujeres que buscan el embarazo, no tienen dolor pero sí endometriosis, y es un hallazgo que se hace en un control ginecológico o una operación.
Para saber cuáles son sus causas, los especialistas sostienen que en los últimos 15 años se fueron conociendo cada vez más, aparte de la menstruación retrógrada, esta menstruación que cae dentro de la panza por las trompas que es un mecanismo fisiológico, hay motivos por los cuales la mujer puede desarrollar endometriosis, causas genéticas, o sea, no cualquier mujer la desarrolla sino aquella que tiene alguna modificación en los genes, causas epigenéticas a los factores ambientales, causas inmunológicas, hormonales, los cuales son el mayor grupo que contribuyen a que la mujer tenga endometriosis, y dentro de esta variable está la leve y severa.
Se recomienda que en el estudio de una mujer embarazada, el reproductólogo tiene que tener en cuenta el tema de la endometriosis y no siempre lo hace, es clave que se tenga una conciencia de la importancia de la endometriosis. Es vital el exámen ginecológico y la ecografía trasvaginal, si la mujer tiene relaciones, ya que son las principales herramientas para el diagnóstico.
En cuanto al tratamiento, hay dos tipos, uno es el médico, que es a base de hormonas, y otro quirúrgico, que son sacar la endometriosis donde esté y liberar las adherencias que produce, porque ese tejido menstrua todos los meses y se puede ir pegando a los órganos, ovarios e intestino.
Endometriosis: prevención
Cuando se habla de materia de prevención de la endometriosis, aparece un ítem que pocos tienen en cuenta y que la medicina suele recomendar: se trata de las pastillas anticonceptivas. Lo cierto, es que esta medicación que en principio se utiliza para evitar embarazos también ayudan a prevenir o retardar el desarrollo de la enfermedad.
De hecho, las píldoras anticonceptivas utilizadas para tratar la endometriosis funcionan mejor cuando se toman de manera continua y sin interrupción, para permitir la llegada de la menstruación. Las mismas pueden ser utilizadas en mujeres jóvenes en los últimos años de la adolescencia o cuando llegan a los 20 años de edad, en casos de períodos dolorosos que pueden deberse a la presencia de la endometriosis.
Por otra parte, se recomienda que una mujer acuda a un profesional, cuando tiene síntomas, se siente mareada o aturdida debido a gran pérdida de sangre menstrual o por el dolor de espalda u otros síntomas que reaparecen después del tratamiento de la endometriosis.
Aunque también existe la posibilidad de que una mujer quiera someterse a las pruebas de detección para endometriosis, si es que su madre o su hermana tienen esta enfermedad o si esta persona no puede quedar embarazada después de intentarlo durante 1 año.
Endometriosis: test para su detección
Científicos franceses desarrollaron un test de microARN (miARN) capaz de detectar la endometriosis a partir de una muestra de saliva de manera precisa, barata y poco invasiva. La herramienta podría llegar a su uso clínico en breve, tras validar estos resultados en una cohorte mayor, y podría servir para diseñar métodos diagnósticos capaces de detectar otras patologías, ya que el miARN regula hasta un 60% de la expresión de los genes, más allá del transcripcional.
Los autores se propusieron encontrar una huella de miARN en la saliva, que permitiera diferenciar a pacientes con endometriosis de las que no la padecen, desarrollando así el primer test específico para diagnosticar la condición. Para ello, tomaron muestras de saliva de mujeres con endometriosis diagnosticada mediante laparoscopia o resonancia magnética, y, con técnicas avanzadas de secuenciación genética, buscaron una secuencia que tuvieran en común y fuera característica de la endometriosis, y emplearon un método similar en un grupo de control compuesto con mujeres con dolor pélvico pero sin patología.
POR G.A.