El otoño y la antesala del invierno marcan el pico de circulación de virus que afectan a los niños. Este período es el escenario ideal para aquellos patógenos que viajan desde las aulas a los chicos y que éstos trasladan a sus casas. Ante esta realidad crece la preocupación de los padres y aumentaron las consultas a pediatras por patologías como la denominada “boca, mano, pie”.

Tras dos años de clases virtuales y/o en modalidad híbrida, la presencialidad plena en los jardines de infantes y colegios de Buenos Aires es una realidad. Esto se traduce en más niños corriendo entre las aulas e inevitablemente, una mayor circulación de virus que habían perdido terreno ante la predominancia del SaRS-CoV-2.

En estos días, las familias se enfrentan a una situación cada vez más frecuente que las pone en alerta: cientos de niñas y niños regresan a casa con síntomas tales como fiebre, mucosidad, dolor de garganta y tos, entre otros de carácter respiratorio. Sin embargo, el gran interrogante de mamás y papás radica en la causa de su periodicidad y si se trata de una situación normal.

El infectólogo Gerardo Laube evaluó el contexto y respondió a la inquietud: "Los niños están en mayor contacto entre sí y el comienzo de las clases coincide con la época otoñal en la que empieza a observarse un aumento en la circulación de virus respiratorios". En la primera infancia "el sistema inmunológico es todavía inmaduro por lo que, cuanto más pequeños sean, más tendencia a adquirir diferentes enfermedades infecciosas tendrán", afirmó el especialista, quien es docente en la Fundación Barceló.

¿De que se trata la enfermedad "boca, mano, pie?

Una enfermedad mencionada con frecuencia durante las últimas semanas en los grupos de Whatsapp de madres y padres, así como en las redes sociales, es la denominada como "boca, mano, pie". Se trata de una condición viral acompañada de exantema porque a los niños les salen ronchas en la piel, una característica de aquellos que pertenecen a la familia de la varicela. El virus responsable, que ingresa por la boca, se llama Coxsackie.

Entre sus síntomas se destacan los mocos, fiebre y garganta con rojeces, que luego de dos o tres días se convierte en un brote que abarca palmas de las manos, interior y exterior de la boca, mejillas, labios y planta de los pies. Por eso se la conoce como "boca, mano, pie". Los más pequeños o bebés también pueden presentar ronchas en el pecho, la espalda o zona de pañal.

La enfermedad genera en los chicos mucha picazón por las ronchas, y es particularmente contagiosa en niños de 5 años para abajo.

Entre sus síntomas se destacan los mocos, fiebre y garganta con rojeces, que luego de dos o tres días se manifiesta a través de ronchas en la piel.

¿Efecto colateral?

Tras dos años en pandemia, meses en cuarentena, alcohol en gel por montones, distancia social y mayor atención a los cuidados extremos como método de prevención contra la Covid-19, otra de las incógnitas que genera inquietud entre los grupos familiares con niños en instituciones educativas es si el tiempo aislados, sin contacto entre los pequeños y con barbijo puede haber influido en la alta circulación de virus actual.

Lo cierto es que según los especialistas en la materia, todos los niños y niñas de primera infancia suelen presentar un número significativo de afecciones respiratorias, especialmente durante los primeros años de escolaridad.

En este sentido, el doctor Laube explica claramente: "Si bien esto siempre ha sido así, el hecho de tener 2 años de aislamiento con poco contacto y por lo tanto con pocas enfermedades hace que el reinicio de la actividad escolar tenga un incremento de afecciones, particularmente respiratorias".

La prevención depende de mantener las medidas higiénicas que se fomentaron a lo largo de la pandemia y la vacunación antigripal.

¿Cómo prevenir?

La prevención se basa en tratar de mantener las medidas higiénicas que se fomentaron a lo largo de la pandemia y ayudaron a reducir de forma considerable los casos de gripe, bronquitis, resfríos y enfermedades similares. Las mismas incluyen el lavado de manos frecuente, sobre todo al manipular alimentos y después de ir al baño. Asimismo, se recomienda tener la vacunación antigripal al día de todo el grupo familiar y particularmente de los menores de 2 años. También es importante mantener una adecuada ventilación de los espacios cerrados y evitar enviar a los niños al jardín y/o el colegio ante síntomas sospechosos.

Al respecto, el profesional destaca que "si bien el organismo va madurando, y en lo concerniente al sistema inmunológico, las diferentes enfermedades desarrollan respuestas de anticuerpos que son los que van a prevenirnos de futuras afecciones por los agentes infecciosos con los que hemos estado en contacto". Por último añade: "Es importante priorizar todas las medidas de prevención ya mencionadas y ante la duda consultar con el pediatra de cabecera para profundizar en cada caso particular".