Mastectomía y las opciones frente a una reconstrucción mamaria
Crónica entrevistó a especialistas sobre la cirugía resectiva para tratar, o incluso prevenir, el cáncer de mama mediante extirpación y las posibilidades que existen para afrontar la reconstrucción de los senos. ¿Cuál es el momento indicado para avanzar en ese sentido?
Una mastectomía es una cirugía para extirpar tejido mamario como una forma de tratar o, incluso en algunos casos, prevenir el cáncer de mama.
¿Qué se puede hacer luego de este tipo de intervención quirúrgica? El médico Fernando Felice (MN 108.614), en diálogo con Crónica, respondió: “Las mujeres que eligen reconstruirse los senos tienen varias opciones para poder hacerlo”. El profesional de la salud, cirujano plástico y docente de la Universidad de Buenos Aires (UBA), especificó: “Los senos pueden reconstruirse usando implantes de silicona. Pueden también reconstruirse usando tejido autólogo, es decir, el de otros lugares del cuerpo. Algunas veces se usan tanto los implantes como el tejido autólogo para reconstruir el seno”.
Implantes versus tejido autólogo
Para los implantes mamarios, se utilizan materiales artificiales hechos de silicona (gel plástico) o salino (agua salada estéril). Una mujer debe tener como mínimo 18 años para ponerse los primeros y, desde los 22, recién puede hacerse un aumento de pecho con los segundos, según recomiendan profesionales de la salud especializados en la materia en el sitio web Nordesthetics.com, de una clínica con sede en Lituania.
En comparación con los salinos, los de silicona son más populares debido a que tienen un aspecto más parecido al de los pechos reales, aunque presentan un riesgo mayor si se rompen. Los daños de los salinos son fáciles de detectar. El pecho se vuelve más pequeño debido a que la pérdida de líquido es absorbida por el cuerpo, mientras que las rupturas en los de silicona permanecen sin modificación aparente. Por eso, las mujeres tienen que someterse a una resonancia magnética una vez cada dos años.
Por su parte, los implantes salinos se llenan después de la cirugía, por lo que la incisión es más pequeña y la mujer puede decidir cambiar el tamaño de los senos sin una nueva operación.
Por otro lado, el tejido autólogo es de la misma persona. Se lo traslada de una parte del cuerpo a otra. Se trata de otro tipo de aumento de pecho, no artificial, en el que se utiliza grasa autóloga enriquecida con células madre. Este procedimiento también recibe el nombre de “lipofilling” (adición de lípidos). Existen otros tejidos autólogos, como los músculos.
“Cuando se usa un implante, se coloca debajo del músculo pectoral para darle mejor cobertura y ofrecer un resultado natural. Si se hace una reconstrucción con tejido autólogo, se usa un segmento de tejido que contenga piel, grasa, vasos sanguíneos y, algunas veces, músculo de algún otro lugar del cuerpo de la mujer”, explicó Felice.
En ese contexto, graficó que “se puede llevar tejido graso del abdomen hacia la mama, puede ser por microcirugía o pediculado a través de una vena o una arteria”. En ese caso, sostuvo, “se hace una plástica de ese tejido en la región mamaria. En consistencia, queda bastante similar”.
“Pero también existen otros tipos de colgajos locales, como un colgajo dorsal: sería sacar un segmento de piel grasa y tejido muscular desde la espalda, y llevarlo a la región anterior del tórax, cubriendo el defecto de la cirugía resectiva de mama. Este tipo de cirugía con colgajo dorsal, sí o sí, necesita uso de prótesis mamarias”, explicó el profesional de la salud.
El momento ideal para la reconstrucción
“La cirugía para reconstruir los senos puede hacerse al momento de la mastectomía o se puede hacer después de que las incisiones de la mastectomía hayan cicatrizado y la terapia del cáncer se haya completado”, detalló el cirujano plástico. “No hay ningún apuro para hacer una reconstrucción mamaria, puede realizarse meses o años después de la mastectomía”, explicó.
No obstante, resaltó que “lo ideal es tratar de hacer la reconstrucción mamaria en el mismo tiempo de la resección del tumor, porque eso permite que la paciente se acueste con las dos mamas y se despierte con las dos mamas”. Y agregó: “Incluso aunque una de éstas sea una mama reconstruida; eso ayuda psicológicamente mucho a las pacientes”.
La decisión de avanzar con la reconstrucción mamaria en el momento de la resección depende de que esté indicado medicamente y de que la paciente lo acepte. “Siempre tratamos de hacer, en la medida que la enfermedad lo permita, una reconstrucción inmediata”, remarcó Felice.
Ícono sexual: trabajo de definición
“Si bien la mama no es un órgano vital y sólo tiene función en la etapa de lactancia, es un ícono de percepción en la sexualidad de personas femeninas”, dijo a Crónica la médica Agustina Antognozzi (MN 91.834), especializada en ginecología, obstetricia y mastología.
Si en una mastectomía “no se conserva el complejo areola y pezón, el mismo, una vez terminados los tiempos quirúrgicos y eventual tratamiento radiante, puede hacerse con injerto de piel o tatuarse”, explicó la profesional de la salud. Y agregó: “Existen también prótesis externas adhesivas de complejo areola y pezón”.
Por su parte, el cirujano plástico Fernando Felice puntualizó que, “después de que sana el pecho de la cirugía de reconstrucción, el cirujano puede volver a crear el pezón y la areola”.
“Por lo general, el pezón nuevo se genera con un colgajo de piel o al cortar y mover pequeños segmentos de piel, donde se les da la forma de un pezón nuevo. Pocos meses después de la reconstrucción del pezón, el cirujano puede crear la areola”, finalizó.