Con la llegada de la temporada veraniega y las altas temperaturas que en estos meses irrumpen en nuestro país, algunos profesionales de la salud suelen apuntar al cuidado de la piel, otros a la alimentación sana; están los que le apuntan a la práctica de ejercicios para mantener el cuerpo en buen estado. Sin embargo, en muchas oportunidades se olvidan de enfocar a un tema que está en riesgo con el calor: se trata del cuidado ocular, que es vital para todos.

La exposición al sol de los ojos en épocas estivales puede ser muy dañino para la visión, ya que los rayos ultravioletas (UVA y UVB) son altamente perjudiciales para la vista, mientras que también hay que poner mucha atención a la piel que conforma los párpados, localización frecuente del cáncer de piel. Por tal motivo es clave protegerse, ya que al igual que el resto del cuerpo, los ojos también tienen memoria si fueron expuestos excesivamente a los rayos UV.

Uno de los productos que pueden ayudar son los anteojos de sol con "protección UV 100%". Con relación a este tema, la médica oftalmóloga, Betty Arteaga (M.N. 112149 del Servicio de oftalmología del hospital Italiano) explica que para protegerse de los efectos de la radiación UVA y UVB "es fundamental el uso de anteojos de sol, contrariamente a lo que se cree, no es importante el color del lente, sino que tenga la protección adecuada contra los rayos UV. No hay una relación directa entre el tono del cristal y el grado de protección, es decir, no significa que cuanto más oscuro sea el vidrio más nos protegerá de los riesgos del sol. Existen anteojos transparentes que tienen filtros ultravioletas. Por ello es importante comprar los anteojos en ópticas reconocidas, en donde esté garantizado que el lente tiene filtro, o en donde uno pueda averiguar con un profesional si verdaderamente lo tiene. Preferentemente su formato debe ser envolvente cubriendo toda el área de los ojos y hay que utilizarlas también en los días nublados".

Debajo del agua

Otro punto a considerar es que pasará con nuestros ojos cuando estén bajo el agua, en la pileta, el mar o un río, y para ello es clave saber que para evitar la irritación de los ojos al nadar o al practicar deportes en la pileta o en la playa, es necesario el uso de lentes de agua o antiparras protectoras. En ese contexto, algunas pueden incluso tener el aumento que la persona necesita.

Respecto a las conjuntivitis estacionales, la facultativa destacó que "en verano los casos por infecciones virales de conjuntivitis aumentan hasta un 20%. Cada dos o tres años se producen brotes que deberíamos prevenir desde la concientización y la higiene". Cabe destacar, que las altas temperaturas invitan a refrescarse, pero el agua clorada de las piscinas y el ambiente colmado de gente en una playa, aun en pandemia, aumentan los riesgos de contraer esta infección tan molesta. Por ende, hay que evitar arruinar las vacaciones cuidando la higiene del área ocular. "Evitemos compartir toallas y refregar los ojos con las manos sucias, lavamos nuestra cara con agua y jabón al salir de la pileta, el uso de lágrimas artificiales puede ser nuestro aliado para mantener nuestros ojos lubricados", agregó Arteaga.

Lentes de contacto

Un punto a tener en cuenta es que si se usan lentes de contacto, habrá que sacarlos antes de entrar a la pileta porque los microorganismos podrían adherirse, crecer allí y producir una infección en la córnea. Tampoco es conveniente usarlas en el mar, el viento, la arena y el sol son una mala combinación para los usuarios de lentes de contacto, es preferible usar anteojos de sol con nuestra graduación para estar más tranquilos.

Una pregunta que salta a la vista, es ¿Qué pasa con el uso de los aire acondicionado?. la respuesta de la oftalmóloga remarca: "El uso prolongado de sistemas de climatización induce al llamado ´síndrome del ojo seco´, que provoca visión borrosa, picazón o sensación de quemazón. Es recomendable mantener una temperatura entre 21 a 25 grados".

"Bendita" tecnología...

La tecnología trajo muchos beneficios para la vida de las persona en diversos aspectos, pero también contribuyó a una serie de factores negativos para la salud. Lo cierto es que solemos pasar largas horas delante de las pantallas de la PC, smartphones, tablets o la TV, y esto puede originar fatiga o molestias oculares. Por eso mismo es importante darle unas vacaciones también a los ojos y reducir las horas de exposición para dedicarnos a otro tipo de actividades recreativas.

Finalmente, hay un tema no menor es la alimentación que llevamos adelante, ya que es importante para la salud ocular. Por eso, los médicos recomiendan incorporar en la dieta productos ricos en vitaminas A, E, C y antioxidantes como las zanahorias, las verduras de hojas verdes o frutas como los albaricoques, las cerezas, las naranjas y las fresas. Los ácidos grasos Omega-3 también pueden ayudar a protegernos del síndrome del ojo seco.

Además, un consejo vital para evitar cualquier problema a futuro es que hay que acudir una vez al año, como mínimo, a una revisión oftalmológica para evaluar el estado de salud de los ojos si tiene algún defecto visual. Y en caso de que ya tuviera algún tipo de patología en la vista, continuar con algún tipo de tratamiento para mejorar la misma.

Los cuidados de la visión en los chicos

La afección visual no respeta edades o géneros, ya que simplemente el sol con sus poderosos rayos complica el campo de los ojos. Ahora bien, un tema que no deja de ser muy
importante es el cuidado que hay que darle a la vista de los niños, ya que suelen ser bastante
dañados con este fenómeno.

Lo cierto, es que los niños suelen pasar más tiempo al aire libre en vacaciones y, por tanto, están más expuestos a sufrir afecciones en sus ojos. Por eso, hay que evitar la exposición en las horas de máxima intensidad, así como ponerles gorros o sombreros y usar lentes de sol con filtro UV a partir de los 5 o 6 años.

Asimismo, es muy importante proteger a los niños de la radiación UV, ya que está demostrado que más de la mitad del tiempo que pasamos expuestos al sol en nuestra vida se produce antes de los 16 años, y sobre todo, tener en cuenta los horarios de exposición a los rayos solares.

Otro ítem que hay que tener en cuenta es el cuidado con la arena (en el caso de aquellos que vayan a vacacionar en lugares de playa), cuando los niños juegan en la playa o en los parques, ya que se les puede introducir arena en los ojos. Si esto ocurre debemos enjuagar los ojos inmediatamente y no dejar que el niño se frote, ya que se podría hacer daño en la córnea.

Además de dañar el ojo con las bacterias que tiene la arena y que pueden dar lugar a molestas irritaciones. Si un padre o tutor cree que esto no es suficiente y empeora la situación, hay que llevarlo de urgencia a una sala de guardias.

El agua trae complicaciones

Existen varios factores que pueden complicar la salud visual y uno de ellos tiene que ver con el agua y el inevitable ingreso de la misma en la vista. Esto se debe a que en el agua pueden existir diversos agentes irritantes o incluso bacterias que no son eliminadas totalmente por el cloro, lo cual hace que debamos adoptar algunas medidas básicas tras el baño en un río, laguna o mar, y el mismo es darse una ducha para eliminar dichos agentes potencialmente nocivos, y si es posible instilar unas gotas de suero fisiológico o lágrima artificial sobre los ojos que, si además tenemos la posibilidad de haberlas conservado en frío, tendremos un efecto descongestivo añadido al efecto de lavado que pretendemos.

De hecho, algunas personas toman la responsabilidad de emplear unas antiparras de buceo en las piscinas, lo cual es algo esencial para evitar el contacto directo de nuestros ojos con el agua, ya que el cloro es una sustancia que mantiene el agua limpia de impurezas y evita el riesgo de contraer infecciones, pero, por otro lado, es un agente irritante de la piel, mucosas respiratorias y especialmente para nuestros ojos.