En el universo de las enfermedades que atacan a nuestro organismo existe un grupo que todavía no pudo ser del todo identificado y que poco se sabe del mismo, y dentro de este listado se encuentra la Enfermedad de Crohn, que es un tipo de afección intestinal inflamatoria.

Lo cierto, es que esta provoca la hinchazón de los tejidos (inflamación) del tracto digestivo, que a su vez puede producir dolor abdominal, diarrea grave, cansancio, pérdida de peso y malnutrición, entre otros episodios.

¿Cómo se produce?

En tanto, la inflamación que se produce como resultado de la enfermedad de Crohn puede afectar distintas zonas del tracto digestivo según la persona, en la mayoría de los casos, el intestino delgado. La inflamación suele ampliarse a las capas más profundas del intestino, además, la enfermedad de Crohn puede ser dolorosa y debilitante, y, en algunos casos, puede llevar a complicaciones que pueden poner en riesgo la vida de una persona.

Un tema importante a saber es que no hay una cura conocida para la enfermedad de Crohn, pero existen terapias que pueden reducir considerablemente sus signos y síntomas, y que incluso pueden lograr una remisión a largo plazo y la desinflamación del intestino. Muchos pacientes con dicha enfermedad pueden tener una vida normal con la ayuda de un correcto tratamiento.

Enfermedad de Crohn: ¿Cuáles son sus síntomas?

Los síntomas de esta afección pueden variar de leves a graves y suelen desarrollarse progresivamente, aunque pueden manifestarse de repente, sin aviso previo. Además, es posible que haya períodos de tiempo en los que no tenga signos ni síntomas (remisión).

Cuando la enfermedad está activa, entre los síntomas conocidos, normalmente se incluyen los siguientes: diarrea, fiebre, fatiga, dolor y cólicos abdominales, presencia de sangre en las heces, aftas, disminución del apetito y pérdida de peso y dolor o secreción cerca o alrededor del ano debido a la inflamación de un conducto en la piel (fístula).

Por otra parte, se desconoce la causa exacta de la existencia de la enfermedad de Crohn ya que antes se sospechaba que la dieta y el estrés eran los “culpables”.

Sin embargo, en la actualidad los médicos saben que estos factores pueden agravar los síntomas, pero no causan la enfermedad de Crohn, de hecho, varios factores probablemente influyan en su desarrollo.

Es posible que un virus o una bacteria desencadene la afección, sin embargo, los científicos aún tienen que identificar cuál es ese desencadenante. En tanto, cuando el sistema inmunitario intenta combatir un microorganismo invasor o desencadenantes ambientales, se produce una respuesta inmunitaria anormal que hace que el sistema inmunitario también ataque las células del tubo digestivo.

Finalmente, hay que resaltar que la enfermedad de Crohn es más común entre las personas que tienen familiares con esta enfermedad, por lo que la trasmisión genética puede influir en la probabilidad de tener esta enfermedad. Sin embargo, la mayoría de las personas con la mencionada enfermedad no tiene antecedentes familiares de la misma.

¿Cómo se la trata?

Como no existe una cura para la enfermedad y no hay un tratamiento único que funcione, uno de los objetivos del tratamiento médico es reducir la inflamación que desencadena los signos y síntomas. Otro objetivo es mejorar el pronóstico a largo plazo limitando las complicaciones, y en el mejor de los casos, esto puede producir no sólo un alivio de los síntomas, sino también una remisión de la enfermedad a largo plazo. 

Por lo general, los medicamentos antiinflamatorios son el primer paso en el tratamiento de la enfermedad intestinal inflamatoria, por ejemplo el uso de corticoides y 5-aminosalicilatos orales.