Como ocurre en cada cambio de estación o tal vez sin necesidad de que ocurra, aparece un fenómeno que suele causar algunos estragos en el cuerpo, pero con el correcto tratamiento, la calidad de vida de una persona no corre riesgo. Se trata de las conocidas alergias, y que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se cree que un 20 por ciento de la población en el mundo padece una o más alergias y según datos predictivos de la Organización Mundial de la Alergia (OMA), se considera que en la actualidad más de 400 millones de personas en todo el mundo padecen algún tipo de enfermedad alérgica.

¿A qué se denomina alergia?

Lo primero que hay que saber es qué es una alergia, y se trata de una reacción exagerada del organismo ante una sustancia que reconoce como extraña y dañina, desencadenando una serie de síntomas característicos que se denominan como "reacción alérgica".

Lo cierto, es que ante la presencia del agente extraño, el organismo genera anticuerpos que producen liberación de histamina, la cual provoca los síntomas presentes en las alergias. Estas reacciones pueden quedar limitadas a una pequeña área del cuerpo o pueden afectar sistémicamente. Además, las alergias pueden manifestarse de distintas maneras y tanto los síntomas como su intensidad varían según cada persona.

Afección a distintas partes del cuerpo

Es clave resaltar que las alergias afectan distintas partes del cuerpo como el aparato digestivo, (intolerancia a ciertos alimentos como la leche y el huevo), el aparato respiratorio (por la presencia de ácaros, polen o las picaduras de algunos insectos), y también la piel puede verse afectada (al entrar en contacto con materiales que nuestro cuerpo rechaza), causando una reacción que se demuestra con hinchazón, enrojecimiento y picazón.

Ahora bien otro tema que destacan los especialistas en este campo, tiene que ver con cuáles son las reacciones alérgicas más preocupantes, y aquí se destaca que las reacciones pueden manifestarse de diferentes maneras. Entre las más preocupantes se encuentran la crisis de broncoespasmo, causada por una inflamación de las vías respiratorias pequeñas, y la anafilaxia, una reacción alérgica grave que afecta a todo el organismo y requiere atención médica urgente.

¿Cuáles son las reacciones alérgicas más comunes?

En tanto, las reacciones alérgicas más frecuentes son la conjuntivitis, la rinitis, la urticaria o dermatitis, asma bronquial y anafilaxia. La conjuntivitis alérgica se produce cuando la capa transparente de tejido que recubre los párpados se inflama debido al contacto con alguna sustancia alergénica. Algunos de sus síntomas son picazón, ojos rojos, secreciones acuosas o mucosas en la zona afectada y sensación de molestia.

La rinitis alérgica se produce cuando se inflama la mucosa nasal y puede ser estacional o perdurar en el tiempo. Los síntomas se manifiestan poco después de entrar en contacto con ciertas sustancias como, por ejemplo, polen, polvo o moho y van desde picazón en la nariz, la boca o en cualquier área, ojos llorosos y estornudos hasta goteo, dolor de cabeza, congestión y obstrucción nasal.

La urticaria o dermatitis afecta la piel, se trata de ronchas rojizas, elevadas y a menudo pruriginosas que aparecen en la superficie de la piel como reacción alérgica a ciertos alimentos y medicamentos o por el contacto con sustancias alergénicas, la exposición extrema al frío o al sol, entre otras causas.

El asma bronquial es causada por una inflamación de vías respiratorias, lo que reduce la cantidad de aire que puede pasar a través de éstas. En las personas con vías sensibles, los síntomas de asma pueden desencadenarse por inhalación de sustancias llamadas alérgenos.

Finalmente, la anafilaxia es una reacción alérgica grave y multisistémica, que se inicia y progresa tras la penetración de un alérgeno, al cual el sujeto está sensibilizado y requiere atención médica urgente, ya que supone un riesgo de muerte.

Pruebas para saber si uno es alérgico

Otro ítem a tener en cuenta es cómo saber si una persona puede ser alérgica a alguna sustancia existen una serie de pruebas, y es sabido que las pruebas cutáneas son el método más común para detectar alergias, siempre acompañándose de un examen de laboratorio (hemograma) para determinar la IgE y los niveles de eosinófilos.

Los profesionales de salud dejaron una serie de recomendaciones para evitar las alergias, y de esta manera disminuir las posibilidades de sufrir estas afecciones: mantener la higiene del hogar y reducir el polvo, usar colchones y ropa de cama sintética, las personas predispuestas deben evitar la exposición al polen de las plantas y los animales, así como también, evitar la exposición o utilización de irritantes o alérgenos conocidos, no consumir medicamentos sin receta médica, si existe la sospecha de que algún factor en el ambiente genera alergia, tratar de evitarlo o eliminarlo por completo, realizar controles habituales con su médico de cabecera, evitar la práctica de ejercicios de alto impacto durante la época de polinización, ya que en personas que padecen de asma, esto puede causar serios trastornos al sistema respiratorio y es necesario cambiar la dieta, en el caso de pacientes que presentan intolerancia a ciertos alimentos, sustituyendo los mismos por aquellos que no representen un mayor riesgo a la salud.

¿Qué tipo de medicación suele tomarse?

En cuanto a los medicamentos que se utilizan para combatir la alergia, se hace una mención especial a aquellos antihistamínicos, ya que estos fármacos se usan en el contexto de un tratamiento sintomático, logrando reducir síntomas de las alergias, pero no curando la enfermedad. De todas maneras, cada paciente es un tema particular y todo debe ser consultado ante un profesional de la salud, que le brindará el tratamiento adecuado.

Alergia al clima

La alergia estacional, a veces denominada "fiebre del heno", cursa con síntomas alérgicos que ocurren durante ciertas épocas del año, generalmente cuando el moho del exterior libera sus esporas y las plantas liberan diminutas partículas de polen al aire para fecundar otras plantas.

Los sistemas inmunitarios de la gente alérgica a las esporas del moho y/o al polen tratan estas partículas (alérgenos) como si fueran invasoras y liberan sustancias químicas, como la histamina, en el torrente sanguíneo para defenderse contra ellas. Es la liberación de estas sustancias químicas la que ocasiona los síntomas alérgicos.

El recuento de polen mide la cantidad de polen que contiene el aire, de modo que puede ayudar a las personas alérgicas a saber lo malos que podrían ser sus síntomas en un día determinado. Las concentraciones de polen suelen ser superiores por la mañana y en días cálidos, secos y ventosos e inferiores en días fríos y húmedos.