Uno de los mayores dolores que incomodan a toda persona tiene que ver con el que afecta a la cabeza, y en una rama de patologías o afecciones que la comprenden se encuentra la cefalea tensional, que es más común de lo que se cree pero que se la puede prevenir y tratar.

Las cefaleas tensionales ocurren cuando los músculos del cuello y del cuero cabelludo se tensionan o se contraen, y las contracciones musculares pueden ser una respuesta al estrés, depresión, traumatismo craneal o ansiedad. Pueden ocurrir a cualquier edad, aunque son más comunes en los adultos y los adolescentes mayores, esto es ligeramente más común en mujeres y tiende a ser hereditario.

Cualquier actividad que obligue a la cabeza a mantener una sola posición durante mucho tiempo sin moverse puede ocasionar dolor de cabeza. Tales actividades pueden incluir teclear u otros trabajos en computadoras, trabajos minuciosos con las manos y el uso de un microscopio. Dormir en una habitación fría o con el cuello en una posición anormal también puede desencadenar este tipo de dolor de cabeza.

Además, otras causales de las cefaleas tensionales pueden ser estrés físico o emocional, consumo de alcohol, cafeína, resfriados, gripe o una infección sinusal, problemas dentales como apretamiento de la mandíbula o rechinamiento de los dientes, tensión ocular, consumo excesivo de cigarrillo y fatiga o esfuerzo excesivo.

Hay que resaltar que el dolor de la cefalea se puede describir como sordo, similar a presión, una banda apretada o prensa en o alrededor de la cabeza, peor en el cuero cabelludo, sienes o parte posterior del cuello y en los hombros.

Además, el dolor puede ocurrir como un episodio aislado, de manera constante o diaria, puede durar de 30 minutos a 7 días y también puede empeorar o desencadenarse por estrés, fatiga, ruido o resplandor. Otro punto es que una persona puede tener problemas para dormir aunque las cefaleas tensionales no causan náuseas ni vómitos.

¿Cómo se la trata?

En cuanto a la tratamiento, el objetivo es tratar los síntomas del dolor de cabeza de inmediato y prevenir dolores de cabeza evitando o cambiando los factores desencadenantes. Un paso para hacerlo consiste en aprender a manejar las cefaleas tensionales: llevando un diario del dolor de cabeza para ayudar a identificar los factores desencadenantes de este, de manera que usted y su médico pueden realizar cambios en su estilo de vida para reducir la cantidad de dolores de cabeza que presente, aprendiendo qué hacer para aliviar un dolor de cabeza cuando este empiece y aprendiendo cómo tomar sus medicamentos de forma correcta.

Muchas personas pueden tratar sus dolores de cabeza tensionales con terapia conservativa, como relajación o entrenamiento del control del estrés que incluye masajes, biorretroalimentación, terapia conductual cognitiva, acupuntura y compresas frías o calientes. Cuando es necesario, los medicamentos incluyen analgésicos de venta libre, como ácido acetilsalicílico, ibuprofeno o paracetamol, los analgésicos narcóticos por lo general no se recomiendan, relajantes musculares y antidepresivos tricíclicos para prevenir la reaparición.

Cefalea tensional: prevención ante todo

Existen una serie de consejos para prevenir esta molestia y uno es practicar el manejo del estrés, ya que algunos descubren que los ejercicios de relajación o meditación les ayudan. La biorretroalimentación puede mejorar el efecto de hacer ejercicios de relajación y puede ser útil para las cefaleas de larga duración. 

Algunas sugerencias son mantenerse caliente si el dolor de cabeza está asociado con el frío, usar una almohada diferente o cambiar las posiciones al dormir, adoptar una buena postura al leer, trabajar o realizar otras actividades, ejercitar el cuello y hombros al trabajar en computadoras.