En el Día Mundial de las Enfermedades Inflamatorias Intestinales (EII) los expertos advierten que los medicamentos para tratar estas patologías pueden disminuir la inmunidad, por lo que el control periódico y la continuidad de las terapias son “fundamentales” para evitar complicaciones que lleven a hospitalizaciones y puedan exponer a los pacientes al Covid-19.

Los datos científicos recopilados hasta el momento revelan que el coronavirus no afecta con mayor frecuencia a los pacientes con EII en comparación con la población general. Tampoco presentan peor pronóstico. "Pero lo que sí hay que tener en cuenta es que el tratamiento de estas patologías puede necesitar medicamentos que actúan sobre algún aspecto de la inmunidad, por lo que es muy importante que los pacientes estén controlados, no discontinúen el tratamiento ni se automediquen, para disminuir la posibilidad de requerir internaciones, procedimientos y estudios que aumenten la exposición al SARS-CoV-2, indicó la doctora Alicia Sambuelli, médica gastroenteróloga y coordinadora del Grupo de Trabajo de EII del Hospital de Gastroenterología Dr. Carlos Bonorino Udaondo.

Según el registro internacional SECURE-IBD, que se conoció recientemente, desde el inicio de la pandemia y hasta la primera semana de mayo se diagnosticaron al menos 6.010 casos de pacientes con EII infectados con Covid-19, de los cuales 81 son argentinos. Además, el registro mostró que del total de casos un 15% requirió internación, un 3% cuidados intensivos y un 2% respirador, mientras que la mortalidad fue del 2%.

“Estamos en un contexto difícil para las personas con EII. La pandemia y el aislamiento provocan gran temor a los pacientes y sus familias, y eso se vio reflejado asimismo en la encuesta ´Percepción de los pacientes con EII sobre Covid-19’ , que realizamos a principios de 2020 y en la que el 56% respondió que tenía miedo de morir a causa de la pandemia. Además, la falta de información científica sobre poblaciones específicas -como las de enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa- provoca un alto nivel de estrés e incertidumbre en el paciente y su entorno. En la encuesta, sólo el 37% dijo que su médico le había brindado información sobre Covid-19”, señaló la licenciada Luciana Escati Peñaloza, presidenta de la Fundación Más Vida, Crohn & Colitis Ulcerosa.

De acuerdo con ese relevamiento, casi 9 de cada 10 pacientes (87%) tiene “miedo de ir a un hospital o centro médico para realizar una consulta”, mientras que el 67% se siente “estresado por el contexto sanitario actual”. Además, 6 de cada 10 encuestados afirmaron que el estrés “puede empeorar los síntomas de Covid-19 en caso de contraerlo”, el 74% se mostró “preocupado por el impacto económico de la cuarentena” y el 98% dijo que “por miedo a infectarse dejó de hacer actividades cotidianas, como ir al supermercado o a restaurantes”.

El 56% de los pacientes diagnosticados con EII dijo que tenía miedo de morir a causa de la pandemia.

“El tratamiento de la EII tiene como meta suprimir la respuesta inflamatoria, dado que aún no existe una cura médica. Se busca que el tejido intestinal sane y se alivien los síntomas. Una vez logrado esto, el tratamiento estará focalizado en mantener la remisión y/o espaciar al máximo la frecuencia de las posibles recaídas", explicó Escati Peñaloza, y a su vez añadió: "Si bien la virtualidad es una opción válida en el contexto actual, debe considerarse que no es posible en todos los casos y es importante no perder el vínculo estrecho con el médico, porque tal vez no se pueda corroborar si la persona entendió la indicación médica”.

Carasterísticas de las EII

Las EII son dos enfermedades crónicas que causan inflamación en el tracto gastrointestinal: la colitis ulcerosa (CU), que afecta sólo al colon, y la enfermedad de Crohn, que puede afectar cualquier porción del aparato digestivo, desde la boca hasta el ano. Otras afecciones como las enfermedades inflamatorias no clasificables y la colitis indeterminada también forman parte de las EII, pero no cumplen los criterios para ser identificadas como una de las dos mencionadas.

Si bien aún no se conocen las causas de estas patologías, podrían deberse a una predisposición genética, alteraciones en la integridad de la “barrera intestinal” (células superficiales o “epitelio”), un desequilibrio en el sistema inmune, factores ambientales como tabaco, polución, componentes de la dieta o microorganismos patógenos que actúen como disparadores y/o desequilibrios entre los componentes de la flora intestinal (microbiota). La presencia de estos factores y sus combinaciones determinarán el tipo de enfermedad, que es heterogénea y evoluciona de diferentes maneras en cada paciente.

Según el subtipo, las EII pueden causar síntomas como diarrea, sangrado rectal, dolor abdominal, obstrucción intestinal y/o fístulas. También pueden manifestarse fuera del intestino (en el hígado, los ojos, la piel).