Según la Revista Española de Cardiología (REC), el coronavirus puede producir un daño directo al sistema cardiovascular provocando inflamación en el corazón, lo que podría conducir a infartos o ataques cerebrovasculares.

En su edición de enero, la publicación desarrolló este postulado aportando pruebas al respecto y echando luz sobre el vínculo entre ambas afecciones.

Tal como fue publicado, de cada 16 pacientes hospitalizados por COVID-19 una sufre algún problema cardiovascular mayor en el primer año y un tercio de esos pacientes lo padece durante los primeros 30 días después del alta de la hospitalización. 

Entre ellos se encuentran el síndrome coronario agudo o infarto, el ataque cerebrovascular, la enfermedad tromboembólica venosa, la hospitalización por insuficiencia cardíaca o la mortalidad por causa cardiovascular. 

Los investigadores a cargo trabajaron la muestra de base en un centro de referencia entre el 10 de marzo y el 4 de mayo de 2020, con un seguimiento hasta el 18 de abril de 2021. Durante ese período de tiempo, realizaron un análisis retrospectivo de 673 pacientes con alta de hospitalización por COVID-19, con una elevada prevalencia de factores de riesgo cardiovascular, como diabetes, obesidad y fumadores de tabaco.

Más allá de los resultados arrojados por la investigación, el doctor Martín Negreira Caamaño, uno de los coautores del trabajo, remarcó que “se requieren más estudios que profundicen en el impacto cardiovascular del virus a largo plazo y que permitan caracterizar los mecanismos fisiopatológicos subyacentes”.

Por su parte, el doctor Alberto Caccavo, investigador de la organización académica Estudios Clínicos Latinoamérica y ex vicepresidente segundo de la Sociedad Argentina de Cardiología, padecer COVID-19 está asociado a la inflamación del revestimiento vascular y a un mayor riesgo de formación de coágulos sanguíneos en los grandes y pequeños vasos sanguíneos, especialmente en el corazón y los pulmones, según detalló a Infobae.

Un tercio de los pacientes estudiados tuvieron el problema cardiovascular durante los primeros 30 días post internación.

En este sentido, el profesional remarcó que “la formación de coágulos, que son trombosis, pueden dar lugar a obstrucciones en las arterias del corazón o de las venas de otras partes del cuerpo humano. Una de las consecuencias entonces puede ser el infarto agudo de miocardio”.

Como gran parte de los profesionales lo recomiendan, Caccavo hizo especial hincapié en la importancia de aplicarse el esquema de vacunación completo como la clave para evitar no sólo el coronavirus sino afecciones relacionadas como las mencionadas.