Afecta a una de cada 2000 mujeres en el mundo: ¿Qué es el Síndrome de Turner?
Es una extraña enfermedad que no tiene cura, aunque existen diversos tipos de tratamientos para que la persona tenga una buena calidad de vida. Enterate de todos los detalles.
Existen miles de extrañas enfermedades y afecciones que si bien no tienen cura todavía, sí cuentan con diversos tratamientos para mantener una buena calidad de vida de una persona que la padece.
Una de ellas es el Síndrome de Turner (ST) que fue descubierto en los Estados Unidos en 1938 por el Dr. Henry Turner, y que afecta aproximadamente a una de cada 2.000 a 4.000 mujeres nacidas vivas.
¿Cómo está compuesta?
Los rasgos físicos y condiciones médicas del Síndrome de Turner se deben a la ausencia parcial o total de uno de los cromosomas sexuales: Mientras las niñas sanas presentan dos cromosomas X a casi al 50% de quienes tienen ST les falta un cromosoma sexual en todas las células (monosomía X).
Otra posibilidad, conocida como mosaicismo, se da cuando en un porcentaje de las células estudiadas falta total o parcialmente uno de los cromosomas, pero el resto presenta el número normal.
Cabe destacar, que la ausencia del material genético faltante impide que el cuerpo de la niña crezca en altura adecuada y que desarrolle de forma natural.
Una de las características más consistentes del Síndrome, especialmente en la infancia, es la baja estatura. Por ello es importante consultar al especialista en endocrinología cuando una niña crece por debajo de lo normal o por debajo de lo que se espera según la altura de sus progenitores.
Otras características físicas que pueden presentar las niñas con ST son cuello corto, a veces con pliegues laterales, orejas y cabello de implantación baja. Por otro lado, en la mayoría de las niñas la pubertad no comienza de manera natural o el desarrollo puberal es incompleto. Un motivo de consulta que puede conducir a este diagnóstico es la ausencia de desarrollo mamario a los 13 años o falta de menstruación a los 15.
Otras alteraciones físicas pueden encontrarse a nivel cardíaco, renal, auditivo, tiroideo, y por eso son de chequeo habitual ante este diagnóstico. El diagnóstico de ST puede sospecharse por las características físicas, pero siempre se confirma mediante un análisis de sangre especial llamado cariotipo, que analiza el conjunto completo de cromosomas de un individuo.
Sin cura por el momento
Si bien no hay cura para el síndrome, algunos tratamientos pueden ayudar a las niñas en el área del crecimiento y desarrollo. La hormona de crecimiento recombinante humana es el tratamiento de elección indicado para mejorar el crecimiento físico y llevar la altura adulta al máximo potencial, aunque es efectiva cuando no cerraron los cartílagos de crecimiento, de manera que cuanto menos se demore el diagnóstico, el beneficio de este tratamiento será más evidente.
En cuanto al desarrollo puberal, cuando se llega a la edad donde se esperan los cambios, los mismos pueden lograrse con la terapia de reemplazo hormonal estrogénica, que será gradual hasta completar el desarrollo. Posteriormente, con el agregado de progesterona, las niñas lograrán tener ciclos menstruales. Esta terapia de reemplazo hormonal es importante para lograr una buena calcificación de los huesos, evitando la osteoporosis en la adultez.
Desafíos a conocer
Para afrontar al Síndrome de Turner existe una variedad de desafíos de salud, especialmente en el crecimiento y desarrollo, pero también sociales y de aprendizaje que pueden afectar a las niñas con ST en diferentes grados.
Por ello, es muy importante su diagnóstico en la infancia para que las intervenciones terapéuticas sean efectivas, y permitan que las niñas puedan completar el crecimiento físico y el desarrollo puberal al igual que sus pares. Finalmente, hay que decir que las manifestaciones clínicas del síndrome de Turner pueden ser de grado variable.