Una decena de provincias argentinas está afectada por la sequía. De acuerdo al informe realizado por el Sistema de Información sobre Sequías para el sur de Sudamérica (SISSA), el 54,48% del territorio argentino se ve afectado por la falta de lluvias y la baja en el caudal de los ríos.

El estudio señala problemas en Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos, Salta, Corrientes, Formosa, Misiones, Chaco y La Pampa. Algunas de ellas ya tomaron diversas medidas para evitar incendios forestales (como los que se produjeron en la última parte del año) y asegurar la provisión de agua potable en las regiones más comprometidas.

La situación también afecta al turismo. En la provincia de Misiones, el salto de Paca, uno de los mayores atractivos turísticos de la zona, se quedó sin caudal de agua en su cascada de casi cincuenta metros. En Corrientes, en tanto, hay preocupación por el retorno de los incendios forestales que causaron desastres naturales en el verano pasado.

El terrible recuerdo de los incendios en Corrientes, en el verano de 2022.

En algunas localidades cordobesas, en tanto, las autoridades locales desplegaron campañas para estimular el ahorro de agua. Además dispusieron restricciones para el lavado de vehículos y para el llenado de piscinas particulares, entre otras situaciones.

Sequía en la Argentina: su impacto en la economía

La crítica situación climática produjo fuertes perjuicios a la actividad agropecuaria en las provincias afectadas. Un trabajo conjunto del Ministerio de Agricultura y del INTA señaló que “las condiciones de sequía empeoraron severamente durante el mes de enero, principalmente en el noreste del país. La combinación de inusual falta de lluvias y temperaturas récord género una situación extrema en provincias como Corrientes, Misiones, norte de Entre Ríos, y este de Chaco y Formosa”.

En Santa Fe ya se denunció la muerte de entre 3.000 y 4.000 vacas por falta de agua: desde la Sociedad Rural del departamento de Tostado estimaron que “la única solución inmediata para un tercio del departamento es que Santiago del Estero abra las compuertas del río y que tengamos caudal normal”.

Por su parte, la Bolsa de Cereales de Entre Ríos sostuvo que “el efecto que esta situación tendrá sobre la producción de granos a nivel nacional es bastante obvio", señalando que se atrasarán las siembres y que transitan "un escenario de extrema austeridad en los niveles de producción”.

En Formosa, los departamentos de la zona oeste son los más afectados. "Tuvimos algunas lluvias parciales que no alcanzaron a cubrir todos los requerimientos pero sí a paliar la sequia", aseguró Alfredo Maglietti, presidente de la Sociedad Rural de la provincia, al diario El Comercial. No sólo hay falta de pastos para que se alimente el ganado, sino que buena parte de los pozos de donde se extrae el agua para la hacienda están secos.

Según la Bolsa de Cereales de Rosario, en la región núcleo (Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos) ya se perdió el 40% de la producción de maíz temprano. La falta de agua mantiene retrasada la siembra del cereal. “En las últimas tandas sembradas, por el atraso, ya estiman mermas de un 30%” en los rindes esperados, advirtió la entidad.