Los incrementos en las tarifas de energía eléctrica para los hogares del grupo N1 (mayor capacidad de pago) empiezan a regir desde octubre y se verán reflejados en las facturas de noviembre.

No obstante, los usuarios del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) ya pueden ver si les tocará afrontar un mayor importe en las boletas que están llegando por estos días.

Las distribuidoras Edenor y Edesur comenzaron a enviar las facturas de luz de los consumos de septiembre. En un apartado denominado de “Información al cliente”, abajo del total a pagar, las empresas detallan en qué categoría queda cada cliente.

En ese sector de la boleta, se consigna el monto que está subsidiando el Estado nacional en cada factura y la posición de cada hogar frente a la segmentación.

En un renglón, que fue enviado tanto por Edenor como por Edesur a sendos clientes, se puede leer “Decreto PEN 322/22” y la categoría en la que quedó encuadrado cada hogar.

Se hace referencia así a la resolución con la que el Gobierno estableció el régimen de segmentación de subsidios al uso residencial de los servicios públicos de energía eléctrica y gas natural por red, que se basa en la categorización de los usuarios en tres grupos, según el nivel total de ingresos de los habitantes del hogar: mayores (Nivel 1), menores (Nivel 2) y medios (Nivel 3).

Boleta de Edenor en la que se puede leer en la parte pintada de amarillo la leyenda sobre el decreto y la categoría en la que quedó encuadrado el hogar (Gentileza Clarin.com).

La quita parcial y programada del subsidio a la luz

Los hogares agrupados en el Nivel 1, como figura en las boletas, irán perdiendo los subsidios en tres tramos. En octubre-noviembre, se les retirará el 20% de la ayuda estatal. Entre diciembre y enero, perderán otro 40%. Y, entre febrero y marzo, vendrá el última recorte, de 40%.

Ese es el cronograma anunciado por el Poder Ejecutivo. A principios de octubre, la secretaria de Energía de la Nación, Flavia Royón, confirmó la decisión de demorar la puesta en marcha del esquema de segmentación tarifaria que estaba prevista para el 1 de septiembre.

La funcionaria explicó que la postergación respondió a que algunas provincias no lograron ubicar en su totalidad a los usuarios de menores ingresos que iban a perder los subsidios por no haberse inscripto a tiempo en el registro abierto con ese propósito.

Muchas provincias nos solicitaron un tiempo más para salir a buscar a aquellos que no estaban inscriptos que ellos los tienen ubicados como de bajos recursos, nos pidieron más tiempo y se lo dimos; y para organizar se decidió pasar al 1 de octubre", sostuvo Royón.

De acuerdo a lo dispuesto en su momento, los usuarios que no se inscribieron en el RASE (Registro de Acceso a los Subsidios de Energía) quedarían incluidos en el grupo N1, que perdería el beneficio por su mayor capacidad de pago declarada en ese formulario. Como indicio de eso, se tomaría un ingreso familiar mayor a 3,5 canastas básicas ($ 419 mil a valores de hoy), tener tres autos o tres inmuebles. Ese sector tendrá tarifas más altas.

Sin embargo, en las autoridades de las jurisdicciones provinciales están convencidos de que muchos de los cuatro millones de usuarios que no se anotaron estarían en condiciones de recibir el subsidio. Más aún, en varias bases de datos figuran con tarifa social o recibiendo planes de ayuda, lo que daría a entender que, pese a no haberse inscripto, están calificados para seguir con el subsidio. Por esa razón, la Secretaría de Energía de la Nación resolvió mantener abierta la inscripción en el RASE.