El presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Sergio Massa, se reunieron este miércoles en la Casa Rosada para avanzar en la implementación de un bono para los sectores más vulnerables.

La cumbre consistió en definir las variables antes de llevar a cabo la medida, que sería con el objetivo de aliviar la situación económica de unos dos millones de personas.

Hasta ahora, trascendió que se tratará $45.000, a pagar en dos cuotas, una en noviembre y otra en diciembre.

Los fondos provendrán de lo que se recaudó con el denominado “dólar soja”, que permitió engrosar las reservas del Banco Central con un precio diferenciado para que las compañías cerealeras liquiden divisas.

En uno de los apartados del decreto que estipuló ese tipo de cambio se estableció que una parte se destinaría a los sectores más postergados.

Bono a la "indigencia"

Entre las variables pendientes de definir también estría el rango etario que abarcará y que se determinará luego de reuniones con la titular de la ANSES, Fernanda Raverta, y también con Victoria Tolosa Paz, la flamante ministra de Desarrollo Social, que acaba de reemplazar en ese cargo a Juan Zabaleta.

Tolosa Paz admitió en la conferencia posterior a la reunión de Gabinete de este miércoles que “el bono a la indigencia está siendo trabajado” y que la población incluida en el programa Potenciar Trabajo “es mayormente de mujeres” y que el Presidente le pidió expresamente “construir trabajo registrado”.

La ministra de Trabajo, Raquel Olmos, por su parte, dijo que no se analiza un bono que abarque a los trabajadores registrados. “Se reabrieron las paritarias en todos los gremios y allí se deben discutir las mejoras en los salarios”, aseguró.

“Hay una decisión de avanzar en los grupos de mayor riesgo con un refuerzo alimentario para adultos mayores, sin ningún ingreso, en noviembre y diciembre, para que puedan acceder al mínimo básico alimentario”, dijo Massa.