El gobierno no considera que el fuerte recorte de subsidios estatales en los servicios de gas, electricidad y agua constituya un tarifazo, aunque admitió que muchos usuarios tendrán que pagar más de lo que venían haciéndolo hasta ahora.

“No es un tarifazo y no es un aumento desmedido. Va a depender de si un cliente empieza a mirar su medidor”, dijo el subsecretario de Hidrocarburos, Federico Bernal. El funcionario, que reporta directamente a la secretaria de Energía, Flavia Royón, fue uno de los que participó de la conferencia de prensa en el microcine del Ministerio de Economía en la que se explicó cómo se implementará el nuevo régimen.

“A partir de septiembre, cuando empiecen a llegar las facturas, empieza a jugar esta segmentación”, dijo Bernal en una entrevista radial concedida este miércoles. “Es la primera vez que se hace en la Argentina una política para un nuevo orden o reordenamiento tarifario y hacer un ahorro y uso eficiente tanto de los recursos como de los subsidios”.

Bernal, hasta hace poco interventor del Enargas, ejemplificó lo que sucederá con las boletas de gas natural para aquellos clientes que pierdan el subsidio, a quienes se les otorgará un plazo de adecuación a la tarifa plena que se extenderá por tres bimestres. “Por mes una factura promedio de $1.650 de junio, en septiembre va a empezar a pagar $115 pesos más, en noviembre $160 pesos más y en enero, $221 pesos más”, ejemplificó.

Recorte de subsidios: cómo es el nuevo esquema en gas, electricidad y agua

En líneas generales, el recorte de subsidios contemplará la situación socioeconómica de los usuarios que se inscribieron en el RASE (Registro de Acceso a los Subsidios de Energía). De acuerdo a los datos volcados en ese formulario, fueron agrupados en tres sectores: de menores ingresos, ingresos medios y de alta capacidad de pago. Este último sector perderá los subsidios.

Pero además se incorporó un tope de consumo a partir del cual tampoco se subsidiará el excedente. En el caso específico del gas, para contemplar los diferentes climas en todo el país (y por ende las mayores necesidades de calefacción), se contemplaron los promedios de cada provincia y de cada categoría de cliente.

“A nivel nacional hay 10 prestadoras. A su vez cada distribuidora tiene distintas subzonas, 29 en todo el país. Sobre la misma área de licencia se divide en distintas subzonas porque tienen particularidades climáticas, y tienen distintos umbrales sobre las que se mueven distintos tipos de usuarios”, explicó Bernal en declaraciones a Radio Continental. Para graficar las diferencias por regiones, ejemplificó con el caso de la provincia de Tucumán, que tiene los umbrales más bajos del país, en donde se subsidiará sólo hasta los 400 metros cúbicos anuales. En Tierra del Fuego, con temperaturas mucho más bajas y mayores necesidades de calefacción, el tope pasará a 4.000 metros cúbicos.