Paro de colectivos: ¿En qué franja horaria no funcionarán los "bondis"?
La medida de fuerza es impulsada por la Unión de Tranvarios Automotor (UTA). Afectará tanto al Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) como al interior del país.
La Unión de Tranviarios Automotor (UTA) realizará este martes 2 de agosto un paro de colectivos que afectará al Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y a distintas provincias del interior del país, en reclamo de mejoras salariales.
“Hemos decidido la paralización del servicio de transporte el próximo martes 2 de agosto a partir de las 22 y hasta las 6 de la mañana del miércoles”, afirmó en un comunicado la organización que encabeza el secretario general Roberto Fernández.
La medida de fuerza tiene como fin -según expresó el comunicado de la entidad- reclamar por un “salario digno que sirva para contrarrestar la inflación que mes a mes reduce el poder de compra” y hacer efectivo “un reclamo de adelantamiento de paritarias y un urgente incremento salarial”.
“Ponemos en conocimiento de las autoridades y de la opinión pública en general que los trabajadores nos vemos obligados a tomar medidas antipáticas para cuidar el poder adquisitivo de nuestros salarios y exigimos ser oídos”, reclamó el gremio, a la vez que pidió por un “salario digno para poder llevar a nuestros hogares; para el sostén de nuestras familias; el dinero por el que hemos trabajado; para llegar a fin de mes como lo merecemos”.
En este sentido, el gremio reclama una reactualización de los montos salariales acordados en los meses previos, frente a los desajustes causados por la inflación.
Cabe recordar que en abril el gremio había acordado un aumento del 50% sobre los salarios básicos, a la vez que, desde julio, el salario mínimo alcanzó los 150.000 pesos.
Asimismo, la UTA remarcó que el reclamo fue llevado a una audiencia en el Ministerio de Transporte con las cámaras empresariales del AMBA, donde los trabajadores del gremio pidieron una suma fija de 25.000 pesos por única vez a cobrar en la primera semana de agosto y una nueva determinación salarial a partir del 1º de septiembre que tuviera en cuenta la variación del índice general de precios del Indec, lo que fue finalmente rechazado por las agrupaciones empresarias, que alegaron “no estar en condiciones de incrementar los salarios”.