Esta tarde, los presidentes de las cuatro entidades que conforman la Mesa de Enlace Rural muy probablemente formalizarán una medida de fuerza contra la decisión oficial de suspender las exportaciones de maíz hasta el 1° de marzo. La respuesta sería suspender la comercialización del grano en todo el país por al menos tres días.

El Gobierno busca evitar nuevos aumentos en el precio de la carne, que ha venido encareciéndose por el traslado de la suba del valor internacional del maíz, que se usa como principal alimento de los animales. De esta manera, resurge el lema de "cuidar la mesa de los argentinos" que casi 13 años atrás acuñaron los funcionarios y dirigentes del kirchnerismo en aquella pulseada con las entidades agrarias.

Algunos chisporroteos durante 2020

Quizás el suceso de la pandemia de coronavirus evitó que las tensiones nunca zanjadas entre muchos cuadros kirchneristas y los dirigentes de las principales entidades rurales del país se cristalizaran en un conflicto directo mucho más cerca del comienzo del gobierno de Alberto Fernández.

De todos modos, hubo dos episodios que mostraron que la relación entre ambos sectores seguía muy mal. Primero fue la decisión del Gobierno de intervenir al grupo cerealero Vicentin, que estaba en concurso de acreedores, y el envío de un proyecto de ley al Congreso para su eventual expropiación. Los "banderazos" en contra de la medida, que incluyeron marchas de tractores, y la resistencia que se opuso desde el juzgado a cargo del concurso de Vicentin derivaron en que Fernández dispusiera dar marcha atrás.

La segunda muestra de claro recelo y desconfianza por parte del sector exportador del campo se plasmó dutante los últimos meses de 2020, en los cuales, pese a que el Gobierno redujo transitoriamente las retenciones a la soja para incentivar las ventas al exterior y así contar con la liquidación de más dólares para las reservas, no hubo una sensible suba en las cantidades exportadas, ni siquiera con la coincidencia de sucesivos aumentos en los precios internacionales de los granos.

También hubo otra reminiscencia de esta puja con el episodio de la ocupación de un campo de los Etchevehere, de la cual participó el Movimiento Artigas -referenciado en el dirigente Juan Grabois- en conjunto con Dolores, hermana enfrentada con el ex ministro de Agroindustria de Cambiemo, Luis Miguel Etchevehere, y el resto de la familia en itigios por sucesión de bienes.

Se tensa la cuerda

Sin embargo, fue la reciente reacción de los dirigentes rurales, a la que se sumó una postura más radicalizada de ciertos productores autoconvocados, ante la restricción gubernamental sobre la comercialización del maíz lo que ha hecho recordar aquellas jornadas de paro agrario con cortes de rutas, manifestaciones callejeras y tensas sesiones en el Congreso qeu terminaron con el voto "no positivo" del entonces vicepresidente Julio Cobos, que frustró la sanción en ley de la Resolución 125 de retenciones móviles a las exportaciones de soja.

En esa misma línea parece ir una declaración de esta mañana del ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, quien le dijo a la radio El Destape que “si la Mesa de Enlace hace un lockout el Gobierno no se va a mover un centímetro. Hicimos lo que teníamos que hacer y no cedimos a ninguna de las presiones". El funcionario agregó que "una vez los sectores agroexportadores tienen que pensar en los argentinos. Estos sectores sojeros tuvieron ganancias extraordinarias y tienen que pensar en el país". Esta postura inevitablemente remite a los duros discursos del ya entonces ex presidente Néstor Kirchner contra esos mismos sectores.

Del lado de enfrente, los presidentes de la Sociedad Rural Argentina, Daniel Pelegrina; de Confederaciones Rurales Argentinaas, Jorge Chemes; de Coninagro, Carlos Iannizzotto, y de la  Federación Agraria, Carlos Achetoni, se disponen a ultimar detalles y anunciar el paro de comercialización de maíz. Lo que tal vez no ocurra, por ahora, es la presencia de productores en las rutas, aunque hay algunos denominados autoconvocados que plantearon hacer "control de cargas" para detectar si hay incumplimientos con la medida de fuerza.

En un documento emitido el 31 de diciembre, un día después de la suspensión de exportaciones de maíz, la Mesa de Enlace planteó: “Se trata de una medida que va a contramano de todo lo esperable, de lo que creemos que debe hacerse y del sentido común. Este año ha sido muy complicado para el país, y para los productores, y creíamos que, luego de que el propio presidente Fernández nos asegurara que no volverían este tipo de medidas, ya no había lugar para acciones inconsultas”.