En un nuevo capítulo de su política exterior agitada, el presidente Javier Milei elevó este martes las tensiones con los gobiernos de Bolivia y Brasil. Por un lado, insistió en que fue un "fraude montado" el intento de golpe de Estado denunciado por Luis Arce, que llamó a consultas a su embajador en Buenos Aires. Y por el otro, volvió a tildar de "comunista y corrupto" a Luiz Inácio Lula da Silva, con quien mantiene profundas diferencias.

Milei se expresó de esa manera en un posteo contra alguien al que no nombró y definió como "el perfecto dinosaurio idiota". Allí, reforzó la idea del comunicado difundido el último domingo por la Oficina del Presidente, en el que el líder de La Libertad Avanza repudió "la falsa denuncia de golpe de Estado" realizada por Arce y calificó de "poco creíble" la versión oficial.

A través de su publicación en la red social X, Milei siguió con su arremetida y apuntó contra su par brasileño: "Luego de las agresiones de Lula (en especial su fuerte interferencia en la campaña electoral y apoyo sólido a la campaña más sucia de la historia) se queja porque le respondo con verdad (ha estado preso por corrupción y es comunista)".

El mensaje del jefe de Estado resultó una continuidad en el estilo de su diplomacia, la cual acumuló diversos conflictos con otros gobiernos desde su llegada a la Casa Rosada. Quizás el punto más tenso haya sido con España, cuyo presidente, Pedro Sánchez, retiró a su embajadora en Buenos Aires luego de que Milei llamara "corrupta" a su esposa en una cumbre del partido de ultraderecha Vox.

Para el analista internacional Patricio Giusto, "la ideología ocupa un lugar central" en la política exterior de Milei. "Esto es algo que no llama la atención, porque ya en campaña se manifestaba en esos términos y ponía la ideología libertaria por encima de todo. Y se traduce en sobreactuaciones y un alineamiento ciego con Estados Unidos e Israel", señaló al ser consultado por Crónica.

"Esta política exterior tiene algunas similitudes con el kirchnerismo, en cuanto a que la ideología define posicionamientos muy claros. Pero lo novedoso que tiene es el extremismo. Esto no es producto de una elaboración estratégica y de un equipo, sino que responde básicamente a la ideología de Milei. Así también se entienden los agravios a otros presidentes", destacó.

En el caso con Lula, en los últimos días el máximo exponente del Partido de los Trabajadores (PT) le exigió al presidente argentino que pidiera disculpas. "Dijo muchas bobadas", consideró. Milei rechazó hacerlo y decidió no participar en la próxima cumbre del Mercosur en Paraguay para no cruzarlo, pero sí confirmó que el sábado irá a Brasil para una cumbre de acción conservadora donde se encontrará con Jair Bolsonaro, uno de los principales detractores de Lula.

En sus casi siete meses al frente del Ejecutivo, Milei también devolvió las críticas de Andrés Manuel López Obrador, al asegurar que lo percibía como un halago, ya que si un "ignorante" como el presidente mexicano hablaba mal de él lo enaltecía. Y al mismo tiempo lanzó duros cuestionamientos contra su par colombiano Gustavo Petro, a quien definió como "un asesino terrorista".