Javier Milei fue tildado de "malparido nazi fascista" por Nicolás Maduro y hubo respuesta del gobierno argentino
El presidente de la Nación fue acusado por el de Venezuela, donde este fin de semana habrá elecciones, de estar "pasando la motosierra a los trabajadores". Reacción de la Casa Rosada y un comunicado difundido por el vocero, Manuel Adorni.
No es la primera vez que el presidente de la Nación, Javier Milei, recibe insultos y acusaciones de su par de Venezuela, Nicolás Maduro. A pocos días de las elecciones en el país caribeño y luego de denunciar un "boicot" del mandatario argentino en tándem con Washington para que se suspendan, volvió a tratarlo de "malparido nazi fascista".
Milei optó -hasta las 17 de este lunes por lo menos- por no responder directamente por las redes sociales a Maduro, como supo hacerlo en duro tono contra sus pares de otros países. En Casa Rosada deslizan un lectura ante cronica.com.ar sobre los motivos de Maduro: "le servirá en la previa electoral".
En ese marco, el gobierno nacional respondió en otros términos y evitó exabruptos: "El respeto por los derechos humanos no depende de la buena voluntad de un presidente autoritario ni de su séquito de obsecuentes”.
Así resumió la postura oficial el vocero presidencial, Manuel Adorni, al referirse a la situación en Venezuela y luego de que Maduro afirmara que el presidente Milei "está pasando la motosierra a los trabajadores".
Maduro gobierna desde 2013 y buscará una nueva reelección este domingo 28. El principal candidato opositor es Edmundo González Urrutia.
En un acto de campaña de la semana anterior, el líder del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), denunció un plan supuestamente orquestado desde Washington, donde gobierna el demócrata Joe Biden: “Quieren una hecatombe, una tragedia, para gritar ‘suspensión de las elecciones’. Y saldrían los gringos, saldría el malparido de Milei, la derecha a suspender las elecciones”, sostuvo.
En Casa Rosada no recogieron el guante. No por falta de ganas, según pudo recoger este medio, sino por una apuesta mayor a quién consideran que ganará otras elecciones, con mayor impacto en la política y economía argentina.
El próximo mes de noviembre Estados Unidos tendrá también elecciones presidenciales. Milei ha sido claro respecto a su preferencia por el republicano, Donald Trump, quien viene de elogiar a Maduro; gentileza que el presidente del país petrolero devolvió al solidarizarse tras el intento de asesinato que sufrió en Milwaukee.
Mientras Maduro y Trump parecen hacer esfuerzos por recomponer en un escenario futuro la relación bilateral, Biden se bajó de la carrera y en su lugar competirá por los demócratas la actual vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris.
Si gana Trump, en la Casa Rosada ven grandes posibilidades de que se concrete la ampliación del préstamo tomado en 2018 -cuando el expresidente republicano impulsó la aprobación para el gobierno de Mauricio Macri- del Fondo Monetario Internacional (FMI) para levantar el cepo cambiario. Calculan entre 5 mil y 10 mil millones de dólares.
Adorni recordó, en tanto este lunes, la declaración conjunta que firmó la Cancillería Argentina el último viernes junto a las de Costa Rica, Guatemala, Paraguay y Uruguay sobre el proceso electoral venezolano.
Declaración Conjunta de los Gobiernos de Argentina, Costa Rica, Guatemala, Paraguay y Uruguay sobre el proceso electoral venezolano
— Cancillería Argentina ���� (@CancilleriaARG) July 19, 2024
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"Las próximas elecciones en Venezuela -asegura el texto- representan una oportunidad para traer paz, unidad, progreso y democracia al país. Esto solo será posible si las autoridades venezolanas cumplen estrictamente los compromisos adquiridos con la oposición en los Acuerdos de Barbados, y se respetan los principios democráticos, así como los derechos humanos".
Fue luego de que Maduro planteara a la multitud en otro acto de campaña: “El 28 de julio, si no quieren que Venezuela caiga en un baño de sangre, en una guerra civil fratricida producto de los fascistas, garanticemos el más grande éxito, la más grande victoria de la historia electoral de nuestro pueblo”.
El que se hizo eco de esa advertencia fue el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, al confesar que le "asustó" la declaración y remarcar en democracia “el que pierde se lleva un baño de votos, no un baño de sangre”. “Maduro tiene que aprender que cuando uno gana se queda, y cuando pierde se va y se prepara para otras elecciones”, aportó sin medias tintas.