Gabriel Nicolás Carrizo (27) es el cuarto detenido por el atentado contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner frente a su domicilio del barrio porteño de Recoleta. Las pericias en el teléfono de Brenda Uliarte (23), otra de las arrestadas, fueron fundamentales para señalar a Carrizo como presunto participe necesario del atentado del primero de septiembre último.

Estela, la madre del joven de 27 años, habló este jueves de manera breve con la prensa en su casa del partido bonarense de Morón, donde se concretó la captura de su hijo este miércoles, por la tarde.

"Estoy tratando de despejarme. No dormí absolutamente nada. Yo creo que se hará justicia. Creo y confío en mi hijo", enfatizó la mujer. Y, para graficar la conmoción que le provó la captura, expresó: "Parece que no estuviera viva".

Estela aseguró que el joven de 27 años "no tiene nada que ver" con el ataque del primero de septiembre último. E insistió: "Es incapaz de hacer eso".

La mujer fue preguntada sobre otros dos detenidos en la causa, Fernando Sabag Montiel (35) y su novia, Brenda Uliarte. "No los conozco. Jamás vinieron acá", respondió por último.

Carrizo había declarado como testigo y hablado con la prensa

El presunto jefe de la "Banda de los Copitos" había declarado en la causa como testigo el lunes 5 de septiembre, después de la detención de Uliarte.

Además, el 2 de septiembre, el día posterior al ataque, el joven de 27 años estuvo junto a la novia del hombre que gatilló contra la ex primera mandataria, Fernando Sabag Montiel, y el resto de su grupo en un móvil en el canal Telefé. En esa entrevista, dijo que no tenían nada que ver con el intento de asesinato. También estaban Lucas AcevedoMiguel Ángel Castro RiglosSergio Orozco y Leonardo Volpintesta.

Cuando desde el canal preguntaron si Sabag Montiel había tenido alguna frase violenta contra la ex primera mandataria, la joven de 23 años guardó silencio y Carrizo fue el que decidió contestar.

El jove de 27 años evitó responder al respecto y se refirió al motivo por el cual se habían acercado al móvil. “No vinimos por eso nosotros. Vinimos por otra cosa. Vinimos a aclarar que no somos cómplices de lo que pasó. Nos están amenazando. Y cuando salgamos a la calle, nos puede pasar algo. Nos están diciendo que somos un grupo terrorista. Yo me dedico a hacer algodón de azúcar”, finalizó.