Por Francisco Nutti
@franNutti

Mientras el ejército ruso, al mando del presidente Vladímir Putin avanza por todo el territorio ucraniano, crece la incertidumbre en el mundo por las consecuencias económicas que generará la guerra. Ocurre que el conflicto, que hizo subir el precio del petróleo, el gas, el aluminio y el níquel, amenaza la provisión a Europa, porque cerca del 40% del gas que se consume llega de Rusia y un tercio pasa por gasoductos que atraviesan Ucrania.

Expertos aseguraron en diálogo con cronica.com.ar que si bien la Argentina podrá salir beneficiada por la suba del precio de los alimentos, esto se compensará con altos costos de importación. 

"En términos económicos, por lo que tiene para ofrecerle al mundo, Argentina podría hasta beneficiarse por esta guerra", señaló a este medio el abogado y experto en política internacional Juan Francisco Venturino"De todas formas, tendríamos que tener claro qué es lo que vamos a vender y cómo nos vamos a conectar", continuó. 

Las protestas se intensifican en distintas partes del mundo para que cese la guerra.


Para el especialista, "el impacto económico de este conflicto bélico se hará sentir en el plano internacional de forma inmediata presionando al alza los precios de los commodities que se transan habitualmente entre los diferentes estados del planeta".


"El precio del barril de crudo aumentará considerablemente en los próximos días y semanas y dependerá de la prolongación del conflicto para que esos precios se mantengan o sigan aumentando toda vez que peligre la cadena de suministros teniendo en cuenta que existe cierta Inelasticidad en la demanda de tales recursos", agregó. 

Mientras tanto, las tropas rusas intentan entrar a Kiev. 

En esa línea, explicó que "para la Argentina en el caso hipotético que pudiera aumentar su producción de crudo con destino a la exportación podría ser una buena noticia. El problema es que nuestro país no tiene ninguna previsión ni en el mediano ni en el corto plazo respecto de una política de Estado en términos de su producción y que pretende exportar al mundo".

Por último, remarcó que será importante saber "cómo siguen los efectos de esta guerra, si se amplía, si queda ahí, o si efectivamente se va por más. Todas estas cuestiones habría que evalularas y mensurarlas. No sabemos qué va a pasar mañana ni pasado".  

Alberto Fernández visitó a Vladimir Putin a principios de mes.


Por su parte, el economista Juan Enrique indicó que "cuando hablamos de guerra, hablamos de escasez que la economía trata de administrarEn la escasez se genera la falta de oferta y el aumento de los precios. Es el caso del trigo, del maíz y del aceite de girasol del cual es productor Ucrania". Asimismo, detalló que "en cuanto al petróleo, por día se producen 90 millones de barriles, de los cuales 9 millones los produce Ucrania y 15 millones los produce Rusia, por eso aumentó el barril de petróleo. Eso va a generar una inflación mundial que se transformará en inflación importada en Argentina por los commodities".

"En términos de energía, lo del gas se va a ver en el invierno argentino. Por eso debe haber una fuerte participación del Estado. Acá se deben sacar del sarcófago las retenciones móviles para tratar de evitar que esa inflación no se traslade a los alimentos, porque prácticamente en energía es imposible evitarlo ya que nuestro país necesita importar sí o sí gas licuado", dijo. 

Por último, Enrique reconoció que de cada 10 dólares que va a cobrar este año el Fondo Monetario Internacional (FMI), cinco provienen de la Argentina, dos de Egipto y dos de Ucrania. "Para que veamos el nivel de complejidad que tiene la economía argentina respecto de lo que pasa en el mundo", cerró.

Duras sanciones

El conflicto amenaza el abastecimiento energético del Viejo Continente, donde cerca del 40% del gas que se consume llega de Rusia y del que aproximadamente un tercio pasa por gasoductos que atraviesan Ucrania. Además, los países occidentales han anunciado duras sanciones al Kremlin, que en un futuro podrían restringir la capacidad de Rusia para operar en divisas y, por tanto, para exportar.