La Justicia boliviana podría llamar a declarar al expresidente argentino Mauricio Macri por su rol en la crisis institucional de 2019, luego de la denuncia sobre el envío de material bélico desde Argentina para la represión de protestas populares.

"Obviamente, el expresidente Macri podría estar involucrado. Probablemente sea llamado a testificar. Si encuentran elementos que evidencien responsabilidad, se podrían levantar cargos en su contra aquí en Bolivia", dijo el canciller Rogelio Mayta en declaraciones a la agencia de noticias rusa Sputnik.

Para buena parte del gobierno boliviano, el envío de municiones y granadas de gases lacrimógenos desde Buenos Aires, al igual que otro similar que está bajo investigación proveniente de Ecuador, es una señal inequívoca de un nuevo Plan Cóndor, como se denominó a la coordinación de todos los gobiernos regionales en la represión a los movimientos de izquierda durante la década de 1970. 

"Es la evidencia innegable de la reedición del Plan Cóndor, con intercambio de información y sistemas de represión", dijo el expresidente Evo Morales, a quien un golpe cívico-militar desplazó de su cargo en 2019 para reemplazarlo por la legisladora Jeanine Áñez, en ese momento vice segunda de la Cámara de Senadores.

El tablero político se conmovió por la denuncia de Mayta, que el jueves mostró la nota por la que el comandante de la Fuerza Aérea Boliviana, Jorge Gonzalo Terceros Lara, agradecía a la Embajada argentina en La Paz el envío de 40 mil balas de goma, gases lacrimógenos y granadas de gas, entre otros materiales.

Se cree, incluso, que buena parte de esas municiones fueron empleadas en las masacres de Senkata y Sacaba, las dos manifestaciones en las que la represión ordenada por las Fuerzas Armadas dejó una veintena de muertos.

Sin embargo, desde el punto de vista judicial, la más complicada hasta ahora es Áñez, a quien se le sigue un proceso por sedición y violación de la Constitución. Este viernes, la expresidenta de facto se negó a declarar ante los fiscales que siguen la causa.

Por ahora, Macri no habló del tema y quienes fueron funcionarios de su gestión se desligaron del hecho. Patricia Bullrich, exministra de Seguridad, dijo que "nunca pasó por mis manos" un pedido de material de guerra para el gobierno boliviano y que sólo aceptó enviar un grupo de gendarmes para evacuar a personal diplomático y periodistas que estaban en peligro. El excanciller Jorge Faurie desmintió que su cartera haya tenido algún tipo de intervención.